ZEPPELIN ROCK: Van Halen - 5150 (1986): Crítica reseña

sábado, 25 de noviembre de 2017

Van Halen - 5150 (1986): Crítica reseña



por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia





Después del megaéxito que significó el disco 1984 y la fuga (¿o despido?) del cantante David Lee Roth, Eddie Van Halen fichó para la banda a Sammy Hagar en una apuesta arriesgada. Sin entrar en la divina polémica sobre qué etapa gusta más o menos, cabe decir que Sammy poseía unas cualidades melódicas más amplias que las de David y resultó un cantante más versátil, pero, por contra, carecía del carisma y el poder de un tipo tan especial como Mr. Roth. El cambio también se notó en las letras, pues, aunque se seguía hablando de sexo y chicas, se apartó un poco lo explícito o el sentido del humor macarra y comenzó a hablarse de sentimientos y compromiso.




Sin embargo, no fue la única novedad. El grupo cambió de productor: abandonó a Ted Templeman (las malas lenguas dicen que por colaborar con DLR) y juntaron a Mick Jones, líder de Foreigner, y a Donn Landee, quien había trabajado como ingeniero en su anterior trabajo. Junto con la propia banda, viraron el sonido general del álbum hacia texturas más melódicas dejando de lado (un poco) cierta rabia y espontaneidad. La guitarra de Eddie pasa a un segundo plano y aumenta el uso de sintetizadores. Las voces y las melodías cobran preferencia sobre el lucimiento y la técnica del virtuoso guitarrista. Mick Jones hizo un excelente trabajo con las voces y las melodías, desde luego.

En cualquier caso, 5150 contiene un puñado de buenas canciones. De hecho, aunque no siempre resulte significativo, se editaron cinco singles. El más exitoso de ellos fue Why can’t this be love?, una de las perlas de esta nueva andadura musical de la banda. Protagonismo absoluto para las teclas, siguiendo la estela de Jump, sobre la que Sammy hace una de sus mejores interpretaciones. El puente y el estribillo, soberbios.




Otro tema basado en la melodía y el teclado, una balada de nivel, lo compusieron a última hora y lo titularon Love walks in. En este caso Eddie le mete un solo corto pero de calidad, muy en relación con la melodía y el devenir del tema. Esta es otra de las constantes de 5150, los solos se van entrelazando con el resto del tema y en pocas ocasiones tienen un protagonismo especial.

Best of both worlds triunfa por su ritmo enérgico donde Alex y Michael mandan. Sobre ellos, ahora sí, Eddie se marca una fabulosa línea de guitarra, pasa de teclas y lo adorna todo con un buen solo. Estribillo pegajoso y efectivo.

Como en la anterior, Summer nights se basa en un trabajo precioso de la guitarra. Con esta canción Hagar se ganó el puesto: Eddie le enseñó el lick principal y sobre él tuvo que improvisar el pelirrojo una melodía y una letra. Al final, la canción se metió por méritos propios en 5150. Un tema que mantiene ciertas similitudes con la etapa DLR. Otro gran solo (¡qué corto!) del maestro.




Intentando no romper de manera traumática con el sonido de los años anteriores algunos temas se quedaron en un limbo particular. Querían emular lo que hubiera sido tener aún a DLR en la banda pero no dieron encajan. Sammy tiene sus virtudes pero no cuela como gigoló. Así, Inside, que cierra el disco, y Good enough, que lo abre, mantienen cierta esencia gamberra y algunos clichés pero desentonan en el conjunto, especialmente Inside.

Sin embargo, en Get up o la propia 5150 contamos con buenos trabajos de guitarra herederas de Fair warning (por poner un ejemplo). Get up es rápido, desbocado y contiene la mejor interpretación de la pareja rítmica. 5150, más comedido, contiene un excelente riff de Eddie que desarrolla su dinamismo alrededor de una letra muy acertada de Sammy y se adorna con uno de los grandes estribillos del disco.




Otro single que permitió mantener el estatus de ventas a Van Halen también estaba lleno de teclados. Dreams pasa por ser empalagosa y simplona, pero cuando la escuchas detenidamente resulta un buen tema con todo lo que Eddie buscaba en aquella época. Buenos arreglos, melodía cercana al AOR, estribillo y su guitarra..

El álbum llegó a vender seis millones de copias, el tercero más vendido de Van Halen tras su debut y, cómo no, 1984. No dejes de escucharlo, con David o con Sammy, Van Halen es una de las bandas más grandes de la historia de nuestra música.

Puedes escucharlo completo y remasterizado aquí.

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