por Alberto Iniesta (@A_Maqueda_8)
del blog Discos
“It’s been a bad day, please don’t take a picture”, cantaba Michael Stipe en aquel Bad Day que acompañaba a un recopilatorio de R.E.M. a principios de siglo. “Cúrame, tiempo, pasa para mí y sálvalos a ellos”, canta Nina en Sargento de Hierro, desde ya una de las nuevas joyas de Morgan. Hay muchas canciones salvavidas, de esas a las que es inevitable agarrarse cuando los vientos cambian y los nudos suben a la garganta para quedarse, pero no es tan frecuente encontrarse con discos enteros donde la totalidad de las canciones lo consigue. Air es uno de esos LPs exquisitos, de los que ofrecen nuevos matices cada vez que vuelves a darle al play persiguiendo de nuevo esa sensación única que solo ese disco en concreto te puede dar. Y sí, te salva la vida.
Ese Planet Earth del comienzo desprende un fuerte aroma al Shine On You Crazy Diamond con esas guitarras entrando de puntillas en la habitación, creando una atmósfera casi humana, otorgándole de un sentido completo a su título. Es ese sabroso aperitivo que te sirven en tu restaurante favorito que sabe a gloria, aun sabiendo que lo mejor está por llegar. En Another Road nos ofrecen el estribillo más luminoso del disco, explorando en terrenos más pop con unos arreglos brillantes que convencerían hasta al más duro de los heavies. Pocas canciones pueden presumir de esa adictiva secuencia de acordes, que sumados a la voz de Nina se funden en un cóctel irresistible. Aunque si hablamos de canciones irresistibles, ahí está Sargento de Hierro. Musicalmente más ambiciosa que Volver, la última canción de su primer larga duración, consigue realmente dejar huella en el oyente. Está claro, la voz de Nina tiene ese algo tan necesario, pero cuando la acompañan el resto de los instrumentos del grupo, cada vez que nos regalan canciones de este nivel se encuentran cada vez más cerca de la inmortalidad musical.
Comentaba antes que las guitarras aparecían tímidamente en el primer corte del disco. En The Child, y especialmente en Blue Eyes, su presencia es más destacada y el acelerón musical que provocan, lejos de desembocar en turbulencias en los pasajeros, tiene un increíble efecto en sus pies, que cobran vida propia y se mueven al compás, en una experiencia altamente recomendada. No cabe duda de que Morgan siguen ampliando su paleta de géneros musicales, y es una gran noticia esa versatilidad a la hora de abrazar momentos más rockeros y sonar como suenan ellos. Pero el vuelo continúa: antes del último acelerón tenemos la deliciosa calma de Be A Man, una canción que discurre al ritmo del timbre de Nina, que desempeña de maravilla el papel de luz al final del túnel, hasta que llegan el resto de los instrumentos para hacer las delicias de los que escuchamos.
Flying Peacefully realmente consigue por momentos hacerte volar, con calma al principio y con un aumento de revoluciones a medida que fluye la canción, dejando un sabor de boca excelente. Pero cuando termina Marry You ya no queda ningún corazón por conquistar. Con sus más de seis minutos es la canción que termina de situar a Morgan en la primera división del panorama musical actual, destilando calidad a cada segundo que avanza. Es un auténtico vendaval musical que comienza pausado con la voz de Nina, experimenta un progresivo aumento de revoluciones pasando por 33, 45 y 78, y concluye con una conjunción espectacular de instrumentos en la que, lejos de reclamar momentos estelares, cada uno espera pacientemente su momento para regalarnos el momento mayúsculo de un disco imprescindible de principio a fin, la montaña más elevada en una cordillera repleta de cimas musicales. Llevan dos discos y su techo musical todavía es un signo de interrogación, pero cuando el talento y el trabajo juegan en el mismo equipo los resultados suelen acompañar. Feliz vuelo para Morgan; nos veremos en los conciertos. Postdata: sacadlo en vinilo, por favor…
Another Road
Sargento De Hierro
Marry You
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