ZEPPELIN ROCK: Las MEJORES PELÍCULAS de 1993 - Lo mejor del cine de ese año

domingo, 28 de julio de 2019

Las MEJORES PELÍCULAS de 1993 - Lo mejor del cine de ese año

La lista de Schindler.

por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



Como ocurría en los 80, el año de maduración de la década es ya entrada esta. 1993 puede entrar, perfectamente, en el Top histórico de mejores años de la historia del cine. Quizá no tenga la abundancia de obras maestras de años de la etapa clásica, pero sí que hay muchas y además una ingente colección de títulos notables, muy exitosos o reconocidos. Un año ecléctico, maduro, con ejemplos de genialidad en multitud de géneros. Y con una terna de directores asombrosa, que lograron hitos en lo artístico y lo comercial con sus obras de este año, como comprobarán. Altman, Eastwood, Branagh, De Palma, Spielberg, Ramis, Frears, Ang Lee, Scorsese, Pollack, Ivory, Peter Weir, Attenborough, Woody Allen, Wenders, Demme, Kurosawa, Cronenberg… Ahí lo dejo.

La ardilla roja.


-----------------------

Las mejores películas de 1993
(lo mejor del cine de ese año)



¿A QUIÉN AMA GILBERT GRAPE?, de Lasse Hallström. 

Estupendo drama de Hallström con una portentosa interpretación de Leonardo DiCaprio (he visto pocos discapacitados como el suyo, si es que vi alguno), actor que además nos deja otra notable encarnación este mismo año en “Vida de este chico”… para aquellos que estuvieron denostándole por participar en la soberbia “Titanic”.


ACCIÓN MUTANTE, de Álex de la Iglesia. 

Frikada al más puro estilo De la Iglesia, comedia negra y de Ciencia Ficción, un debut que ya mostraba el estilo, aunque sin depurar y con pocos medios, de una de las voces que más han destacado en nuestro cine en estas últimas décadas.




ADIÓS A MI CONCUBINA, de Chen Kaige. 

Buen, y extenso, drama chino, ambientado en 1925 con la convulsa situación política del país oriental y el arte como refugio redentor y liberador.


ALGO PARA RECORDAR, de Nora Ephron. 

Uno de los grandes títulos de la nueva comedia romántica, donde Tom Hanks y Meg Ryan forjaron una alianza iconografía que rinde tributo a “Tú y yo”.


ALITA, ÁNGEL DE COMBATE, de Hiroshi Fukutomi. 

No, no es la producida por James Cameron, es una adaptación animada del manga de Yukito Kishiro, un anime de menos de una hora reseñable para los más fans.


AMOR A QUEMARROPA, de Tony Scott. 

Una de las más destacadas películas de Tony Scott, con guión de Tarantino, música de Hans Zimmer y el talento visual del director. Grandes diálogos, buenas escenas de acción, un amor postmoderno… Trepidante, efectivo y acertado. Una joyita.




ATRAPADO EN EL TIEMPO, de Harold Ramis. 

Obra maestra de Ramis, clásico absoluto, ingenio desmesurado, parábola moral, metáfora sublime, un Bill Murray inconmensurable… No se la pierdan o… repitan.




ATRAPADO POR SU PASADO, de Brian De Palma. 

Obra maestra de De Palma. Quizá su mejor película… y mi favorita. Da auténtico placer físico ver cómo rueda De Palma. Un Noir que rescata la esencia clásica, la trama rocambolesca, la fatalidad, el mundo sórdido, lo urbano… donde Al Pacino lo gobierna todo con una presencia deslumbrante. Recomendadísima.




BAD BOY BUBBY, de Rolf de Heer. 

Esta es una recomendación para los más frikis, por lo que los demás quedan advertidos. Una rareza que encantará a los que busquen cosas distintas y, también, arriesgadas.


BENNY Y JOON, EL AMOR DE LOS INOCENTES, de Jeremiah Chechik. 

