Interior del dolmen de Menga
Quisiera insistir en que nuestro viaje por Málaga estaba centrado en unos pocos puntos de interés: el Caminito del Rey, Ronda y su puente monumental y los dólmenes de Antequera. La mayoría cumplieron con nuestras expectativas. Pero hubo más: Nos salieron al paso otros espacios y monumentos que no habíamos contemplado previamente en tales visitas y que nos sorprendieron gratamente. No es el caso de estos dólmenes milenarios, como digo. Sabíamos que nos iban a encantar, pero no hasta el punto en que nos sorprendieron, sobre todo el de Menga, cuya visita se hace imprescindible, te guste la arqueología, la historia, el arte... o no. Sobrecoge desde el primer momento. Megarrecomendado. O Mengarrecomendado. Visitar Antequera sin acercarse a ver sus dólmenes es como beberse un gintónic sin ginebra. Tal cual.