ZEPPELIN ROCK: LOS MEJORES THRILLERS DE LOS AÑOS 80: películas de intriga de los años 80

domingo, 16 de mayo de 2021

LOS MEJORES THRILLERS DE LOS AÑOS 80: películas de intriga de los años 80

 

El corazón del ángel.


por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC




Los thrillers o los dramas eternizan cualquier lista que se quiera hacer porque son géneros donde se pueden incluir centenares de películas. En cualquier caso, tenía la necesidad de traer una lista de thrillers, la evolución del Cine de Gángsters, del Cine Negro, de la intriga de las décadas de la época dorada del cine, que se aglutinó en un totum revolutum donde a las tramas policiacas o de suspense se añadía la acción. He escogido los 80 porque fue una década donde el thriller adquirió unos códigos muy particulares y formularios que lo hicieron distintivo. He incluido además películas de muy distinto tipo, que podrían seleccionarse en otras listas, de otros géneros, por matices. Del mismo, he dejado fuera otras que podrían incluirse aunque el thriller no sea el género predominante, pero sí presente, por intentar cierta cohesión. De todas formas, creo que esta amplia lista es variada y contiene ejemplos muy variados y distintos de lo que es el thriller y a donde llegó su evolución. Un género indispensable.


Henry, retrato de un asesino.

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Los mejores thrillers de los años 80


1280 ALMAS (1981), de Bertrand Tavernier. 

Aceptable adaptación de la excelente novela de negra de Jim Thompson, que aunque no se acerque ni de lejos a su referente cumple en líneas generales.

A LA CAZA (1980), de William Friedkin. 

Sorprendente cinta que se adentraba sin prejuicios en los ambientes gays más sórdidos de la mano de un espectacular, una vez más, Al Pacino. Potente cinta.

ÁNGEL DE VENGANZA (1981), de Abel Ferrara. 

Venganzas en clave feminista de una víctima de doble violación. Sí, mucho antes que “Una Joven Prometedora” y bastante más contundente… Puro exceso.

ATRACCIÓN FATAL (1987), de Adrian Lyne. 

A Lyne le ganan pocos a efectismo. Aquí convierte la infidelidad en una auténtica pesadilla que muchos entendieron como moralista. Telita cómo se las gasta Glenn Close y cómo sufre Michael Douglas por culpa de sus calentones…



BLACK RAIN (1989), de Ridley Scott. 

Thriller esteticista ambientado en los bajos fondos de Japón, con la Yakuza y dos policías metidos en su infierno. Efectiva.

CALLES DE FUEGO (1984), de Walter Hill. 

Película de culto con espléndida banda sonora, de esas rockeras que se disfrutaban en la época. Una especie de Western urbano y futurista que a algunos les espantará, pero que entusiasmó a una buena legión de fans. Habría que ver cómo ha envejecido.

CARRETERA AL INFIERNO (1986), de Robert Harmon. 

Un pequeño clásico de culto que se maneja entre el thriller y el género de terror. Escalofriante Rutger Hauer, tiene escenas muy potentes. Una película muy entretenida, aunque sus claves hayan sido muy imitadas.

DESAPARECIDA (1988), de George Sluizer. 

Tremendo y escalofriante thriller, que en su pulso y sobriedad logra las emociones pretendidas. Fue un éxito que dio para remake americano, inferior a esta original. Recomendable si te gusta el género.

DISTRITO APACHE: EL BRONX (1981), de Daniel Petrie. 

La labor policial en el barrio más peligroso de Nueva York. Nos adentramos en la comisaría del Bronx y trabajo el policial, en una impotente carrera por intentar solucionar algunos de los infinitos delitos que allí se comenten. Como siempre, un gran trabajo de Paul Newman en este correcto thriller.

EL CORAZÓN DEL ÁNGEL (1987), de Alan Parker. 

Un Noir en clave fantástica y demoniaca con toques de terror, como mandaban los tiempos ochenteros (ya saben los géneros que predominaban). Potente cinta de culto donde recordaremos el buen trabajo de Rourke, al diabólico De Niro y la sensualidad de Lisa Bonet.

EL CUARTO HOMBRE (1983), de Paul Verhoeven. 

Verhoeven sin depurar, excesivo y provocador en una intriga de tintes surrealistas con violencia, sexo, asesinatos, imágenes perturbadoras y mucho talento visual.

EL ELEMENTO DEL CRIMEN (1984), de Lars von Trier. 

Una de las primeras cintas reseñables del cineasta danés. Un thriller surrealista no exento de interés aunque alejado de lo que sería su cine posteriormente.

EL HONOR DE LOS PRIZZI (1985), de John Huston. 

