ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA de la película DOWN TERRACE (Ben Wheatley, 2010): Review

domingo, 3 de abril de 2022

CRÍTICA de la película DOWN TERRACE (Ben Wheatley, 2010): Review

 


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)




Es esta una cinta bizarra típicamente inglesa en lo que respecta a la interpretación de los personajes y la ambientación de la trama, aunque abordada de manera muy original. Hablo, claro, de Down Terrace, la historia de una familia con oscuros negocios. Recién salidos de la cárcel tras ser absueltos después de cuatro meses detenidos, Bill y su hijo Karl regresan a casa dispuestos a no dejarse ver demasiado por la ciudad durante un tiempo. Así, de esta manera, se nos muestra la cotidianeidad del patriarca, antiguo experimentador con las drogas, estudioso de la cultura tibetana, el autocontrol y esas mandangas, un nostálgico que abruma a su hijo con discursitos moralizantes de filosofía sixties. 



Luego está Karl, el hijo, un tipo aparentemente normal pero con tendencia a la histeria a la mínima ocasión, un treintañero que respeta y detesta a su padre por igual. También está Maggie, la madre, el pegamento que une a la familia, el cojín que amortigua los choques de carácter, la mujer encerrada en un hogar de clase media baja –aunque sin un pelo de tonta- que defiende y oculta al exterior lo que ocurre tras sus paredes. Por último tenemos a Garvey –el pobre lerdo con sobrepeso- y a Eric, dos peones de la organización a la que pertenecen todos. Sin embargo, no todo va bien. Al parecer existe un topo entre ellos y cuando aparece la novia de Karl –a la que hace seis meses que no ve- y está embarazada, Bill, paranoico y celoso de la seguridad de la familia, no oculta su malestar.





Amiguitos, la crítica ha dicho de Down Terrace que se trata de una mezcla entre Ken Loach y los hermanos Coen. La verdad es que, pese a ser un voraz consumidor de cine, no me considero un entendido, por lo que no os puedo decir si estoy o no de acuerdo con esa afirmación aunque es cierto que un aroma a Coen sí que advierto. Sin embargo os diré que me ha parecido una cinta muy original, con un guion extraordinario y unas interpretaciones magistrales que nos hacen creer que no estamos viendo una película sino la vida de una familia normal, ordinaria y corriente. Por supuesto, no es una película de gángters al uso, ya que está ambientada en el mundo del hampa de una ciudad costera británica pero no hay casi violencia, y cuando esta estalla en realidad no guarda relación estricta con el crimen. Se trata del retrato humano de unas gentes al margen de su trabajo –algo que se refleja en muchas películas-, aunque lo que ocurre esta vez es que el trabajo de la familia es delinquir. Definitivamente, tampoco es –como la de la entrada anterior- una cinta de las que os acostumbro a hablar, pero está llena de escenas geniales, como la de Bill y su abogado sentados en la salita de casa tocando blues con sendas guitarras acústicas o cuando un tarado excombatiente en Bosnia se ofrece a la familia como asesino y Bill le pregunta si ya está en internet. Sorprendente, interesante, inteligente y recomendable.

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