por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC
La mejor versión es la de 1954, de George Cukor, que será difícil de superar, pero es justo reconocer que se le ha sacado buen partido a una historia que, por otro lado, es excelente. No ya porque haya temas estupendos, sino porque Bradley Cooper logra una gran complicidad entre Lady Gaga y él mismo en su vertiente actoral, además de conseguir que su relación nos importe. Merecidamente elogiada, si bien la cosa ya se nos repite un poco…