ZEPPELIN ROCK: LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DE LOS AÑOS 2000 (década 2000 a 2009)

domingo, 31 de enero de 2021

LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DE LOS AÑOS 2000 (década 2000 a 2009)

 

Déjame entrar.

por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



Aún quedan reductos del cine oriental que destacó en los 90, pero en esta década pujarán con fuerza los zombies. Sí, aquella moda que nos asoló durante años tiene su origen aquí, con los primeros ejemplos. El slahser volvió a desaparecer tras su resurgir noventero, por lo que el terror diversificó sus cabezas. El cine de fantasmas y casas encantadas, el thriller terrorífico, el terror metafórico o sociológico, el terror con monstruo… y zombies. Zombies o infectados, una amalgama de muertos vivientes o rabiosos que daban vueltas sobre lo mismo, con mejor o peor fortuna, hasta caer en la comedia y la parodia, que también traigo. La alienación social y del estado del bienestar anunciada a finales de los 90 y principios del nuevo siglo, tiene en este cine de zombies el mejor ejemplo metafórico desde el cine de terror. Vamos, que la moda cayó por su propio peso…


28 Semanas después.

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Las mejores películas de terror
Años 2000 a 2009



28 DÍAS DESPUÉS (2002), de Danny Boyle. 

Un buen título del cine de infectados/zombies, de los que seguramente ayudaron a incentivar la moda que aún hoy día nos asola. Irregular, con buenas ideas y otros momentos más convencionales, cumple con creces.



28 SEMANAS DESPUÉS (2007), de Juan Carlos Fresnadillo. 

Un estupendo film de infectados/zombies. Buen muestra de cine de género. Intensa y agresiva, gustó mucho este trabajo del director español. Recomendable.

AMANECER DE LOS MUERTOS (2004), de Zack Snyder. 

La película que alzó a la fama a Snyder. Una poderosa incursión en el cine de zombies ciertamente satisfactoria. Remake de la de Romero, es un sano entretenimiento.

AMERICAN PSYCHO (2000), de Mary Harron. 

Adaptación del polémico y exitoso libro de Bret Easton Ellis. Harron lo logra con eficacia, aunque prescindiendo de mucho material, tanto escabroso como musical, de la novela.

BIENVENIDOS A ZOMBIELAND (2009), de Ruben Fleischer. 

Ya sabéis, toda moda acaba en parodia. Comedia sobre la temática zombie, gamberra, fresca y original, que da respuesta a una necesidad entre tanto título sobre el temita. Para pasar un buen rato.



DÉJAME ENTRAR (2008), de Thomas Alfredson. 

Fantástica película que toca el tema vampírico desde un punto de vista original y distinto. La amistad de un aniña vampiro y un muchacho, mezclando drama y terror, es un triunfo en tono y forma, con una atmósfera realmente conseguida y un clímax deslumbrante, puro Bresson en clave terrorífica.

EL ESPINAZO DEL DIABLO (2001), de Guillermo del Toro. 

Un poco de terror y thriller ambientado en la posguerra civil española, para no perder la tradición. Correcto, aunque nada del otro mundo, trabajo de Del Toro.

EL ORFANATO (2007), de Juan Antonio Bayona. 

Juan Antonio Bayona pegó el pelotazo con su ópera prima, una cinta de terror que aprovechó el tirón de títulos de enorme éxito como “El sexto sentido” o “Los otros”, de las cuales difiere más bien poco. Un trabajo digno.

ESCALOFRÍO (2001), de Bill Paxton. 

Excelente mecanismo de terror dentro de un sutil y ambiguo  tratamiento de lo fantástico. Muy elogiada por voces reputadas, merece mucho más reconocimiento, porque es magnífica.

GRINDHOUSE (DEATH PROOF) (2007), de Quentin Tarantino. 

La parte que le correspondía a Tarantino, que se lo pasa en grande remedando estilos y texturas setenteros, incluso homenajeando al slasher y la serie Z, siempre con su personal estilo.



GRINDHOUSE (PLANET TERROR) (2007), de Robert Rodriguez. 

Esta es la parte de Rodriguez. Otro desfase que se zambulle en la orgía zombie. Son lo que son, pero los fans las apreciarán.

IDENTIDAD (2003), de James Mangold. 

