ZEPPELIN ROCK: KISS - Animalize (1984): CRÍTICA Review

sábado, 13 de junio de 2020

KISS - Animalize (1984): CRÍTICA Review


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia




Viajemos a esos años de mediados de los 80. En plena efervescencia del heavy metal en las listas de ventas, en conciertos masivos y giras millonarias a ambos lados del Atlántico, el grupo Kiss construyó este Animalize en la senda de sonido duro y acerado que comenzó con su anterior Lick it up.




La intrahistoria de este álbum de Kiss es tan interesante como su contenido. En julio de 1984 los líderes del combo, Paul Stanley (voz y guitarra) y Gene Simmons (voz y bajo), junto con el batera Eric Carr, entraron en los estudios Right Track de Nueva York. No tenían productor, apenas tenían terminadas las canciones y aún no habían decidido quien sería el cuarto miembro, el guitarrista principal.

Ante este panorama, y con la situación a punto de explotar, Simmons decide largarse a terminar el álbum WOW de Wendy O. Williams para su propio sello. Pasó fugazmente por el estudio para grabar sus partes de bajo y las voces de sus temas y continuó hasta Vancouver para co-protagonizar la cinta (qué vieja palabra) Runaway.




Paul decidió hacerse con las riendas de la producción, entre tanto, y desechó la mayoría de las partes grabadas por Gene (excepto en cuatro temas), lo que le obligó a reclutar a un bajista. El elegido fue Jean Beauvoir, de Plasmatics (banda en la que militaba Wendy: todo queda en casa). Además de rehacer las partes de bajo contribuyó a la composición y los arreglos. Paul se apoyó en Michael James Jackson para la producción y grabación de las partes de batería. Además, los hermanos Kulick (Bob y el pequeño Bruce) metieron guitarras y se soltaron por el estudio algún solo y Mitch Weissman, quien compone en tres temas, colaboró con bajos y guitarras.

Por primera vez en la historia de la banda en varios de los temas aparece un solo miembro original de la banda tocando en ellos (una curiosidad sin más). Paul Stanley se cargó con la responsabilidad de sacar adelante la banda y elegir al nuevo guitarra. Tras muchas vueltas y ofertas varias, se decidió por Mark St. John (de verdadero nombre Mark Norton), profesor de guitarra que presentó el mismo Grover Jackson (de las guitarras Jackson).




El álbum debutó con éxito en las listas en octubre de aquel año, aupado por el single Heaven’s on fire, y se convirtió en el más vendido desde el Dynasty (1979). Este tema, uno de sus imprescindibles, compuesto con Desmond Child, sigue la senda de tema roquero de riff sencillo, letra sexual y estribillo pegajoso que ya probaran con el tema Lick it up. La verdad es que el álbum lo salva Paul. El comienzo con I’ve had enough (into the fire) resulta demoledor: un riff heavy, buenas armonías y un estribillo a pleno pulmón, con Eric a tope. En Get all you can take las estrofas recuerdan a Led Zeppelin, por el riff de guitarra y la forma de entonar de Paul, un puente largo y un estribillo en el que el coro contesta a la voz principal, redondeado de un buen solo. La más cañera Under the gun se desboca, quizá demasiado rápida y con Stanley algo chillón, pero funciona bien. Y el medio tiempo (aquí falta la megabalada) Thrills in the night tiene una sencilla estructura y un buen estribillo, por lo que entra bien y se queda tarareando en la cabeza.

Los temas de Gene, por contra, adolecen de cierta dedicación, tanto en la parte compositiva como en el trabajo vocal del lengua larga. Bien es cierto que Burn bitch burn resulta muy acertada, con un estribillo correcto, buenísima batería y un guitarra de nivel (aunque Gene suena algo forzado). Después, Lonely is the hunter recuerda a los Kiss de años anteriores (no en vano la rescató de sus viejas maquetas), con Simmons cantando en su tono y uno de los mejores solos (curiosamente, metido por Bruce Kulick). Pero quizá While the city sleeps y Murder in high heels suenan algo desafortunadas, por debajo del nivel del resto.

En resumen, un álbum de la época que salió adelante con algunos buenos momentos y que merece la pena rescatar de vez en cuando.

2 comentarios:

  1. "La verdad es que el álbum lo salva Paul"
    Como casi siempre, al igual que Paul salvó a KISS en más de una vez.
    Paul es KISS.

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  2. Es verdad Paul se puso la banda al hombro, pero los temas de Gene no me parecen malos, al contrario, en resumen discazo

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