ZEPPELIN ROCK: Paul Westerberg - Stereo / Mono (2002): CRÍTICA Review

martes, 13 de febrero de 2024

Paul Westerberg - Stereo / Mono (2002): CRÍTICA Review

 

The Hunter


All Shook Down, el último álbum de The Replacements, saldría a la calle en 1990 y, aunque desde el primer momento sería considerado como el primer paso en la carrera en solitario de Paul Westerberg, a la postre sería el último disco editado bajo el nombre de la banda en que llevaba cantando y dándole a la guitarra desde 1979. La trayectoria de la banda de Minneapolis llegaría a su fin unos meses después, en el verano de 1991; uno de los grupos más influyentes de la década de los 80 se autodestruía antes siquiera de -quién sabe- poder beneficiarse del éxito planetario de unas bandas que tanto le deberían a los autores de obras como Tim o Pleased To Meet Me



Frente a las estrellas mesiánicas, alimentadas del brillo constante de los focos, Paul Westerberg haría gala de un comportamiento y unas actitudes casi elusivas; a la fracasada estancia en una gran compañía como Capitol le seguiría una etapa de depresión de la que sale la por entonces nueva entrega discográfica, Stereo (2002). Una colección de temas compuestos en un periodo de dos años y registrados por el propio Westerberg en el sótano de su casa. Colección de canciones -en su mayor parte de basamento acústico- grabadas a medianoche y sin atisbo de producción, lo que no hace sino aumentar la crepuscular y noctámbula belleza de unas composiciones que echan sal a las heridas dejadas por el amor, el odio, la soledad o la incertidumbre.



Este primer disco tendría su contrapunto perfecto en un segundo; con el acompañamiento -este sí- de una banda en toda regla y presentado bajo el seudónimo de Grandpaboy (su antiguo colega de andaduras, Tommy Stinson, se ocupa de las cuatro cuerdas bajo el de Zeke Pine), Mono ahondaba en su faceta más energética. Influencias de los Stones ("I'll Do Anything" -que se diría salida de las sesiones del Exile- o esa "Eyes Like Sparks" a lo Keith Richards), algunos de los mejores temas power-pop de la década ("Silent Film Star", "2 Days 'Til Tomorrow"), todo imbuido por unas melodías 100% Replacements. Y es que mientras suenan (y resuenan en mi cabeza) temas ya sean de Stereo caso de "Baby Learns To Crawl" y "Only Lie Worth Telling" o de Mono como "High Times" -igual que antes clásicos pretéritos como "I Will Dare", "Here Comes A Regular", "Can't Hardly Wait" o "Sadly Beautiful"- no queda más que aseverar una vez más (¡y las que hagan falta!) la grandeza del legado de los Mats y del señor Paul Westerberg.




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