Ondas
LA señal de paz enviada al espacio por la NASA quince años antes, llegó hasta aquel planeta desconocido en el que habitaban unos seres sin alma. Notaron una extraña vibración en el extremo de los cuernos duros, retorneados, de sus cabezas ciclópeas. Los miembros de la manada se miraron unos a otros. Muchos corrieron despavoridos en estampida, como una procesión desbocada, para refugiarse en las montañas lejanas, antes de que la noche cayera. Otros bajaron ignorantes su testuz melenuda y prefirieron seguir comiendo piedras. La onda siguió su camino con incertidumbre, hacia otros espacios en busca de alguna forma de inteligencia.
Ángel Carrasco Sotos
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Para no tener alma se comportaron muy inteligentemente. En estos casos, por lo que pudiera pasar, lo mejor es hacerse el sueco.
ResponderEliminarEsto de las señales de paz que se envían al espacio me parece un poco de tontos, con la cantidad de frentes abiertos que tenemos aquí.
Jó, Ángel, ¡qué chulo eso de los cuernos como receptores de señales! Lo mismo, sin darte cuenta has dado pistas para construir otro tipo de receptor wifi...
Me encantan las cosas que cuentas tan magistralmente bien y tan breves. Eres un solete.
Un beso muy grande.
¿Ya tienes vacaciones????, no me digas que sí que me muero de la envidia.
¿Vacaciones dices? Está la cosa como para irse al Pernambuco. El curso que nos espera el año que viene es para ponerse a llorar, ambiente de depresión y tristeza absoluta... despidos al por mayor, más horas de trabajo con sueldos inferiores y un largo etcétera que no voy a relacionar aquí. Y encima los que hemos quedado tenemos que dar gracias.
ResponderEliminarJaja, será cuestión de registrar esos cuernos wifi y forrarnos al 50 por ciento. Gracias por tus palabras siempre tan cariñosas y reflexivas. Besazo que se me escapa.