por JLBM
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The Hunter
A decir verdad es que lo tenían todo: tenían la imagen, tenían la actitud, tenían las influencias adecuadas, ¡pero si hasta el nombre con el que se bautizaron era irresistible!... Pero lo más importante es que Hanoi Rocks tenía las canciones. Y todas están aquí, en este álbum. Grabado un ya lejano mes de diciembre de 1983 en el Marquee londinense, All Those Wasted Years recoge a la banda finlandesa en su medio natural: sobre las tablas de un escenario. Capitaneados por Michael Monroe y Andy McCoy, cinco tipos ataviados como piratas, a cuál más carismático, tomando al abordaje a una audiencia rendida desde el mismo instante en que suenan las primeras notas del clásico instrumental "Pipeline" hasta esa paroxística despedida con las relecturas de "Under My Wheels", "I Feel Alright" y "Train Kept-A-Rollin'".
ÁCS
He aquí una serie de vitolas que la marca holandesa Lugano dedicó a uno de sus héroes nacionales, el almirante Michiel de Ruyter. Consta de un total de 12 pequeñas vitolas con momentos de la vida de este personaje histórico para el país neerlandés y su armada, cuya vida podéis leer por extenso en Internet entrando en la página correspondiente de la consabida enciclopedia digital. Por cierto, también hay película del director Roel Reiné publicada en 2015 con el título de Michiel de Ruyter: El almirante.
Las ocho canciones suenan fenomenal. Comenzando la cara A con la batería inconfundible de Backgruond radiation, un temazo que en directo te vuelve loco. Sigue Like a lost child, más complejo, con un arreglo vocal fenómeno y una letra muy buena. De mis favoritos, A farewell to November, tempo lento que se anima al final. Cierra la cara Another bright sunday, muy currado, con unas guitarras muy buenas. La cara B se abre con un aroma a Humble Pie bajo el título Space mambo y sigue con otro temazo, Maybe forever, donde las armonías me ganan y ese tufillo southern. Paranormal circus, el tema más largo, contiene un jugoso trabajo de batería y bajo. El cierre con las acústicas Blue Jay wings pone la guinda a un álbum muy bien ejecutado.
En cuanto al vinilo... bueno, nada del otro mundo. Lo conseguí a través del crowfounding que Eldorado promovió para la grabación del álbum. Estéticamente deja bastante que desear: tanto portada como contraportada resultan algo cutres, los materiales están bien y el vinilo suena perfecto, pero no trae ningún encarte ni créditos. Un poco pobre, vamos.
Para los que no conozcáis a la banda: a la voz Jesús Trujillo, a las guitarras Andrés Duende, al bajo César Sánchez y en la batería Javi Planelles (luego fuera de la banda y sustituido por Christian Giardino, hijo de un famoso guitarrista). Además de este, os recomiendo la versión castellana del anterior, titulado como la banda.
por Dani Matute (@dmatuteb)
Este que hoy, os presento, The Mission, es un grupo inglés que siempre verás encuadrado en el apartado de Rock Gótico. Fueron fundados en Leeds en el 86 por el vocalista y guitarrista Wayne Hussey y el bajista Craig Adams, que salieron de los Sisters of Mercy. En principio, iban a llamarse The Sisterhood, pero tuvieron que desecharlo por la similitud entre ambos nombres y porque el club de fans de los Sisters of Mercy eran conocidos, precisamente, como The sisterhood. Para rizar aún más el rizo, en USA son conocidos como The Mission UK para diferenciarlos de un grupo de rythmn & blues de Filadelfia. Reclutaron al batería Mick Brown y al guitarrista Simon Hinkler. Su primer disco, editado en 1986, se tituló God’s Own Medicine. Un disco con muy buenas críticas, con varios singles importantes y que, efectivamente, se podría catalogar como un trabajo de Rock gótico. Sin embargo, pronto quisieron no encasillarse y en su segundo álbum, publicado en 1988, giraron más hacia el hard rock. Y para ello, contrataron como productor de Children al exbajista de los Led Zeppelin, John Paul Jones. Un gran álbum que llegó al número 2 en las listas británicas. Como curiosidad, en una serie de seis conciertos en el London Astoria tuvieron la colaboración en el escenario del propio John Paul Jones y de Robert Plant.
La banda estadounidense de metal sinfónico/progresivo Abya lanzó su EP debut Prayer of Chaos. El lanzamiento fue grabado en "Abya Studio" en Tennessee y mezclado/masterizado por Manuel Álvarez. A continuación te dejamos un enlace donde poder escucharlo y unas palabras sobre el grupo. Anímate.
por JLBM
The Hunter
Supongo que estaréis conmigo en esto, que en plena fiebre "alternativa", que tu debut fuese grabado en la ciudad de Seattle bajo la supervisión de Rick Parashar (que por entonces gozaba de las mieles del éxito merced a su trabajo en el Ten de Pearl Jam) como poco te garantizaba la atención inmediata de los medios. Si encima, como mascarón de proa contabas con un single irresistible, no podías esperar -como así fue- más que el éxito. Dicha canción ("No Rain") transmitía alegría, placidez y jovialidad, sensaciones acentuadas por su correspondiente vídeo, con los miembros de la banda ataviados con abalorios y ropajes de los 70 en un bucólico entorno.
La banda polaca de Black Metal Dargor lanzó su nueva versión del tema del grupo Summoning "Land Of The Dead". El lanzamiento fue mezclado y masterizado por Adrian Jarosz, los gráficos promocionales fueron realizados por Michał 'Xaay' Loranc y el vídeo fue creado por Michał Kustra. Os dejamos el vídeo del cover de la canción señalada junto con unas palabras sobre el grupo.
por Dani Matute (@dmatuteb)
Esto debe de introducirse con la debida contextualización. Que nadie huya, que os hablaré del disco enseguida.
La reunión había resultado más corta e insatisfactoria de lo habitual. Así que decidí dar un pequeño rodeo perdiendo mis pasos por alguna calle perpendicular a San Bernardo en vez de tomar la Gran Vía para llegar al templo de Debod, donde había dejado el coche. Terminé cogiendo la calle Noviciado que siempre me ha parecido coqueta. Tampoco iba muy atento, pero, de repente, me paré en un escaparate que anunciaba un comercio muy peculiar: una pastelería perruna. Sí, pastelitos, tartas y galletitas para nuestros amigos peludos de cuatro patas. Esas cosas que solo puedes ver en las grandes ciudades, ya sabéis. Y fue entonces, curioseando esas delicias para gourmets caninos, cuando mis ojos cayeron sobre el escaparate de la tienda de al lado, que había pasado de largo momentos antes. Allí estaba el disco el vinilo que hoy os traigo, con un precio redondo de 20 euros.
The Hunter
Frente al colorido paisaje caleidoscópico de San Francisco, un monocromo y agreste paisaje rural; frente a conejos blancos, pistoleros del lejano Oeste; frente a constelaciones zodiacales, visiones de un/el apocalipsis; frente a la (auto)indulgencia y los excesos del Verano del Amor... ascetismo. Las canciones del que suponía el octavo disco de Bob Dylan parecen enfrentar dos mundos, dos maneras de crear música; así, sea cierto o no, la imagen de unos Beatles ocultos tras el árbol que asoma en la portada de John Wesley Harding sirve de jocosa y curiosa metáfora.