Un título (el de la traducción) que describe bien las esencias de las relaciones de los protagonistas, con un Johnny Depp que repite, haciendo uno de esos personajes que tanto le gustan, algo extraño, tierno, entrañable… Agradable comedia romántica.


CAFÉ IRLANDÉS, de Stephen Frears. 

Una genialidad de Frears. Me encanta cuando se mete en estas cintas pequeñas, comedias dramáticas sinceras, genuinas. El cineasta británico saca lo mejor de sí mismo. Muy recomendada.




CORAZÓN INDOMABLE, de Tony Bill. 

Esta es sensiblera, para llorar pase lo que pase… y una debilidad. No es el culmen del cine, pero sí un título que expone emociones tan intensas como sinceras gracias al buen dibujo de personajes.


CORAZONES Y ALMAS, de Ron Underwood. 

Encantadora comedia fantástica sobre redenciones de ultratumba y un Robert Downey Jr. pre Iron man.


CRONOS, de Guillermo del Toro. 

El primer largo de Del Toro, un trabajo que me gusta mucho y donde se da una visión original del tema vampírico, muy manido. Y el fetiche de los relojes, el color rojo… obsesiones del director. Buen film fantástico.




EL BANQUETE DE BODA, de Ang Lee. 

Fantástica comedia dramática con la que Lee comenzó a llamar verdaderamente a atención. Aguda e ingeniosa cinta sobre las tradiciones y los prejuicios donde no faltan los conflictos culturales, raciales y sexuales. Una pequeña joya muy recomendable.


EL CLUB DE LA BUENA ESTRELLA, de Wayne Wang. 

Y otro director de origen oriental con una mirada tan lúcida como entrañable (se basa en la novela de Amy Tan), tan profunda como sensible, siguiendo el periplo de varias familias desde China a Estados Unidos, su lucha, su sacrificio, su superación tras la desgracia, donde destacan, especialmente, los retratos femeninos.


EL FUGITIVO, de Andrew Davis. 

Se marcó un puntazo el bueno de Davis con la adaptación de la conocida serie televisiva. Un trepidante thriller que le dio el Oscar a Tommy Lee Jones por perseguir incansablemente a ese falso culpable encarnado por Harrison Ford.


EL INFORME PELÍCANO, de Alan J. Pakula. 

Aceptable y convencional thriller de tintes políticos donde Pakula se mueve con soltura. Julia Roberts y Denzel Washington lideran la función.




EL JARDÍN SECRETO, de Agnieszka Holland. 

La aventura, la fantasía y el arte como evasión, la amistad, la familia y el espíritu positivo como ingredientes de esta acertada adaptación de la novela de Frances Hodgson Burnett.


EL MAPA DEL SENTIMIENTO HUMANO, de Vincent Ward. 

De buena factura, con entornos árticos y bélicos, Ward desarrolla un drama sobre prejuicios, absurdos y la incontenible naturaleza dentro de las relaciones humanas y románticas.


EL OLOR DE LA PAPAYA VERDE, de Tran Anh Hung. 

Lírico y costumbrista retrato que fue nominado al Oscar y que nos trae una cultura no siempre comprendida en oriente. Sutil, sensible, silenciosa, sensitiva, esta cinta vietnamita tiene una gran calidad, si bien quizá no sea apreciada por todo el público.


EL PIANO, de Jane Campion. 

Exitosa y reputada película que dio el Oscar a Holly Hunter. Un drama romántico ambientado en el siglo XIX donde la pasión por el arte y las debilidades humanas se funden en un incontenible ardor. Un gran film con magníficas interpretaciones y gran guion.




EL VALLE DE ABRAHAM, de Manoel de Oliveira. 

Notable film de Oliveira, que realiza un gran trabajo desde la dirección. Un potente retrato femenino, de calado y categoría que también supone un reto para el espectador debido a su desmesurado metraje y ciertos recursos estilísticos y narrativos.


EN BUSCA DE BOBBY FISCHER, de Steven Zaillian. 

