ZEPPELIN ROCK: Joe Bonamassa – Different shades of blue (2014): Crítica del disco Review

lunes, 29 de septiembre de 2014

Joe Bonamassa – Different shades of blue (2014): Crítica del disco Review


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia


Joe Bonamassa se ha convertido en uno de los guitar-hero del siglo XXI. Artista hipervitaminado, incapaz de estar quieto, se dedica a publicar dos o tres trabajos al año entre aquellos que firma con su nombre y los que edita en colaboración con otros. En los últimos años le hemos escuchado con Beth Hart o con Glenn Hughes en Black Country Comunion. Esta prolífica actividad provocó que sus dos últimos discos de estudio carecieran del punch y la calidad a la que tenía acostumbrados a sus seguidores. No eran malos, al contrario, siempre es un valor seguro, pero no llegaban. Faltaba un poco de dedicación, quizá de planificación.

Pero, por fin, Joe Bonamassa se ha decidido a parar, a construir, a dedicar el tiempo necesario para parir un álbum a la altura de su fama, este Different shades of blue, artefacto con once composiciones propias, ayudado por gente como Jonathan Cain (Journey), James House y Jerry Flowers. Once cortes que viajan entre los muchos matices que el guitarrista ha buceado en su ya larga discografía.



La inicial "Oh, beautiful!" ya deja boquiabierto con esa guitarra puro Kossoff, una magistral interpretación llena del tufo blues y rock que tan bien ejecuta. En la siguiente, "Love ain’t a love song", se nos cuela un Hammond, las trompetas y un ritmo funky estupendo. Un toque bigband blues sorprende en "Living on the moon". Hasta aquí, tres pelotazos donde ya comprobamos varias cosas que se confirman en el resto de canciones. Los músicos no son ya meras comparsas; han adquirido cierto protagonismo. Los arreglos enriquecen los temas, descubrimos variedad, matices, juegos entre percusión y melodía, cambios de tonalidad, profundidad, algo que se echaba de menos en los últimos (buenos) trabajos del neoyorquino. El mejor trabajo desde The Ballad of John Henry, me atrevo a decir.

Entre los instrumentistas que le acompañan nos encontramos a Anton Fig a la batería, Carmine Rojas al bajo y Reese Wynans a los teclados, más otros cuantos ayudantes en percusión, vientos y coros. La producción, cómo no, la realiza Kevin Shirley, excelente de nuevo, esta vez con la colaboración de Roy Weisman.

Retomando el disco, estupendas interpretaciones de guitarra classic blues en "Heartaches follow wherever I go" y "I gave up everything for you, ‘cept the blues" (cómo suena a B.B. King en esta). En "Never give all your heart" se cuela Pete Townshend. En "Get back my tomorrow", "So, what whould I do" (qué bien le sentaría a Beth Hart) o el single "Different shades of blue" suena, simple y exactamente, a Joe Bonamassa.

Un tipo inquieto, un genio del bluesrock que nos regala un álbum plagado de buenas canciones, muchos ticks al pasado, adornos y un montón de inspiración. Un conjunto de canciones que gana con la segunda, la tercera, la cuarta escucha. Además, este sea, quizá, el mejor trabajo vocal de Joe, que tampoco lo hace nada mal.

Oh beautiful! En Goear


©Rockología

2 comentarios:

  1. Pues te digo una cosa....a mi me parece que en este disco le corre la sangre por las venas. Tiene un apice de calidez y a primera escucha me ha parecido diferente al resto de su prolifica discografia. Le dare unas cuantas escuchas más...parece que ha salido de la tumba

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    1. Ostras, qué buena expresión. No se me habría ocurrido a mí. Si eres seguidor del grupo, suena moderno pero con el toque de siempre del grupo. Yo creo que merece la pena darle un par de vueltas. Un saludo.

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