Gran película de Huston. Un acercamiento francamente divertido al mundo de la mafia con un satisfactorio toque cómico. Todos los elementos están perfectamente equilibrados, el romance, el thriller, la comedia, y con un reparto que está en estado de gracia: Jack Nicholson, Anjelica Huston (Oscar), Kathleen Turner…



EL LARGO VIERNES SANTO (1980), de John MacKenzie. 

Buen título sobre la mafia y sus luchas de poder protagonizado por Bob Hoskins. Un título potente y realista que quizá merece mejor suerte y reivindicación.

EL OJO DE LA AGUJA (1981), de Richard Marquand. 

Un estupendo thriller basado en la novela de Ken Follett, lleno de morbo y tensión, con un gran Donald Sutherland.

EL PRÍNCIPE DE LA CIUDAD (1981), de Sidney Lumet. 

Un gran título policiaco de Lumet donde se indaga en las interioridades del cuerpo policial y su corrupción. Un gran trabajo a reivindicar.

EL PROFESIONAL (1981), de George Lautner. 

Un duro Belmondo en un thriller de venganza eficaz, entretenido y atractivo. Si os gustan este tipo de películas, no lo dudéis, no os decepcionará.

EL TREN DEL INFIERNO (1985), de Andrei Konchalovsky. 

Con guión de Kurosawa, tenemos este divertido y potente thriller aventurero sobre evasiones carcelarias y supervivencia que es pura efectividad. Vibrante.

EN LA CUERDA FLOJA (1984), de Richard Tuggle. 

Aceptable thriller en la línea de los acometidos por Eastwood en la época. Duro, contundente, con una trama suficientemente atractiva. Entretenida.

GLORIA (1980), de John Cassavetes. 

Cassavetes nos deja otro gran personaje femenino para el recuerdo. Drama y trama de intriga con la mafia persiguiendo a nuestra protagonista, que protege a un niño con una importante información.

HENRY: RETRATO DE UN ASESINO (1986), de John McNaughton. 

Ciertamente sobrevalorada por la distinta visión que se daba del asesino en serie, es una aceptable cinta de culto de violencia explícita, dura, seca, sin concesiones, que elimina cualquier tipo de romanticismo respecto a la figura en cuestión.

HUNTER (1986), de Michael Mann. 

Fue Mann el primero que nos trajo a Hannibal Lecter a la gran pantalla. Fue con esta película y lo interpretó Brian Cox. Adapta “El Dragón Rojo” de Thomas Harris, que luego tendría una nueva versión y remake en 2002.



IMPACTO (1981), de Brian De Palma. 

Buen thriller de De palma, con un gran Travolta, que demostraba un talento que muchos obviaron. No está a la altura de otros títulos del cineasta, que maneja los resortes del suspense con competencia, soltura y brillantez.

IMPACTO SÚBITO (1983), de Clint Eastwood. 

Otra del detective Harry Callahan, en esta ocasión dirigida por el propio Eastwood. No es ninguna joya, pero sí eficaz y entretenida, lo que es suficiente.

INSEPARABLES (1988), de David Cronenberg. 

Cronenberg y el morbo, unidos casi indefectiblemente. Jeremy Irons se lo pasa pipa interpretando un doble papel. Gemelos inseparables, pérfidos, que terminan cayendo en un infierno de excesos y perdición por culpa de una mujer… Otro buen film.

JUEGOS DE GUERRA (1983), de John Badham. 

Un clásico de culto que seguro que los que eran chavales en los 80 recordarán bien. Videojuegos, informáticos y el peligro de un holocausto nuclear. Matthew Broderick es el protagonista de esta entretenida cinta.

LA JUNGLA DE CRISTAL (1988), de John McTiernan. 

Referente absoluto del cine de acción ochentero, de una influencia poco valorada, pero más que visible en las miles de cintas que, aún hoy, se siguen realizando siguiendo su fórmula. Una joya absoluta del género que encumbra a Bruce Willis como uno de los grandes héroes de acción de sonrisa ladeada.



LA PRESA (1981), de Walter Hill. 

Una de acción de supervivencia con tensión bien administrada y un retrato terrorífico de la Norteamérica profunda.

LA TRAMPA DE LA MUERTE (1982), de Sidney Lumet. 

Divertida cinta esta de Lumet. Intriga con buenas dosis de humor y un gran reparto. Un sano y recomendable entretenimiento.

LADRÓN (1981), de Michael Mann. 

Gran trabajo de Michael Mann, aunque hoy aparece olvidado dentro de su filmografía. Muy buen thriller de robos con James Caan en su salsa.

LOS INTOCABLES DE ELIOT NESS (1987), de Brian De Palma. 

Un clásico de los 80 donde De Palma demostró todo su potencial visual. Excelente, con escenas deslumbrantes, tanto en lo formal como en lo dramático (la de las escaleras como clímax homenajeando a El Acorazado Potemkin está en la antología) y un elenco protagonista espectacular con Costner, De Niro y un Sean Connery que tuvo Oscar.



