ZEPPELIN ROCK: NUEVA RESEÑA del último disco de METALLICA "72 Seasons" (2023)

lunes, 5 de junio de 2023

NUEVA RESEÑA del último disco de METALLICA "72 Seasons" (2023)


Por Esteban Martínez (@EMartineC)



Comencemos con algunas preguntas. ¿Qué esperar de una banda como Metallica a estas alturas del partido? He ahí la cuestión. ¿Debemos conformarnos con que "existan"? ¿Debemos, por añadidura, ansiar algo a la altura de su legado? ¿O nos conformamos con que simplemente mejoren respecto a su antecesor? Sea como sea, el contexto en este caso es verdaderamente relevante y ahí hay que sincerar el asunto desde un inicio: lo último realmente innovador que la banda intentó entregar en su carrera fue, primero St. Anger (2003) y luego la aventura Lulu (2011) junto a Lou Reed. Y ya sabemos en ambos casos cómo les fue. ¿Y el resto?



Pues, eso, un constante autohomenaje. Ahora, a Death magnetic (2008) uno le podrá criticar el descaro de utilizar riffs prácticamente calcados a los de su primera era (1983/88), así como su horrorosa producción, pero, con todo, varios de sus temas han sabido sobre vivir al tiempo ('All nightmare long', joya, la mejor canción que han compuesto en veinte años) mientras que otros entregaban giros estructurales que tenían un sentido ('The end of the line' o 'Broken, beat & scarred', por ejemplo). De igual forma, en Hardwire... to self-destruct (2016) intentaron matizar dicho sonido con algunas bajadas de revoluciones acercándose a la etapa noventera de la banda, sin embargo, ahí quedó 'Halo on fire' entre otras como buen recuerdo, cosa que esta vez dudo suceda con 72 seasons, disco que pretende continuar el camino trazado siete años atrás pero queda a medio camino de todo como una colección de riffs estirados hasta decir basta, sin un sentido claro más allá de la repetición y que van en la evidente búsqueda de hacer ver algo más complejo de lo que realmente es.



En dicha línea el resultado tiene sus momentos, aunque claramente insuficientes como para justificar casi ochenta minutos de música. Entretienen por tanto aquellos momentos en donde la banda acelera buscando emular el thrash de Kill'em all (1983), como ocurre en 'Lux Aeterna' (el gran hitazo del disco por donde se mire, aunque claro, es la enésima 'Motorbreath' que componen), sin embargo, en dicha búsqueda también acaban por exponer todas las limitantes con que cuenta hoy Metallica, y digámoslo con todas sus letras, dichas limitantes tienen nombre y apellido: Lars Ulrich + Kirk Hammett. Para muestra un botón, la partida con '72 seasons', gran canción en su comienzo (también en el coro), pero donde recién al minuto la banda debe desacelerar para que Lars respire. Dramático. Lo mismo ocurre en la simpática 'Screaming suicide', una que además no justifica en absoluto sus dos minutos finales con una repetición hasta el hartazgo del riff principal. 



Ahora, con todo, quizás un disco breve con este tipo de canciones podría haber funcionado mejor pues cuando Metallica intenta ir hacia otros lados, ya el descalabro es total. Lo de 'Shadows follow' carece de todo sentido e incluso sentimiento (¡y la han puesto como segunda del álbum!), 'Sleepwalk my life away' o 'Crown of barbed wire' son derechamente aburridas, en 'You must burn!' intentan recuperar la vibra del disco negro (es muy similar a 'Sad but true') o la de Load/Reload (ese filtro vocal de James) pero fallan groseramente a causa de la falta de ideas, y así, el disco avanza sin convencer entre cosas repetitivas y eternas como 'Chasing light' o 'If darkness had a son'. No mejorará demasiado el asunto con el relleno de la ocasión a cargo de 'Too far gone?' + 'Room of mirrors' , olvidables de comienzo a fin, para recién en el cierre jugar a atreverse con algo como 'Inamorata', donde van con descaro en los coros en busca de 'My friend of misery' (la mítica del black album) pero dejamos esto de lado gracias al solo melódico de los minutos finales, cuando al menos se atreven con una sección no tan obvia donde la banda parece salir del piloto automático y la colección de riffs sin sentido. 



En definitiva, no sería justo decir que 72 seasons es un desastre de álbum pero si uno que da muestras de una falta de ideas tremenda. Tampoco es que tuviésemos la vara demasiado arriba, insisto, que siempre estará el argumento con Metallica de que "ya hicieron lo que tenían que hacer", pero aún así, es realmente poco lo que han entregado esta vez. Han hecho lo que han podido y esto es lo que es...

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