Algunas despedidas se hacen tan largas que al final cansan y todo. Uno de tanto mover el pañuelo en la estación termina por agotarse. No ocurre con frecuencia, que el tren tarde tanto en arrancar y perderse tras el horizonte en el que las vías se curvan hasta desaparecer de nuestra vista. Esta despedida que en realidad no lo es, y de ciegos sería no reconocerlo, solo es una eterna gira tributo, autotributo, que la banda está alargando lo indecible porque económicamente funciona.
No conformes con ello, y en vistas que en los casos de los Judas o los Sabbath (verbigracia) funciona, y no queriendo ser menos que nadie, esta banda que nos alegró la juventud y a la que debemos gran parte de las alegrías vividas en aquellos dulces años, ellos, los Scorpions prometen una guinda para este 50 aniversario de la banda. Y la guinda, más allá de seguir con la gira en 2015 (se veía venir), será la publicación de un nuevo disco de estudio.
Al parecer son unas quince canciones que el grupo guardaba en el desván, canciones no acabadas, esbozos, descartes que intentarán, en vez de pasar a mejor vida, encontrar un nuevo paraíso de la fama del nuevo disco. La cosa anda sobre ruedas, y debe de ser divertido eso de cogerse melodías de antaño e ir ahora ampliándolas para hacerlas formar parte de una "nueva" canción, y darles vida también con unas letras que ahora andan escribiéndoles.
Sin más, esperamos nuevas de este proyecto que a mí me da que va a sonar lo suficientemente bien como para no desmerecer la carrera de la fenomenal banda.
ZRS
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