ÚLTIMOS DÍAS DE LA VÍCTIMA (1982), de Adolfo Aristarain. 

Gran thriller de Aristarain con un espléndido Federico Luppi. La figura del asesino a sueldo en una trama rocambolesca, extraña, inquietante y fascinante.

MANHATTAN SUR (1985), de Michael Cimino. 

Mickey Rourke, aún reconocible, protagoniza este contundente, violento y vigoroso thriller que Cimino pareció rodar a modo de redención tras “La Puerta del Cielo”. Banda callejeras, drogas, mafia china…

MELODÍA DE SEDUCCIÓN (1989), de Harold Becker. 

Entretenido y pasional thriller, muy efectivo, que funciona además de por su interesante trama, por el trabajo de los actores, un Pacino y una Barkin espléndidos, como también lo está Goodman.

MONA LISA (1986), de Neil Jordan. 

Gran interpretación de Hoskins en este retrato romántico y obsesivo que nos adentra en el mundo del hampa y underground. Un thriller muy efectivo, sencillo y recomendable.

MONSIEUR HIRE (1989), de Patrice Leconte. 

Entre el drama psicológico y el thriller, esta adaptación de la novela de Georges Simenon consigue hondura y profundidad en unos personajes que llegan a emocionar.

NO HAY SALIDA (1987), de Roger Donaldson. 

Otra de Costner, esta basada en la novela de Kenneth Fearing, remake a su vez de “El Reloj Asesino” (1948) de Farrow. Un asedo thriller que también tiene un buen reparto con Sean Young y Gene Hackman.



QUERIDO DETECTIVE (1987), de Jim McBride. 

Cine Negro modernizado en clave de comedia. No es nada del otro mundo, pero tiene su cosa… Dennis Quaid y Ellen Barkin son los protagonistas.

RÉQUIEM POR LOS QUE VAN A MORIR (1987), de Mike Hodges. 

Efectiva película, carente de genialidades, pero que cumple con su cometido. Mickey Rourke es un terrorista del IRA que toma conciencia y pretende salir de la organización… pero no será tan fácil.

SANGRE FÁCIL (1984), de Joel Coen. 

El debut de los hermanos Coen, grandes referentes del cine en los años 90 y siguientes. Recogen la esencia del Cine Negro clásico (son grandes valedores del cine de género y, en especial, de los clásicos) para describir con soltura y frescura una típica historia de James M. Cain sin usar ningún libro suyo.

THE KILLER (EL ASESINO) (1989), de John Woo. 

Otro de los grandes éxitos de John Woo, donde mezcla melodrama y su vistoso y esteticista estilo violento. Un remake eficaz que está entre lo más destacado de su filmografía.

TIEMPO DE REVANCHA (1981), de Adolfo Aristarain. 

Soberbio trabajo de Aristarain en esta cinta argentina de gran prestigio. Una mezcolanza de géneros bien integrada, parte thriller, parte drama social y laboral, parte policiaco…

UN MAÑANA MEJOR (1986), de John Woo. 

Woo gozando de lo lindo con su estilo esteticista e hiperbólico para la acción y la violencia. Revolucionó el género, desde luego, y con este film empezó a darse a conocer internacionalmente.

ÚNICO TESTIGO (1985), de Peter Weir. 

Un joyita de Weir, que fiel a sus postulados, desarrolla sus reflexiones en una atractiva trama de intriga mientras da foco a la comunidad amish como pocas veces se ha hecho. Harrison Ford y Kelly McGillis tienen una fantástica química en ese amor sutil… Para el recuerdo secuencias como el baile al ritmo de la música con un coche como testigo…



VESTIDA PARA MATAR (1980), de Brian De Palma. 

De Palma vuelve a homenajear a Hitchcock, en esta ocasión con Psicosis como base. Con razón se ganó el apodo de heredero de Hitchcock. Un buen y eficaz thriller, que desde luego queda lejos de los del maestro, pero que satisface en cualquier caso con un gran trabajo de Michael Caine.

VIOLENT COP (1989), de Takeshi Kitano. 

El debut de Kitano en la dirección. Y demostrando su personal estilo con esa violencia seca y excesiva, cruda casi, mezclados con momentos de reflexión lírica. Un pequeño clásico de la época dentro del género.

VIVAMENTE EL DOMINGO (1983), de François Truffaut. 

Un Truffaut más ligero que puede recordar en cierto sentido a Hitchcock. Intriga y comedia bien integradas en esta simpática película.

VIVIR Y MORIR EN LOS ÁNGELES (1985), de William Friedkin. 

Estupendo thriller de Friedkin donde no hay buenos, pero sí bastante malos. Gran trabajo del director.

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