ZEPPELIN ROCK: Megadeth - Rust In Peace (1990): Crítica reseña

martes, 14 de noviembre de 2017

Megadeth - Rust In Peace (1990): Crítica reseña


por Edy Fernandes (@edylefer)
del blog Soonatas





Son muchos quienes consideran que el mejor momento de Megadeth es el que comprende el periodo 1990 – 1998, la formación de lujo que tuvo con David Ellefson en el bajo, Nick Menza en la batería, Marty Friedman como guitarra principal, y su infaltable líder Dave Mustaine en voz y guitarra. Juntos grabaron cuatro discos, y es posiblemente Rust In Peace, publicado en 1990, el más aclamado por sus seguidores, así como por los conocedores del heavy metal.



Vayamos con la crítica. “Holy Wars… The Punishment Due” es el primer track del álbum, una explosiva pieza compuesta por Dave Mustaine que cuenta con un aporte descomunal por parte de Friedman; en su primer solo él dice, – “ya estoy aquí”, muestra su toque personal, música oriental sale de su guitarra para posiblemente trasladarnos al Medio Oriente, lugar donde han ocurrido tantas luchas sangrientas, enfrentamientos que parecen eternos; recordemos que la letra de esta canción hace referencia a las guerras “justificadas” por las religiones, si bien es cierto Mustaine se inspiró en el conflicto de Irlanda del Norte, puede perfectamente ubicarse en Palestina, Irak, o Siria. El segundo y tercer solo que toca en esta pieza son más metal, melódicamente pesadas, perfectas para esta joya que abre “Rust In Peace”.




“Hangar 18” es una lección de guitarras, entre Friedman y Mustaine hacen gala de lo que es saber dominar un instrumento musical. Marty hace ocho solos, destacándose los últimos cuatro, los cuales tienen una calidad suprema, además de una increíble velocidad, justa y necesaria para el thrash metal. Esta composición es un viaje por historias conspirativas, aquí se habla sobre el “Caso Roswell”, de cómo los gobiernos ocultan a la sociedad internacional la verdad sobre los extraterrestres que nos han visitado: “Foreign life forms inventory, suspended state of cryogenics. Selective amnesia's the story, believed foretold but who'd suspect. The military intelligence two words combined that can't make sense. (La vida foránea forma el inventario, suspendida en estado de criogenia. Amnesia selectiva es la historia, creído predicho pero quién sospecha. De la inteligencia militar ni dos palabras combinadas que tengan sentido)”.




Si en los temas anteriores la batería de Nick Menza suena gigante, déjense llevar por el sonido de la percusión en “Take No Prisoners”. El tercer tema del álbum, un riff extremadamente rápido acompaña a una letra muy fuerte, Mustaine nos lleva a una de las tácticas utilizadas en la Segunda Guerra Mundial, el de matar a todos los enemigos, incluso los heridos, de una forma rápida a través de enfermedades infecciosas como el Tifus. Friedman realiza un solo veloz para finalizar esta canción, el talento sobra en la forma de tocar como un rayo las cuerdas.

Seguidamente tenemos “Five Magics”, la guitarra aquí es más melódica, se puede encontrar la intención de hacer algo con más tendencia a lo progresivo, pero Marty debe ir en el tren del thrash metal, sin embargo, por momentos es capaz de hacer sutilmente esa combinación agradable a los oídos. El bajo de David Ellefson hace un acompañamiento perfecto en este tema lleno de leyenda: “Bestow upon me magic, wizard, all knowing, all wis. I want to rule this kingdom, make sweet the breeze now defiled, dethrone the evil prince's iron fists, in velvet gloves of sin. Parade the grey robed monks, the vestal virgins, wheel the wyvern's in. (Otorgar a mí la magia, asistente, omnisciente, omnisapiente. Deseo gobernar este reino, hacer dulce la brisa ahora profanada, derrocar los puños de hierro del malvado príncipe, volverlos guantes de terciopelo del pecado. Desfile de los monjes vestidos de gris, las vírgenes vestales, en la rueda wyvern)”.




Llegó el momento para “Poison Was the Cure”, aquí el bajo de Ellefson, así como la batería de Menza juegan un papel protagónico al comienzo de la canción, pero Friedman tiene la tarea de hacer un solo más sencillo, que al final saca nuevamente su clase para cerrar una pieza bastante corta.

En “Lucretia” la piel se eriza, el espíritu del ático que se mece ante los ojos de Mustaine es protagonista de esta historia, y Marty hace un solo maravilloso, aquí se explaya para mostrar todo su talento, incluso se puede percibir alguna influencia de jazz en la forma de tocar: “Hypnosis guides my hand, i slipslide through the walkways. Sit in granny's rockin' chair, memories are whirling by yea. Reminisce in the atti, Lucretia waits impatiently, cobwebs make me squint… (Hipnosis guía mi mano, me deslizo a través de las pasarelas. Me siento en la silla mecedora de la abuela, los recuerdos están girando de por sí. Recordar el pasado en el ático, Lucrecia espera con impaciencia, telarañas me hacen entrecerrar los ojos…)”.




Pero es en “Tornado of Souls” donde Friedman hace el mejor solo con que cuenta “Megadeth” y posiblemente uno de los mayores de toda su carrera. En el año 2002 el guitarrista contó lo siguiente: – “Cuando terminé el solo de esta canción, Dave Mustaine entró al estudio, me miró y sin decir una palabra, estrechó mi mano. Fue en ese momento que sentí que era verdaderamente el guitarrista para esta banda”. En el año 2008 Marty lanzó su octavo álbum como solista, lleva por nombre “Future Addict” y en él hace una versión de esta maravillosa pieza. No hay más nada que decir, solo déjense llevar.

“Dawn Patrol” es una canción donde el bajo de David Ellefson es el protagonista. Pero en “Rust in Peace… Polaris” llega la hora para que los cuatro fenómenos del “thrash” se relajen un poco y se diviertan con sus habilidades musicales, destacándose la determinante batería de Menza, la guitarra de Mustaine, pero sobre todo el solo de Friedman, corto pero deja su marca bien registrada, cerrando un álbum que estará siempre en lo más alto dentro del mundo del “heavy metal” y donde el guitarrista nacido en la capital de los Estados Unidos se graduó Magna Cum Laude.

“Rust In Peace” es un álbum que recoge a un Dave Mustaine mucho más maduro, sus composiciones tienen otro nivel permitiendo que Megadeth haga un salto cuántico, por supuesto los aportes de Marty Friedman y Nick Menza dieron un giro completo a lo que venía haciendo la agrupación; de aquí salen varios de los temas fijos que tocan en las presentaciones en vivo, por esto y mucho más está placa es considerada de las mejores del speed metal.

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