Decadente o decadentismo fueron términos acuñados despectivamente desde el ámbito académico francés para denominar a esas novelas del decimonónico siglo (finales) en que se arremetía contra la moral y costumbres burguesas, exaltándose el heroísmo individual y explorando lo más extremo de la sensibilidad y del inconsciente. Una suerte de romanticismo trasnochado en el que se apostaba por la evasión de la realidad cotidiana. El esteticismo (que fraguó el modernismo rubendariniano) estaba muy presente también en estas obras, así como el exotismo, siempre en aras de la evasión contra tradicionales convencionalismos. Dicho lo cual, Alison Nastasi se propone relacionar y comentar las películas que él considera más decadentes de la historia (aplicando esos viejos parámetros al arte cinematográfico del siglo XX, claro). Helas pour ici.
Las 15 películas más decadentes:
Caligula, de Tinto Brass
La dolce vita, de Federico Fellini
American Psycho, de Mary Harron
The Hunger, de Tony Scott
La grande bouffe, de Marco Ferreri
Daisies, de Vera Chytilová
Fear and Loathing in Las Vegas, de Terry Gilliam
The Leopard, de Visconti
Velvet Goldmine, de Todd Haynes
The Dreamers, de Bernardo Bertolucci
Eyes Wide Shut, de Stanley Kubrick
Dracula, de Francis Ford Coppola
The Great Beauty, de Paolo Sorrentino
Flesh for Frankenstein y Blood for Dracula, de Paul Morrissey
Spring Breakers, de Harmony Korine
Fuente
ZRS
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