Desconfianza
UN respetable hombre casado, trabajador incansable de alto rango en empresa telefónica, resulta ser una criatura atractiva que aprovecha sus perfilados encantos para llevarse a la cama a toda jovenzuela dúctil que en sus redes atrapa.
Pero quizá este hombre no esté casado, ¿quién sabe?, ni trabaje en una empresa de teléfonos, y aun es posible que nunca ligue con jóvenes porque, en realidad, es feo y desagradable. Pudiera ser. Además, ¿quién iba a fiarse de un narrador de medio pelo como yo? Ese hombre que no es nadie, quizá puedas ser tú, o yo, o ese viejecito de curvado perfil que pasa lento y silencioso si miras por la ventana en este momento.
ÁCS (ZRS)
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