ZEPPELIN ROCK: Dream Theater - Train Of Thought (2003): Crítica review

martes, 7 de noviembre de 2017

Dream Theater - Train Of Thought (2003): Crítica review


por Edy Fernandes (@edylefer)
del blog Soonatas




Cuando decides adentrarte en la música creada por la banda de metal progresivo Dream Theater, te verás obligado a detenerte en un álbum muy particular, influenciado por las poderosas fuerzas surgidas desde el más puro heavy metal, es un disco que tiene una fuerza descomunal, es crudo, pesado, te empuja contra una pared oscura manchada por la dura realidad, su título es Train Of Thought publicado en el año 2003, y en el viajaremos para conocer hasta donde llegaron John Petrucci y el resto de los integrantes que conformaban la banda en ese momento.


La primera vez que tuve este disco en mis manos y leí el nombre del primer track “As I Am” automáticamente pensé en “Am I Evil?”, aquel tema original de Diamond Head, cuyo cover realizado por Metallica superó al realizado por sus creadores. Resulta que sus comienzos tienen algún parecido, cuentan con un ambiente similar, pero si escuchas con mucha atención te encontrarás con acordes que rememoran a “Enter Sandman”, sin duda estamos ante un tributo realizado por “Dream Theater” a los maestros del “thrash metal”.




“As I Am” es fenomenal, hace que el cielo se oscurezca, las nubes cargadas de agua lanza los primeros rayos hacia la tierra, estremeciendo el suelo de la esperanza: “Still running uphill, swimming against the current, i wish i weren't so fucked, feels like I 'm stuck, lost in a sea of mediocrity. “Slow down, you're thinking too much, where is your soul?” You cannot touch the way i play, or tell me what to say, you're in the way, of all that i believe in. (Aun corriendo colina arriba, nadando contra la corriente, quisiera no estar tan jodido, sintiéndome cómo si estuviera atrapado, perdido en un mar de mediocridad. “Más despacio, estás pensando demasiado ¿Dónde está tu alma?”. No puedes tocar de la manera con la que yo toco, o dime qué decir, estás en el camino de todo en lo que creo)”.

No hay forma de que te canses de escucharla, cuenta con todos los ingredientes de una gran composición de heavy metal, es oscura, tiene un riff desgarrador, la batería de Mike Portnoy son truenos que abran la poderosa tormenta; James LaBrie interpreta con su voz una lucha entre el individuo y el mundo que lo rodea; y el solo de guitarra de John Petrucci es apoteósico, una exageración sobre la perfección. El remate final de Portnoy termina de desatar un diluvio apocalíptico.




“This Dying Soul” arranca con toda la fuerza de Portnoy en la batería, el bajo de John Myung te inocula en tus venas una reacción adictiva, la imaginación te lanza por desiertos donde el viento te empuja hacia la ponzoña del escorpión. Cuando caes en conciencia, te das cuenta que esta pieza tiene algo de “Holy Wars...The Punishment Due” de Megadeth, pero de a poco va cambiando y se mete en una onda de metal progresivo, sin perder la potencia con que inició.

Cuando hace entrada James LaBrie la pieza baja en intensidad, se tranquiliza, con un sonido que recuerda las lejanas tierras de Medio Oriente, pero pronto arremete con un sonido más bien “Nu Metal”, la banda va experimentando dentro de distintas vertientes para contar una historia que ha sido constante en varias de las canciones de “Dream Theater” como lo es el alcoholismo.




La primera parte se llama “Reflections of Reality”, en realidad es la cuarta pieza de la oda de Portnoy, que comenzó en “The Glass Prison” del Six Degrees of Inner Turbulence; sigue con “The Root of All Evil” de Octavarium, y “Repetance” en Systematic Chaos.

Pendientes a los 07’15” cuando “This Dying Soul” comienza a sonar como si se tratara de “Blackened” de Metallica, aquí comienza la segunda parte de la canción llamada “Release”, que viene ser la quinta pieza de la suite antes mencionada. A los 08’05” parece que estamos escuchando a “Megadeth, la voz suena a Vic Rattlehead. La parte final es virtuosismo puro, el teclado de Jordan Rudess hace que todo gire rápidamente, te produce una sensación de mareo, estas bajo los efectos de los excesos, solo que estos son producidos por una poderosa composición perteneciente a Mike Portnoy. Es necesario tomar una pausa corta para continuar.




“Endless Sacrifice” comienza con una melódica guitarra, la suavidad hace que baje la intensidad con que habíamos llegado hasta ahora: “Pain, it saddens me to know the helplessness you feel. Your light shines on my soul, while a thousand candles burn, outside this barren room, the rain is pouring down. The emptiness inside, is growing deeper still. (Dolor, me entristece saber la impotencia que sientes. Tu luz brilla en mi alma, mientras miles de velas arden fuera de este estéril cuarto, la lluvia está cayendo. El vacío de adentro es profundo y aun crece)”.

