ZEPPELIN ROCK: Crítica de "It" (Andrés Muschietti, 2017): Reseña

domingo, 12 de noviembre de 2017

Crítica de "It" (Andrés Muschietti, 2017): Reseña


por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



Esta adaptación de Andrés Muschietti cayó en gracia desde el comienzo. Su tráiler fue un auténtico pelotazo, la crítica la ha acogido con agrado y el público, tras su estreno, más aún. Lo cierto es que lo merece, ya que es una adaptación llena de ritmo, tensión y sano terror que incluso ha provocado el entusiasmo del propio Stephen King, que como saben no se corta en mostrar reparos ante adaptaciones de su obra, como hizo con El resplandor de Kubrick.



Esta versión y visión siniestra de Los goonies o Cuenta conmigo, en la que un siniestro payaso provoca el pavor en una localidad en la que no paran de desaparecer niños y suceden hechos tremendamente trágicos cada 27 años, alimentándose de los miedos e inseguridades de niños y adolescentes, tiene también cierto componente social en la ceguera de ese pueblo que prefiere obviar todo lo que sucede a su alrededor, poniéndose una venda como solución más eficaz a lo que ocurre. Un subtexto que suponemos King introduciría como crítica a la puritana e hipócrita sociedad de la época y la administración Reagan.




El gran mérito de Muschietti en la narración de la película es que no deja una sola secuencia sin tensión, manteniendo en desarrollo todas las facetas de la misma (retrato de personajes, sus entornos, la historia fantástica…). En cada secuencia tenemos un elemento extraño, de terror o de tensión, mezclándose el infierno social soterrado, las aventuras peligrosas de los chavales y el terror protagonizado por Pennywise (Bill Skarsgard).




El retrato de la infancia y la adolescencia, el verano lleno de bicicletas, los miedos infantiles, parajes para las aventuras, cloacas misteriosas, amistades selladas a fuego, primeras experiencias traumáticas, temores, complejos e inseguridades, primeros acercamientos a la sexualidad… es afortunado aunque ya visto. Además, los sucesos misteriosos remiten a la planificación de esa obra maestra que es E. T. El extraterrestre (Steven Spielberg, 1982), con una mirada truculenta, donde solo ellos, los niños o adolescentes, pueden ver al pavoroso payaso y sus escabrosas escenas, porque es a ellos a quieesn es más fácil atacar en sus miedos para alimentarse, porque son ellos los inocentes ajenos a ese universo infernal.




“Los perdedores” son una pandilla, pequeña familia sustitutoria, que irá creciendo en el verano gracias a los mismos miedos, complejos e inseguridades que alimentan a Pennywise, donde la debilidad es también el remedio, donde no se juzga, solo se comprende, donde nadie esconde esas fragilidades. Cada miembro del grupo tendrá un rasgo definitorio que marcará su debilidad (tartamudeo, raza, rumor de promiscuidad, asma, gafas, sobrepeso…). Todos los chavales, empezando por Jaeden Lieberher y terminando por Sophia Lillis, están muy bien.




Uno de los aspectos más interesantes del film es cómo en su magnífico ritmo narrativo, salpicado de sustos, retrata los entornos familiares de los personajes. Unos entornos conflictivos en su totalidad, donde la relación con los padres y el domicilio se convierten en pequeños infiernos o prisiones que tienen mucho que ver con los miedos o inseguridades de los que se alimentará Pennywise. Es especialmente escalofriante ese magnífico detalle de la televisión. En todas las casas el único programa que se ve es uno infantil que no para de hacer referencia a los payasos, las cloacas y “flotar”, referencias a la trama macabra y mágica del film; es el mundo infantil pervertido desde el propio hogar.




La dirección de Muschietti es ágil y de gran ritmo, muy acertada, con un gran uso de los recursos visuales y las angulaciones para sacar partido del terror. Observen sus oportunos picados, realmente escalofriantes en ocasiones, o el juego con los segundos planos, donde un elemento del encuadre se aparta o desaparece para lograr el impacto con una aparición detrás de él. Pero son muchos y variados. Logra mantener la tensión en cada escena, y tiene buen material para ello al que saca provecho. Mucho más acertada esta nueva obra del director que su anterior Mama (2013) dentro del género, que también tenía buenos detalles de dirección. Además, en las muchas set pieces que forman la cinta, es una cinta que se vertebra en ellas más que en la sucesión fluida y lógica de acontecimientos, logra crear estupendas atmósferas en cada una de ellas. Hay imágenes muy potentes, aunque no haya incluido la afamada orgía.




Las apariciones de Pennywise son muy efectivas en la mayoría de los casos, poco sutiles o inteligentes en otros, y los poderes, unas veces tremendos y otras extrañamente timoratos, esclavos de las arbitrariedades que a veces tenemos en este tipo de cintas.

La aceptación de la muerte, el compromiso de la amistad, la necesidad de afrontar y superar los miedos… son temas claves de la cinta.

Hay arbitrariedades, tópicos y, un defecto que me exaspera pero muy extendido, un exceso de verbalización explicativa que no hace falta, pero el resultado final es notable y más que satisfactorio para los que gusten de las adaptaciones de King y el cine de terror. Véanla, merece la pena.


2 comentarios:

  1. Escuché solo buenas críticas, debe ser así como decís entonces...

    King criticó a Kubrick porque deshizo su obra... Y Stanley estuvo perfecto... Saludos 🙋

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    1. Gracias por el comentario, JLO. Seguro que al menos te entretiene.

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