CRÍTICA de la película EPITAPH (Jeong Beom-sik, Jeong Sik, 2007): Review

 

by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)

del blog ¿Y tú quién te crees que eres, Piltrafilla?

Epitaph es una cinta surcoreana de fantasmas de los hermanos Jung. La historia comienza con el Doctor Park, un maduro profesor universitario abrumado por la culpa y la soledad que recibe un álbum de fotos que alguien ha encontrado después de treinta y siete años en las ruinas del hospital Anseng –a punto de ser demolido ese mismo fin de semana-, lugar en el que en invierno de 1942, durante la ocupación japonesa, tuvieron lugar unos extraños sucesos que son la raíz de la pesadilla en la que se ha convertido su vida. Eso sirve para que el Doctor rememore lo que ocurrió entonces dando comienzo al relato que ocupa el metraje mezclando varias historias subyugantes. Por un lado tenemos a Park –sensible y talentoso dibujante- destinado en la morgue en donde entablará una relación equívoca con el cadáver de una joven, al doctor Kim Dong-Wong y a su mujer In-Young, a un soldado que al parecer es la víctima de un asesino en serie y a una niña –única superviviente de un accidente de automóvil en el que sus padres han fallecido-, traumatizada por horribles pesadillas.

Epitaph es la historia de la relación entre almas en un plano en el que no existe división entre la vida y la muerte, el puro retrato del amor eterno con toda la crueldad que ello puede llegar a conllevar. La fotografía es preciosa, el desarrollo puede parecer lento pero creo que es lo que toca en una cinta como esta, la banda sonora y los efectos de sonido tienen una gran importancia... En resumen, una típica cinta surcoreana que –más que de terror- es un thriller fantástico inquietante y laberíntico, una película visualmente poética no indicada para los que se duermen ante argumentos enredados carentes de acción. Además, los saltos adelante y atrás en el tiempo e incluso la repetición de escenas ya vistas en diferentes momentos de la película obligan a mantener una atención que quizás no todos estéis dispuestos a llevar a cabo. Emocionante en diversos momentos –si la última escena y su melodía de piano no os pone un nudo en la garganta es que no tenéis sangre en las venas-, se trata en mi opinión de una obra muy interesante y recomendable, pero que no creo que guste a los amantes del terror más clásico.