Un estupendo y entretenido título para los amantes del ajedrez, deporte que en principio no es especialmente cinematográfico, porque va más allá del juego para reflexionar sobre el talento y la vocación.


EN EL NOMBRE DEL PADRE, de Jim Sheridan. 

Soberbia película de denuncia de Jim Shediran, que logra ese difícil equilibrio entre lo comercial, lo reflexivo y la profundidad en el tema tocado. Además, el reparto, liderado por Daniel Day-Lewis, es excepcional y está sublime, desde Pete Postlethwaite a Emma Thompson. Tuvo siete nominaciones al Oscar y no ganó ninguna, pero es uno de los grandes títulos de la década.




EN LA LÍNEA DE FUEGO, de Wolfgang Petersen. 

Entretenido thriller protagonizado por Clint Eastwood, aunque no dirigido por él. Efectivo y competente, tiene un aliento clásico y seguro en ese duelo entre el policía y el asesino que encarna John Malkovich que la elevan por encima de la media del género.


ESA COSA LLAMADA AMOR, de Peter Bogdanovich. 

Country, Nashville y la última película de River Phoenix antes de su desgraciada muerte. Correcto drama musical.


FRESA Y CHOCOLATE, de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. 

Exitoso drama sobre la amistad con subtexto político que apela a la destrucción de los fanatismos y los prejuicios. Loable y emotiva propuesta.




GERMINAL, de Claude Berry. 

Sobre la famosa novela de Zola, Berri hace una poderosa y ambiciosa adaptación que no escatima en truculencia, naturalismo y brutalidad, a la que eran sometidos los trabajadores, los mineros, en la época del auge del proletariado y los movimientos socialistas.


GETTYSBURG, de Ronald F. Maxwell. 

Ambicioso y competente drama épico sobre el momento cumbre de la Guerra Civil norteamericana, con gran rigor histórico y un desmesurado metraje. Buena opción para conocer este trascendental acontecimiento.


INDEFENSO (NAKED), de Mike Leigh. 

Crítica social, el infierno y los demonios escondidos en el estado del bienestar. Un drama crudo y retorcido donde Leigh demuestra su gran talento.


KALIFORNIA, de Dominic Sena. 

Asesinos en serie en un thriller tenso y metalingüístico que tiene buen ritmo y atmósfera, y presenta a un Brad Pitt bastante entonado en un rol distinto al que había venido mostrando hasta ese momento. Entretenida y eficaz.


LA ARDILLA ROJA, de Julio Medem. 

En su peculiar estilo, Medem desarrolla esta historia de amor vertebrada en el poder sanador de la mentira.


LA CASA DE LOS ESPÍRITUS, de Bille August. 

Adaptando a Isabel Allende con reparto de relumbrón, pero resultados irregulares. Satisfactoria para los amantes de los dramas familiares, generacionales y de época.




LA EDAD DE LA INOCENCIA, de Martin Scorsese. 

Elegante y sofisticado drama de época donde Scorsese demuestran sus infinitos recursos, dotando de una contenida sobriedad a esa historia de amores presos en convenciones sociales. Excelente recreación y magníficas interpretaciones.


LA ESTRATEGIA DEL CARACOL, de Sergio Cabrera. 

Una comedia de tinte social y reivindicativo que fue un tremendo éxito, uno de los mayores del cine colombiano. La lucha de una diversa y particular comunidad de vecinos para evitar que los echen de su hogar por una recalificación urbanística.




LA LISTA DE SCHINDLER, de Steven Spielberg. 

Obra maestra absoluta, una de las grandes películas de la historia del cine, de esas que crean un antes y un después, que se afirman como referente esencial, catálogo y Biblia del tema tocado en cuestión. Nadie había mostrado la locura nazi y el genocidio de esta manera tan cruda, poética y conmovedora a la vez, nadie lo ha mostrado con esa capacidad y universalidad, tocando y abarcando absolutamente todo. Luego llegaron otras para mostrar aspectos concretos, más truculentas o explícitas (aunque esta lo es bastante) en momentos definidos o hechos aislados, siguiendo a este o aquel personaje, muchas notables, algunas sobresalientes… pero la de Spielberg es, sencillamente, el paradigma.


