ZEPPELIN ROCK: Nirvana - MTV Unplugged In New York (1994): Crítica review

miércoles, 25 de enero de 2017

Nirvana - MTV Unplugged In New York (1994): Crítica review



por Alberto Iniesta (@A_Maqueda_8)
del blog Discos





“Si pudiera cambiar algo, sería que Kurt siguiera vivo”. Lo dice Dave Grohl en el documental Back And Forth de Foo Fighters, año 2011. Kurt Cobain es la última gran estrella de rock que hemos conocido, es un icono le pese a quien le pese, pero además como bien refleja esa frase del batería de Nirvana y actual frontman de Foo Fighters, también es un tipo querido por sus colegas de profesión. Por eso (y por mil razones más) y siempre viene bien darle unas oídas a su música que al fin y al cabo es el gran legado que nos deja. Cuando este disco salió ya estaba muerto, y eso inevitablemente desencadenó muchas y muy buenas críticas además de convertirse en el álbum póstumo más vendido de la banda.




Para mí, hablar de este disco es especial porque es mi favorito de Nirvana. Me encanta la elección del repertorio, con canciones que no eran las más conocidas (no están ni Smells Like Teen Spirit ni Lithium ni In Bloom ni Heart Shaped Box, por citar unas pocas) y con brillantes versiones de gente tan dispar como el Duque o los Meat Puppets. Y porque es de los primeros discos que compré, fue amor a primera escucha, muy pronto tuve claro que iba a ser mío. Hasta aquí la dosis de sentimentalismo, que empieza lo bueno. Play!




About A Girl pone los primeros acordes del LP, estructura sencilla, fórmula efectiva y canción muy recomendable. La letra, de esas con las que se puede identificar cualquiera. ¿Quién no necesita amigos que le escuchen? Y pensar que Kurt tuvo dudas con este tema por ser una canción “pop”. Ojalá todo el pop fuera como esto. Le sigue el único hit de la noche, Come As You Are, brillantemente adaptada al formato acústico y donde escuchamos a Kurt repetir que no tiene una pistola cuando, lamentablemente, sí la tenía y la utilizó. Krist Novoselic se pasa al acordeón en la gran versión de Jesus Doesn’t Want Me For A Sunbeam, de los Vaselines, grupo muy admirado por Kurt, en uno de los momentos de mayor belleza del show. Acto seguido suena The Man Who Sold The World, canción que a raíz de esta versión adquirió más fama que en el momento en que salió, a principios de los 70, cuando a Bowie se le conocía por Space Oddity hasta que sacó Ziggy Stardust. La belleza sigue siendo protagonista en el final de la cara A con Pennyroyal Tea y Polly. La primera, inmortal tema de In Utero que parece pensada para un acústico como este con un estribillo que despierta poderoso tras unas estrofas en hibernación. La segunda, con un ritmo reposado y delicioso que no puede ser más disfrutable. On A Plain, uno de los eternos olvidados de Nevermind, abre con aire más decidido el segundo acto del álbum. Todo lo que pueda perder de consistencia lo gana en emoción. Apuesta ganadora.




Como lo es la magnífica versión de Plateau, con un Kurt que canta a un nivel muy alto dando la impresión de llegar sobrado a esas notas del estribillo. Una maravilla, uno de los mejores momentos del plástico. Al igual que las otras dos canciones de los Meat Puppets: Oh Me y Lake Of Fire, formando una trilogía brillante que desemboca en una emotiva All Apologies que desprende aires de himno al instante pese a su aparente y falsa simplicidad. Y para terminar, la joya de la corona: la que con toda probabilidad sea la mejor versión de Nirvana: Where Did You Sleep Last Night, tema tradicional folk americano que en esta ocasión el grupo se encarga de hacer suyo. Acojonantes los gritos de Kurt al final de la canción. Final desgarrador. Un gustazo de disco, obligado si te gusta el grupo y muy recomendable si amas el rock and roll. De acuerdo, Kurt ya no está entre nosotros, pero su música sí, y escucharla es la mejor manera de mantenerle vivo. Porque nadie se muere del todo si hay alguien recordándole. Viva el rock and roll.

Jesus doesn´t want me for a sunbeam/ con intro


Plateau


Where Did You Sleep Last Night


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4 comentarios:

  1. Nunca sabremos si Kurt se estaba despidiendo conscientemente, pero dejo grabajo un aire a lejanía este histórico documento. Gracias por rememorar un gran momento de la música.

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    1. Llevas razón, es un deje melancólico, tiene un noseque triste. Aprovecho también para comentar que On A Plain no es de In Utero, fallo mío, es de Nevermind. Sometimes my mind plays tricks on me, que dirían los Green Day.

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  2. Que yo sepa On a Plain es de Nevermind pero shuuuu grande Alber buena critica <3

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    1. me dí cuenta al releer jajajaj no habría salido todavía mi comentario rectificándolo. Graciass

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