Lo que más y mejor ha caracterizado la carrera toda del grupo Darkthrone no ha sido otra cosa que la productividad, amén de la constante exploración. Los noruegos no paran, al punto de que desde 1991 jamás han pasado tres años sin que tengamos un nuevo trabajo del dúo y de hecho llegan a este 2024 lanzando prácticamente un disco por año desde 2019. Este ritmo prolífico evidentemente habla bien del descaro de Fenriz + Nocturno Culto, quienes funcionan bajo normas propias grabando lo que les sale de los huevos, sin embargo, también acaba mermando el factor sorpresa entre nosotros. Dicho en simple: muchas expectativas no existen ante un nuevo trabajo de Darkthrone pues sabemos que la banda en un año no te va a reinventar la rueda (tampoco hace falta eh?). Finalmente, sus álbumes vienen desde hace una década respondiendo a un metal podrido, pero que tiende al aletargamiento, con reminiscencias doom y estructuras repetitivas, elementos que lucieron bastante bien en toda la pasada por The underground resistance (2013) + Arctic thunder (2016) + Old star (2019), pero que inevitablemente fueron perdiendo frescura tanto en Eternal hails (2021) como en Astral fortress (2022), al punto de que este último ni siquiera llegué a comentarlo acá en el blog dado lo poco interesante que me pareció. En ese camino este nuevo It beckons us all se instala en la línea de sus dos antecesores inmediatos, es decir, mantiene esa tendencia a dar vueltas hasta el hartazgo sobre una idea al punto de hacerte perder interés sobre la propuesta presentada.
Dicho lo anterior, cabe mencionar que el álbum va de más a menos. Nos plantean acá un nuevo disco de pocas canciones pero extensas, son siete en cuarenta y tres minutos de música, abriendo y declarando intenciones en 'Howling primitive colonies', de sonido crudo donde los riffs de guitarra lo son todo pues la estructura gira en torno a estos y las voces no son más que un relato hablado que solamente complementa. 'Eon 3' va en la misma línea aunque apostando a una atmósfera más tétrica (las voces son meras exclamaciones de conceptos al aire) que realizará un giro (2:25) ralentizando aún más los tiempos. Por esto mismo, la velocidad que imprimen en 'Black dawn affiliation' sabe bien, aunque en la extensión parecieran querer ocultar la falta de ideas (lo que hacen en el quiebre del tema desde el minuto tres en adelante solamente dando vueltas sobre un riff, que quieres que te diga...) mientras que la Cara A cerrará con un instrumental de tres minutos que no disgusta pero tampoco encanta.
A la segunda parte del álbum llegamos con sensaciones encontradas, las cuales se acentuarán considerando que el dúo ha dejado para el cierre los dos temas más extensos del disco, 'The bird people of Nordland' de casi ocho minutos y 'The lone pines of the lost planet' que supera los diez. La primera deja mucho que desear, desganada en sus primeros cuatro minutos la intentan levantar acelerando hacia el final pero no alcanza mientras que la segunda abre con una guitarra limpia que ilusiona pero al minuto girará hacia otra estructura lenta y repetitiva con algún cambio poco atractivo durante el desarrollo.
Las sensaciones que deja este It beckons us all no son positivas. No es este el disco que uno le entregaría a alguien que no conozca a Darkthrone (salvo que quisieras que no les oyese nunca más) si no más bien un trabajo apto únicamente para amantes del dúo, quienes les vienen siguiendo el paso desde al menos los últimos veinte años y se han encariñado con esta etapa final cargada a las atmósferas (cada vez más) ralentizadas. Ahora, incluso en dicho contexto el disco falla a causa de la ausencia de momentos inspirados.
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