LA MADRE MUERTA, de Juanma Bajo Ulloa. 

Inquietante drama de original y tenso planteamiento para desarrollar reflexiones y emociones variadas e interesantes. Un atractivo título.


LA MÚSICA DEL AZAR, de Philip Haas. 

Adaptación de la soberbia novela de Paul Auster que si bien queda lejos de su referente, cumple con corrección. Merece la pena.


LA TAPADERA, de Sydney Pollack. 

Magnífico y trepidante thriller de Pollack, que adapta a Grisham, lleno de suspense y ritmo con un sensacional Tom Cruise y un espléndido Gene Hackman. Aunque todo el reparto está excelente, no hay más que ver a Jeanne Tripplehorn.




LLOVIENDO PIEDRAS, de Ken Loach. 

Otro clásico drama social de Loach que pretende tocar la fibra con un conflicto cotidiano y familiar desde las dificultades sociales. Reputado trabajo del director.


LO QUE QUEDA DEL DÍA, de James Ivory. 

Obra maestra absoluta. La perfección del cine de época y el drama romántico. El deber y la profesionalidad como razón de ser, como prisión a las emociones, la esencia humana y el amor sincero y genuino, que se derrama en una sutil caricia, un silencio, unas bromas con un libro… Una delicada pieza, una inconmensurable obra sobre el amor interiorizado, las pasiones autonegadas, los sentimientos que se escapan, indiscretos, en miradas o gestos casi inapreciables. Anthony Hopkins y Emma Thompson están perfectos. Imprescindible.



M. BUTTERFLY, de David Cronenberg. 

Cronenberg con un melodrama llevado al extremo en su particular estilo y particulares obsesiones. Una trama que le va como anillo al dedo, donde el morbo y la ambigüedad le sirven para indagar en los recovecos más secretos del alma humana.


MADADAYO, de Akira Kurosawa. 

El último film del maestro. Emotiva, profundamente humanista, sencilla y con los mejores valores que siempre defendió en su cine. Poco conocida y mencionada, pero merecedora de todo el reconocimiento.


MATINEE, de Joe Dante. 

Un Goodman disfrutando como un enano en esta entrañable reivindicación nostálgica. Ironía y guiño cinéfilo de Dante para aquella Ciencia Ficción metafórica de los años 50.


MISTERIOSO ASESINATO EN MANHATTAN, de Woody Allen. 

Una joya. Ejemplar comedia de misterio, obra maestra del género, repleta de ingenio e interés, donde los personajes y su desarrollo resultan tan atractivos como la trama. Quizá es de las películas con las que cualquier neófito mejor puede entrar en el universo del genio.




MOVIDA DEL 76, de Richard Linklater. 

Otro guiño nostálgico y setentero, con Linklater observando a la juventud que termina, por fin, el instituto para entregarse a los excesos vacacionales, las añoranzas y las esperanzas.


MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES, de Kenneth Branagh. 

Obra maestra de Branagh que regresaba a Shakespeare con un tono más ligero, una comedia llena de luminosidad, ingenio y luz veraniega, donde la guerra de sexos llega a su esplendor. Imposible no caer rendido ante el carisma y buen hacer de personajes y actores (espectacular reparto, como casi todos los de Branagh). Un trabajo de gran influencia.




NINJA SCROLL, de Yoshiaki Kawajiri. 

Acción, gore, sangre y vísceras sobre un subtexto pretendidamente político. Para fans del manga y el anime.


PARQUE JURÁSICO, de Steven Spielberg. 