Es un thriller que mezcla terror con elementos alegóricos. Es tramposa, pero ciertamente entretenida.

LA COMUNIDAD (2000), de Álex de la Iglesia. 

Buen título de Álex de la Iglesia, que en clave de comedia negra y con una soberbia Carmen Maura logra un gran espectáculo con homenajes hitchcockianos y mezcla de géneros. No es que sea algo excepcional, pero sí merece la pena.

LA MALDICIÓN (2002), de Takashi Shimizu. 

Otro éxito del terror japonés con fantasmas, casas encantadas y mucha atmósfera.

LA NIEBLA (2007), de Frank Darabont. 

Una película aseada, algo pretenciosa, que consigue su propósito aunque no logre llegar a nada notable. Los efectos especiales, mediocres, tampoco ayudan especialmente. Una vez más los monstruos se cargan la atmósfera de una película. Para amantes del género puede ser satisfactoria, especialmente por su tremendo final.

LA NOVIA CADÁVER (2005), de Tim Burton. 

Sensacional cinta de animación de Burton, un oasis en esta etapa de su carrera tan poco inspirada. El romanticismo y la muerte, temas queridos del director, donde refulge su estética personal y su entrañable sensibilidad.



LO QUE LA VERDAD ESCONDE (2000), de Robert Zemeckis. 

Tributaria de Hitchcock, aunque no tuvo buena prensa, es una estupenda cinta de género y un ejercicio de estilo de un realizador tocado por la varita.

LOS MUNDOS DE CORALINE (2009), de Henry Selick. 

En la onda del cine de Tim Burton, que también es del propio Selick (es quién dirigió “Pesadilla antes de Navidad”, aunque muchos citen a Burton). Es una obra espléndida, adulta, profunda, donde las emociones se desarrollan con inteligencia y el terror estético y el no estético aparecen siempre con acierto.

LOS OTROS (2001), de Alejandro Amenábar. 

Obviamente tributaria de “Suspense” (Jack Clayton, 1961), Amenábar se destacó internacionalmente con este estupendo ejercicio de estilo que casi calca a “El sexto sentido” (1999), si bien habrá que creer que aquella no fue inspiración de esta… Adoro las cintas de fantasmas y esta no está nada mal.



PITCH BLACK (2000), de David Twohy. 

Buena película de ciencia ficción y terror claramente tributaria de “Alien, el octavo pasajero” (1979). Una más que digna película que, conservando todos los tópicos del género, consigue alzarse por encima de la media gracias a una historia sencilla contada a través de personajes carismáticos, especialmente su protagonista, y a buenos e interesantes conflictos entre ellos, que mantienen el interés por la historia y lo que les ocurre a la vez que desarrollan ideas interesantes sobre la supervivencia y la naturaleza humana en situaciones límite.

REC (2007), de Jaume Balagueró y Paco Plaza. 

Dieron el pelotazo Balagueró y Plaza con esta cinta de terror, recurriendo al recurso del metraje encontrado, particular visión de la moda zombie. Tiene muchos fans. Buen trabajo.

SAW (2004), de James Wan. 

Entre el cine de terror y el thriller de asesino en serie, es una especie de “Seven” aún más retorcida. Un juego macabro que resultó bastante satisfactorio y que fue todo un éxito. Tanto que aún se siguen haciendo secuelas… Ya no sé ni por cuál van…



SOY LEYENDA (2007), de Francis Lawrence. 

Una película que va de más a menos pero que resulta muy interesante y apreciable. Ha habido múltiples críticas por su infidelidad al final de la novela en que se basa (“Soy leyenda” de Richard Matheson), pero creo que la esencia está presente, otro tema seria ya entrar en cuestión de gustos. Logra momentos conmovedores.

THE RING (LA SEÑAL) (2002), de Gore Verbinski. 

Remake americano de la exitosa cinta oriental de 1998 que puso de moda el terror Made in Japan.

ZOMBIES PARTY (2004), de Edgar Wright. 

Como en toda moda llegan las parodias y las comedias. El cine de zombies, que aún sigue sacando cosas, fue un torrente durante años y años, por lo que no tardaron en salir sus parodias y secuelas. Esta cinta británica es una de las primeras. Muy simpática. Sátira que, en realidad, no se alejaría tanto de la concepción filosófica de las de Romero.



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