Por Esteban Martínez (@EMartineC)

Se suceden en el álbum actual temas breves de manual con estructuras melódicas clásicas más uno que otro coro ganchero, pero nada particularmente memorable o recordable. Y si bien el disco no abre mal con la acelerada 'Bless'em with the blade' (perfecta para abrir sus conciertos) seguida de los marcados teclados de 'Sinners of the seven seas', rápidamente irá sumergiéndose en una dinámica monótona donde la sensación que va quedando es que las mejores canciones han sido las dos primeras y mucho más el disco no tiene para ofrecer.
Por supuesto, que nada en este trabajo es un desastre. Ahí tienes '1589' o la inquieta 'Viva vulgata' como ejemplos de que en Powerwolf saben lo que hacen. Sin embargo, la banda se repite tanto que no encontramos algo acá que justifique el volver al disco. ¿Para qué, si han hecho lo mismo antes, y mejor?
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