por José Manuel Albelda (@jmalbelda)
con el blog La vuelta al cine en diez películas
En un actor es muy tenue la línea que separa su posible encasillamiento de su devoción y fidelidad por un determinado género. Dicho esto, ¿fue Peter Cushing un actor encasillado? No, desde luego que no. Porque Peter Cushing fue grande en registros y matices, aunque la mayor parte de su filmografía estuviese ligada al cine fantástico y de terror.
Hammer y Amicus, ciertamente, fueron como sus segundas casas durante varias décadas, y aunque muchos de sus papeles estuvieran marcados por un patrón muy similar siempre hubo una reinvención constante de sus respectivos personajes gracias a su capacidad interpretativa, infinita, ambigua, fascinante, y a su dicción prodigiosa: este conjunto de cualidades -casi milagrosas- es muy poco frecuente en un actor. Lo tuvo Karloff, no así Lugosi. Por tanto, Cushing fue un maestro en constante mutación aunque la mayoría de sus roles básicamente consistieran en variaciones sobre el mismo tema. Un título -por tratarse de una adaptación televisiva y no cinematográfica- está deliberadamente excluido de la lista que presentamos aquí: su interpretación en el orwelliano 1984 producido por la BBC. Merece la pena, no obstante, reivindicar este trabajo, sin duda a la altura del que realizaran otros gigantes como Edmond O'Brien y John Hurt.
Diez magníficas ocasiones para conocer quién fue el gran Peter Cushing
“La maldición de Frankenstein”, de Terence Fisher.
“Moulin Rouge”, de John Huston.
“Hamlet”, de Laurence Olivier.
“Drácula”, de Terence Fisher.
“Dr. Who and the Daleks“, de Gordon Flemyng.
“Las amantes del vampiro”, de Roy Ward Baker.
“Las novias de Drácula”, de Terence Fisher.
“La guerra de las galaxias”, de George Lucas.
“El perro de Baskerville”, de Terence Fisher.
“Biggles”, de John Hough.
©José Manuel Albelda
No hay comentarios:
Publicar un comentario