ZEPPELIN ROCK: Rubén Pozo - Habrá que vivir (2017): Crítica reseña

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Rubén Pozo - Habrá que vivir (2017): Crítica reseña


por Alberto Iniesta (@A_Maqueda_8)
del blog Discos





“He hecho el disco que quería hacer. Si me atropellan ahora mismo, me puedo morir tranquilo”, afirmaba con rotundidad Rubén Pozo en una entrevista reciente. La frase cobra sentido una vez que la aguja empieza a recorrer los surcos y, como dice una de las canciones de Los Zigarros, suena rock and roll. Y es que bien vale la pena morir por el rock and roll, pero hay algo todavía mejor que eso: vivir por y para el rock and roll, algo de lo que Rubén y su grandísima banda entienden un rato, y no solo por el (gran) título y (mejor) portada de este nuevo trabajo.





Un álbum que tiene un sabor a rock añejo tan auténtico que asusta, que combina tempestad y calma, confirmando que Rubén se encuentra cómodo navegando en cualquiera de ellas. Pero reconozcámoslo: qué bien sienta un buen rock and roll. Precisamente son las canciones más duras las que más crecen con las escuchas, algo que se pudo comprobar en la presentación del LP en la sala El Sol. La viejuna y gloriosa fórmula de dos guitarras, bajo y batería crece exponencialmente con la calidad de los músicos, que en este caso es enorme. Y es que es inevitable, viendo el nivel que tienen Rubén y su banda sobre las tablas, plantearse la grabación de un disco en directo que capture, al menos, la mitad de energía que estos tipos derrochan cuando tocan, consiguiendo lo imposible: que las canciones suenen mejor en directo que en el disco, que pasamos a desgranar a fuego lento desde ya en esta crítica. ¡Rock ‘n’ roll!




Una de las claves del éxito de este nuevo disco es esa apuesta por el rock desde el principio, poniendo toda la carne en el asador una vez que empieza a sonar ese riff tan glam rock que es "Caperucita Feroz", empalmando de maravilla con ese ya himno llamado como el propio álbum, "Habrá que vivir". ¿La receta? Ese rock and roll de escuela de los Burning con varios chorritos de Tequila que suena tan bien y que tanto nos gusta. "Guitarra española" surge un poco como agradecimiento a ese instrumento atemporal que, como dice el propio Rubén, está en casi todas las casas. Por si quedaran dudas, Mr. Riffman Keith Richards o Jeff Beck empezaron con una española. Cuando suena "Te Invoco" esa explosión de acordes te vuela (un poco más) la cabeza, pero los mejores detalles llegan al final, cuando la canción empieza a morir: la guitarra de Víctor Pescador aka Fisherman hace las delicias del oyente con esos solos que beben de litros y litros de blues. Llega "Llámame Brisa", coescrita con Benjamín Prado y Sabina, cantada de una manera tan particular por Rubén que es imposible no imaginarse al propio genio de Úbeda sangrando la canción. Sublime. "Saliendo de la estupefacción" empieza como una balada, sigue como un medio tiempo y se rebela para transformarse en rock. Las protagonistas, por supuesto, la Les Paul de Rubén y la Telecaster de Fisherman. Como el "T. Rex" del experimento, que suena mejor en su versión reprise, donde una jam de furiosas guitarras ofrecen una solución alternativa a los problemas del mundo a golpes de rock and roll.




Y hablando de rock and roll, en los menos de dos minutos y medio de "Pop Para Niñas" encontramos una buena dosis que resume a la perfección por qué nos gusta tanto esto. "Algo Que Decirle Al Mundo" tira de ironía (“soy otro tonto de la canción. Yo quería ser invisible, y aquí me ves.”) para convertirse en otro de los himnos indiscutibles de este discarral, que acaba de manera inmejorable con "Apartando La Mirada". Curioso que, cada vez que suena esta canción y acaba el disco, me entran más ganas de escuchar al señor Rubén Pozo. En ese sentido, la canción cumple de lujo con su cometido de crear adicción en el oyente, aunque por pedir, quizá con una canción progresiva de larga duración Rubén se termine de consolidar, si es que no lo está ya, entre los grandes creadores de canciones de este país. Habrá que vivir, y que sea escuchando discos como este.


Te invoco



Saliendo de la estupefacción



Pop para niñas


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2 comentarios:

  1. bueno, no lo conozco pero habrá que escucharlo entonces.... el rock es mi gusto también... saludos...

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