ZEPPELIN ROCK: Rainbow - Rising (1976): Crítica del disco (review)

sábado, 17 de febrero de 2018

Rainbow - Rising (1976): Crítica del disco (review)


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia





Era una época en la cual -recordad- los músicos o eran grandes o se iban directamente al paro. Y uno de los más grandes decidió dejar su puesto seguro y confortable de guitarrista de Deep Purple y lanzarse a una aventura que denominó Rainbow. Ritchie Blackmore grabó un álbum con los miembros del grupo Elf, casi como un disco en solitario, al que tituló Ritchie Blackmore’s Rainbow. Expulsó a todos los músicos a excepción del cantante, un tal Ronnie James Dio, con quien compuso todos los temas del siguiente Rising, que es el disco del que os hablaré hoy




El álbum se grabó en los estudios Musicland de Munich en febrero de 1976 con el mítico Martin Birch como productor. La banda la formaban (redoble de tambores y cornetas, por favor): Blackmore a la guitarra, Dio a la voz, Cozy Powell en la batería, Jimmy Bain al bajo y Tony Carey en los teclados. Contó con la Orquesta Filarmónica de Munich para redondear el trabajo.

En líneas generales, este grandioso monumento musical une lo mejor del hardrock setentero con la épica que haría famoso a Dio, construyendo canciones complejas con fabulosas instrumentaciones y letras preciosistas.




Empieza el disco con Tarot woman. Intro de teclado, riff de guitarra apoyado en una batería bestial y Ronnie entra matando al personal con una línea vocal como una metralleta. Curiosamente esta canción no la hacían en vivo porque resultaba difícil llevar el tempo al directo y no le gustaba a Balckmore. Dio la recuperó años después y se convirtió en un habitual de sus conciertos.

Run with the wolf, una canción menor en un disco soberbio, presenta una estructura muy Dio, con una base rítmica (Bain-Powell) especialmente inspirada, estructura sencilla, muy de la época y Blackmore más comedido que en el resto. La canción va en crescendo y el final con todos a tope y la guitarra loca de fondo acaba rompiendo cuellos.

Llegamos a una de las más mejores de todos los tiempos: Starstruck. Aunque tiene un regusto Purple (no en vano hablamos del hombredenegro), Dio sabe llevarla a su terreno y en sus apenas cuatro minutos contiene todos los elementos que han hecho al hardrock una música eterna y universal: ritmo, arreglos, voz y guitarra de primera. Si tienes un grupo del género y no clavas esta canción, piénsatelo.




La antigua cara B se abría con Do you close your eyes, un tema más comedido, pero efectivo, tanto por su estribillo como por su ritmo trepidante. La interpretaban asiduamente en directo, donde se extendían varios minutos jugando con las líneas melódicas y rítmicas del tema.

Y llegamos a la canción por excelencia del rock épico: Stargazer. Esta canción marcó a Dio, siendo un modelo para su carrera posterior. Soberbia, cargada de fuerza y arreglos, todos los elementos se entrelazan (incluida la orquesta) para dar un cuadro musical impresionante. Blackmore realiza uno de sus mejores trabajos y Dio escribió una letra simplemente perfecta. Quien no ame esta canción que se lo haga mirar.

El álbum se cierra con otra canción perfecta que vive a la sombra de la anterior, pero lleva al grupo a través de un tempo más rápido a una composición rompedora. A light in the black tiene el ritmo y la estructura más Purple de todas. Contiene el mejor solo de Carey junto a un Cozy Powell soberbio. La parte central pone los pelos de punta roma. Apoteosis.

Y pensar que se dejaron fuera Kill the king y Long live rock’n’roll, a la postre dos de los mejores temas del siguiente disco…

1 comentario:

  1. Suscribo todo lo dicho acerca de esta maravilla de maravillas. Y Stargazer es la mejor, para mí, canción de Rainbow, o lo que es lo mismo, una de las mejores canciones de Rock de la historia... Tan solo una pega a esta reseña, en mi vinilo la cara B está formada sólo por Stargazer y A Light in the Black...
    Salute You!!!

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