Obra maestra de Spielberg, en esta ocasión desde la vertiente más lúdica, donde, como de costumbre, oculta en un atractivo y espectacular envoltorio, en este caso lleno de dinosaurios, y una amena trama que sedujo a propios y extraños, el verdadero propósito del film, que no es otro que una reflexión sobre la asunción de la paternidad, donde cada detalle y cada dinosaurio tienen un significado muy concreto. Fue la película más taquillera de la historia (algo habitual en la carrera de Spielberg, que lo logró al menos en tres ocasiones), que consiguió que los dinosaurios fueran un éxito también del merchandising.




PESADILLA ANTES DE NAVIDAD, de Henry Selick. 

No, no la dirigió Tim Burton. A ver si cala. Burton es productor y diseñó la estética con muchos dibujos, pero el director es Selick, que también ha dejado otras obras magníficas en stop motion. El horror y lo entrañable en perfecta comunión para rendir a los más pequeños… y a los mayores.


PHILADELPHIA, de Jonathan Demme. 

Emotivo y conmovedor drama con el que Demme se apuntó otro éxito, visualizando además en un mainstream el tema del Sida. Tom Hanks, que ganó el Oscar, está espléndido junto al resto del reparto, donde tenemos a nuestro Antonio Banderas.




PRINCIPIO Y FIN, de Arturo Ripstein. 

Película dura esta del mexicano que adapta la novela de Naguib Mahfouz. Desoladora, triste, donde la ilusiones rotas y la decepción lo sobrevuelan todo. Hay que tener el estado de ánimo adecuado, pero el resultado es más que satisfactorio.


QUERIDO DIARIO, de Nanni Moretti. 

Moretti hace este ejercicio de brillante egocentrismo junto a su Vespa retratando la vida cotidiana en Roma a través de tres episodios distintos. Una excelente comedia llena de ingenio e inteligencia de repercusión mundial.




REBELDES DEL SWING, de Thomas Carter. 

Jóvenes melómanos fans del Jazz, música de libertad, enfrentados al régimen nazi. Efectiva y entretenida, con un gran reparto.


RED ROCK WEST, de John Dahl. 

Dahl es un interesante director de thrillers, reivindicador del Cine Negro clásico, al que dota de nuevas energías (eso del neoNoir, si acaso). Aquí logra un buen título, intenso, con mucha intriga e incluso humor.


ROMEO IS BLEEDING (DOBLE JUEGO), de Peter Medak. 

El director de “Al final de la escalera” entrega este thriller, también llamado NeoNoir, de correcta factura e historia con un reparto lleno de rostros conocidos.


RUDY, RETO A LA GLORIA, de David Anspaugh. 

Mucho éxito tuvo este drama basado en hechos reales sobre un despreciado joven que finalmente acaba logrando todos sus sueños, que son aquellos que el resto del mundo le decía no conseguiría, donde se reivindica el esfuerzo, el afán de superación y el sacrificio.


SANGRE POR SANGRE, de Taylor Hackford. 

Tres primos que cogen caminos muy distintos, opuestos incluso, en un poderoso thriller que además es drama carcelario. Los lazos de sangre, el honor, el amor, los entornos pervertidos… para un potente thriller poco conocido, pero notabilísimo.




SEIS GRADOS DE SEPARACIÓN, de Fred Schepisi. 

Notable comedia dramática protagonizada por Will Smith donde las mentiras, la homosexualidad, la ambición, el engaño son los pilares de su fundamento. Seguramente pocos la conocéis, pero estoy seguro de que si le dais la oportunidad os sorprenderá para bien.


SIN MIEDO A LA VIDA, de Peter Weir. 

Quizá de lo menos personal de Weir, también de lo peor valorado, pero la profundidad y talento con el que el director afronta el hecho de la supervivencia a un accidente, su capacidad simbólica y visual, elevan esta película intimista, introspectiva, mucho más de lo que se la apreció.


SONATINE, de Takeshi Kitano. 

De nuevo esa particular mirada del cineasta, entre nostálgica, tierna, poética y profundamente violenta. Un título que está entre lo más reverenciado del director.