Es una canción que te lleva por un sonido tenue que conecta con un post grunge, para después entrar a conjugar con un ambiente casi de metal gótico. Vamos a encontrarnos con una profundidad compleja, la tristeza se mezcla con el miedo, estamos frente a las puertas donde la vida se siente sola, encontrándose en un vació del cual no puede aferrarse. El solo que arranca a los cinco minutos hace que gires sobre tu propio eje, tu cabeza se moverá sin parar, lo progresivo y lo heavy rozan haciendo chispas, están a punto de producir un incendio incontrolable. Cuando parece que todo está por terminar James LaBrie regresa con una atmosfera que recuerda al estilo de Iron Maiden. El final es agitador.




La batería lanza con toda su fuerza el comienzo de “Honor Thy Father”, un tema que fusiona el “Nu Metal” con el “Thrash Metal”. Portnoy escribió sobre el odio que sintió hacia su padrastro. La letra es muy fuerte, incluyendo un dialogo entre el hijastro y el hombre que llegó con la intensión de llenar el espacio del padre: “Well listen to me you ungrateful fool, here comes a dose of reality. You'll go to your grave a sad and lonely man. The door is now closed on your pathetic little plan. On and on and on and on it goes, it's so easy to run away with nothing in tow. (- Bueno escúchame, tu tonto ingrato; aquí viene una dosis de realidad. Iras a tu tumba siendo un hombre triste y solitario. La puerta ahora está cerrada en tu pequeño plan patético. Una y otra y otra y otra vez continúa, es tan fácil huir sin nada a cuestas)”.

La canción incluye sonidos extraídos de la película Magnolia (1999); para darle aún más fuerza a este tema que saca la ira que tiene Portnoy guardado en lo más profundo, es una descarga de sentimientos que son transmitidos a través de cada uno de los instrumentos, no dejan una mínima rendija para que puedas cambiar tus pensamientos, te sientes en protagonista de esta dura historia.

“Vacant” si llega con el sonido característico de “Dream Theater”, un cello de fondo se encarga de darle dramatismo a una pieza lenta, el dolor te abre el pecho sin permitir que salga una gota de sangre, porque el frío de la tristeza endurecerá todo lo que este cerca de ti: “She's losing control. What can I do? Her vacant eyes. Black holes. Am I losing you? (Ella está perdiendo el control ¿Qué puedo hacer? Sus ojos vacíos. Agujeros negros. ¿Te estoy perdiendo?)”.




Como si fuera una continuación de “Vacant” suena la instrumental “Stream Of Consciousness”. ¿Su sonido es familiar? Al menos al principio tiene un aire a las notas de “Orion” de Metallica, pero como ha ocurrido hasta ahora con cada una de las piezas del disco, surge un cambio repentino a partir de los dos minutos, parece que ahora volveremos hacia los cálidos desiertos, la guitarra de Petrucci se va combinando con el teclado de Rudess, cada uno va hablando sin decir una palabra, es como si se lanzaran en un contrapunteo de solos para ver quien destaca dentro de este viaje melódico. El metal progresivo exagera en toda su complejidad, busca dejar una marca imborrable en el álbum. Al final termina como comenzó, es bueno que lo escuchen con detalle para ver si tienen la misma sensación.

“In The Name Of God” es la séptima y última canción del álbum número siete de “Dream Theater”, la cual tiene una duración de 14’14”, todo un juego matemático para que comiences a crearte ideas en tu cabeza del porqué de estas conexiones numéricas. La canción trata sobre los davidianos, una secta que termino siendo liderada por David Koresh. La letra hace referencia a esas religiones que tiene como único fin sacar el dinero de sus seguidores para enriquecer a sus predicadores; también habla de cómo ciertas creencias en Dios nos llevan a guerras, amenazando con la destrucción del planeta.




“Listen when the prophet speaks to you, killing in the name of God. Passion, twisting faith into violence in the name of God. Blurring the lines between virtue and sin. They can't tell where God ends and mankind begins. (Escucha cuando el profeta te habla, matar en nombre de Dios. Pasión, torcer la fe en la violencia en nombre de Dios. Borrando las líneas entre la virtud y el pecado. Ellos no pueden decir cuando Dios termina y comienza la humanidad)”. Musicalmente es la pieza más experimental del disco, es metal progresivo puro, se puede sentir como fueron construyendo esta composición donde combinan sonidos pesados, pero sin seguir el patrón con el cual inician este álbum. Se dice que entre los 05’51” y los 06’07” hay un mensaje en código morse que dice “eat my ass and balls” una frase típica de Portnoy; así como al final aparece el himno de la guerra civil americana: “Battle Hymn of the Republic”.

Se cierra Train Of Thought el disco más metalero de “Dream Theater”, nos deja momentos gloriosos, aportes que hacen tributo a gigantes del heavy metal, coloca ante nosotros el reconocimiento de estos músicos al legado que ha dejado grandes bandas del más pesado rock, que gracias a ellos han podido inspirarse y hacer un aporte bajo su propia concepción sobre la música. Si busca metal progresivo con mucha furia, está en una de las mejores opciones que tienes para dejarte llevar.

Visita SOONATAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario