CRÍTICA de la película DEVIL (John Erick Dowdle, 2010): Reseña

 

by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)

del blog ¿Y tú quién te crees que eres, Piltrafilla?

Devil es una película que nos cuenta la historia de cinco personas que no se conocen y se quedan atrapadas en el ascensor de un rascacielos de Philadelphia. No tardarán en ocurrir cosas extrañas y seremos conscientes de que una de ellas es el diablo. La cinta, dirigida por John Erick Dowdle, forma parte al parecer de un proyecto del realizador M. Night Shyamalan –productor y guionista- llamado Night Chronicles. Por mi parte, abordo la visión de la película con escepticismo. Este hombre ha rodado películas de todo tipo para mi gusto, desde inteligentes historias de suspense hasta bazofias inmensas pasando por obras de arte incomprendidas –dejo a vuestro albedrío identificarlas- por lo que, siendo Devil una cinta que ni tan solo ha dirigido, no las tenía todas conmigo. No han mejorado las cosas cuando he visto que los ocupantes del ascensor respondían a los clichés más trillados del cine de terror: la mujer de mediana edad, el ejecutivo, el joven valiente y la chica mona. Ah, y para contentar a las minorías, un negro. Además, el único que sospecha que algo diabólico está ocurriendo es –cómo no- un hispano muy religioso. Y para redondear el festival de estereotipos, investiga los hechos un policía con problemas de alcoholismo. Por lo menos, el número de la calle en el que está el rascacielos es el 333 y es que si llega a ser el 666 ya era para vomitar. Total que de lo que se trata es de ir disfrutando de las penurias del grupo mientras avanza el metraje, quienes van falleciendo mientras nosotros intentamos adivinar cual de ellos es el demonio. Debo deciros que desde que han entrado en el ascensor he descartado a tres y me he quedado con dos candidatos.

No obstante, piltrafillas, no debéis extraer de mi ironía una impresión errónea. John Erick Dowdle mantiene muy bien el ritmo y nos obsequia con varios sobresaltos efectivos que mantienen el interés aún a sabiendas de que al final lo más seguro es que hayamos adivinado cual de los atrapados es la encarnación del mal. Por mi parte no tengo ninguna duda en recomendaros –contra todo pronóstico- la visión y el disfrute de esta amena y notable cinta de suspense que me ha parecido una forma inmejorable de pasar una tarde de domingo. Una agradable sorpresa, amiguitos. Por cierto, al final ha resultado que el diablo era –en efecto- uno de mis dos candidatos.