STALINGRADO, de Joseph Vilsmaier. 

Superproducción alemana sobre la batalla de Stalingrado, una de las más violentas y sanguinarias de la historia. Recreación y ambientación notables. Y un resultado general magnífico en todos los sentidos.


TAN LEJOS, TAN CERCA, de Wim Wenders. 

Secuela de “El cielo sobre Berlín” de notable calidad, que mantiene el lirismo, la profundidad conceptual y la densidad reflexiva, por lo que estamos ante una de esas continuaciones dignas de su original.




TIERRAS DE PENUMBRA, de Richard Attenborough. 

Obra maestra del melodrama donde Anthony Hopkins vuelve a sublimar las emociones románticas (recuerden que está también en “Lo que queda del día”) encarnado al autor C. S. Lewis (creador de “Las Crónicas de Narnia”). Amores tardíos y genuinos, emociones sinceras, de hondura y a flor y piel, una Debra Winger adorable y una dirección perfecta.




TINA, de Brian Gibson. 

Correcto biopic sobre Tina Turner que recoge sus inicios y su éxito musical. Protagonizada por Angela Bassett. Sin sorpresas.


TOMBSTONE: LA LEYENDA DE WYATT EARP, de George Pan Cosmatos. 

Ha sido mil veces recreado. Aquí tenemos de nuevo aquel hecho histórico con Wyatt Earp y John "Doc" Hollyday. Un Western contemporáneo cumplidor y aceptable.


TRES COLORES: AZUL, de Krzysztof Kieślowski. 

La primera de la impagable trilogía de Kieślowski que honra a la bandera francesa. Para muchos es la mejor, para otros la segunda mejor… En cualquier caso una película extraordinaria que está entre lo más destacado de este excelente año. Y con una bellísima Juliette Binoche.




UN DÍA DE FURIA, de Joel Schumacher. 

Muy exitosa esta película, quizá porque muchos terminaron identificados con el personaje de Michael Douglas, al menos en muchas cosas, y ese rapto de ira producto de una vida de sufrimientos que busca catarsis.


UN MUNDO PERFECTO, de Clint Eastwood. 

Otra de las películas sobresalientes de Eastwood, que dota de humanidad, carisma y profundidad a todos sus personajes. Aquí hace verdaderamente entrañable la relación de un niño con su secuestrador, un despiadado, aunque en el fondo con su corazoncito, Kevin Costner. Adoro este film, sobre todo porque mantuvo la cara alta a pesar de ser el que siguió a “Sin Perdón”.


UNA HISTORIA DEL BRONX, de Robert De Niro. 

No se ha prodigado mucho De Niro en la dirección, pero cuando lo ha hecho ha resultado realmente satisfactorio (su otra película es de 2006, “El buen pastor”). Esta es la mejor de las dos que ha realizado, un relato del Bronx donde se dilucida la infancia, los caminos que tomará, la juventud, el descubrimiento… con una sensibilidad exquisita. Un padre (De Niro) y un fascinante integrante del mundo de la mafia (Palminteri) que se disputan al joven hijo de De Niro… Mirada nostálgica, personal y emotiva.




VIDA DE ESTE CHICO, de Michael Caton-Jones. 

De Niro y DiCaprio compartiendo familia. Dos actores con más presencia este año, como habréis podido comprobar. Un buen drama de grandes interpretaciones.


VIDAS CRUZADAS, de Robert Altman. 

Obra maestra de Altman que adapta con virtuosismo a Raymond Carver. Reparto coral y espectacular, historias diversas y el talento de un realizador que logra aquí una de las cimas de su filmografía.




¡VIVEN!, de Frank Marshall. 

Logra Marshall un competente relato sobre la supervivencia desde la escabrosa historia real de un accidente aéreo ocurrido en los Andes en 1972, donde los supervivientes terminaron recurriendo al canibalismo para poder subsistir. Narrada con tacto, autenticidad y pulso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario