Erick Delgand
Cuando supe el año pasado de que Stone Temple Pilots regresaban con un nuevo trabajo, reconozco que me hizo cierta ilusión, pero a la vez cierto rechazo de que esta vuelta después de casi una década quizás no iba a funcionar.
De hecho, Stone Temple Pilots siempre el 80 por ciento de ellos sin lugar a dudas era Scott Weiland, con su carisma, su presencia y su manera de interpretar tan única con su voz.
Ya ni que decir que otra de las cosas que me sorprendieron era la entrada en escena al grupo del fichaje de Jeff Gutt,....vamos que no tengo nada en contra de los que cantan en el X factor, pero que te puedes buscar un poco la vida en buscar a alguien más metido en el tipo de escena de los STP, por no decir que encima te obliguen a emular a un verdadero icono y leyenda como fue Scott Weiland.
Quizás soy demasiado viejo, pero no entiendo, al igual que Alice in chains, el intentar suplantar la esencia de unas voces tan particulares con copias baratas de segunda división, en unos vocalistas tan personales y queridos en el panorama rockero.
Y no solo era eso, sino también que no se te pueda ocurrir un título para el álbum y se llame exactamente igual que el anterior, que los tíos han tenido 8 años para pensar un título y ofrecernos, a mi parecer, algo nuevo y fresco, dejando muy pero que muy aparte otro intento de resurgir de los buenos e increíbles tiempos de Weiland.
Y lo curioso es que han conseguido algo nuevo y fresco, expliquemos por qué.......
La canción de apertura "Middle Of Nowhere" te reporta una sensación fresca de STP, muy en su honda, en estructura y ritmo, nada mal para un comienzo.
"Guilty" le sigue con un groove melancólico que tan bien se les da, y unas guitarras que merecen la pena de mencionar, dando esa melancolía triste y dura a la vez,....te gustará.
"Meadow" fue el single de promoción del álbum, otro tema aceptable, voces pegadizas,cortes pausados,intencionados a llevarte a los viejos tiempos de STP.
"Just A Little Lie" se despega de lo típico y se agradece, explorando con melodías chillonas y casi acústicas, mereciendo un respeto el trabajo en las voces, muy bien trabajadas, con cierta pasión y dando un feeling particular por parte de Jeff.
"Six Eight" es hard rockera hasta la médula, esas dejadas acústicas melancólicas cuadran perfectamente, con la explosión guitarrera en los cortes, y dejadas que ofrecen sin ningún tipo de copia de lo anteriormente escuchado.
"Thought She'd Be Mine" pensé que era mía. Es una excelente balada, relajada, con ese aura muy bueno que da Gutt, mola.
"Roll Me Under" te sacude con guitarras crudas, profundas, se introducen en las venas y te hacen despegar a mover la cabeza con deseo y fuerza.
"Never Enough" con un ritmo muy blusero y con esa honda muy rockera de los 70, un temazo de principio a fin.de mis preferidos.
"The Art Of Letting Go" es una balada que despide amor por todos los poros del tema.
"Finest Hour" es otro tema relajado, bonito, para ponerlo en un atardecer con una cerveza en la mano, reflexionando en tu interior sentimientos bellos y llegándote al corazón.
"Good Shoes" es el tema más largo, rockero, unos bajos destacables, melodías muy curradas y cortes cañeros.
"Reds And Blues" posee una acústica de base principal cuajando y jugando muy bien con la voz de Jeff y con ella finalizan el álbum
He de reconocer que el chaval recién llegado no lo hace tan mal. Lo hace muy bien, de hecho, y el álbum no es lo que esperaría el más fanático de los Pilots. Algunos, incluso, me temo que lo odiarán, pero a mí me ha gustado. No deja de ser un álbum variado, no repetitivo, tiene cierta esencia de los viejos Stone Temple Pilots, pero regala también frescura nueva que combina muy bien a lo largo de todo el disco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario