ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA de disco de Dire Straits ALCHEMY (1984)

lunes, 22 de mayo de 2023

CRÍTICA de disco de Dire Straits ALCHEMY (1984)

 


por JLBM



Cuando transcurría el mes de septiembre de 1982, el grupo Dire Straits publicaba Love Over Gold, su cuarto álbum de estudio, completado en enero de 1983 con el lanzamiento del ExtendedancEPlay, un Ep con cuatro temas en el que por primera vez intervenía el magnífico baterista Terry Williams. La gira de apoyo al Love Over Gold iba a culminar en el Hammersmith Odeon de Londres las noches del 22 y 23 de julio de 1983. Esos dos conciertos se grabaron y originarían uno de los mejores directos de la historia del rock: Alchemy, publicado en marzo de 1984.



Para quien hubiese seguido la carrera de Dire Straits desde su debut en 1978 hasta la salida de Love Over Gold en 1982, la primera escucha de Alchemy debió ser impactante, casi tanto como para llegar a preguntarse si se trataba de la misma banda. Y es que acostumbrado a la linealidad de la música de Knopfler y los suyos, temas excelentes en su concepción e interpretación a los que en cierto modo les faltaba gancho, los nuevos arreglos, energía e intensidad que traían los temas de Alchemy eran exactamente lo que les faltaba para ser redondos.



Hay dos aspectos de vital importancia en el resultado final de Alchemy. El primero es la llegada de Hal Lindes para la grabación del Love Over Gold. El guitarrista sustituía al fugado David Knopfler, y el producto era sin duda superior. Lindes era un guitarrista rítmico de calidad, lo suficientemente sólido como para completar técnicamente a Mark Knopfler, algo de lo que su hermano era incapaz. De este modo Mark se libera y tira de todo su repertorio en Alchemy.



Segundo, y no menos importante, fue la incorporación del baterista galés Terry Williams, uno de los más infravalorados de su generación. Dinámico, potente y con una elevadísima técnica como para soportar las infernales diatribas que los nuevos arreglos de Mark Knopfler habían trazado para las viejas composiciones. Efectivamente, Lindes y Williams, dos músicos y como puede cambiar todo, aunque por supuesto aquí la clave de todo la tienen esos arreglos maestros que Knopfler concibió.

Una interpretación más sólida y compleja, los cortes son más largos dándose así la oportunidad de explorarlos en profundidad, y la instrumentación se vuelve más dinámica y rica en matices, proporcionando de este modo versiones que son inmensamente superiores a las originales de estudio. La adición de teclados en lugares en los que no habían estado previamente aumentó la atmosfera y las texturas de la mano de Alan Clark, inmenso teclista poco reconocido, con el genial añadido de Tommy Mandel, el teclista de Bryan Adams, el tipo que, observando el dvd, mejor se lo pasó.

El bajista John Illsley, el unico superviviente junto a Knopfler de la formación original de Dire Straits, completa la alineación de la banda en Alchemy. Su papel se antoja también fundamental y proporciona unas líneas de bajo absolutamente meticulosas adaptándose a la perfección a Terry Williams en la ingrata labor de transportar los enrevesados arreglos de guitarra de Mark Knopfler. Y no olvidemos a Mel Collins, el excelso saxofonista que en determinados temas añadió una brutal concepción de su arte.



Hablar del trabajo de Mark Knopfler en Alchemy es demasiado fácil, incluso su tan a menudo criticada voz suena mejor que nunca. Guitarra, composición y arreglos le colocan varios peldaños por encima de la media, pero lo que más llama la atención de Knopfler en Alchemy, por supuesto por detrás de su magia con las seis cuerdas, es su papel de director de orquesta, algo que tal vez solo se aprecie en el dvd, pero que aclara mucho el por que funcionó tan bien una máquina tan engrasada. 

El propio Mark Knopfler produce Alchemy, usando material de aquellas dos noches grabado en el estudio móvil de los Rolling Stones por Mick McKenna con Nigel Walker como ingeniero. La producción realmente sólo se centró en mantener el sonido del evento. No hay trucos ni artificios, lo que se escucha es lo que sucedió en el Hammersmith Odeon en julio de 1983, pero es que los cinco miembros de la banda realizaron una de las mejores interpretaciones de sus vidas.



"Once Upon A Time In The West" abre de manera contundente, mostrando en su máximo esplendor todo el nuevo trabajo de Knopfler. Un buen tema del Communiqué de 1979 que en Alchemy se transformó en 12 minutos de rock con mejores voces, mejor instrumentación, excelente guitarra de Knopfler y brutal Terry Williams.

Después "Expresso Love", con teclados y guitarra rítmica inmensos para convertirlo en un trallazo de proporciones casi épicas, y "Romeo And Juliet" y su poder silencioso para una versión de características proporcionalmente similares al original de estudio, es decir, tremendo, dando paso a "Love Over Gold". 

"Private Investigations" y su estremecedor y atmosférico inicio transportado por el teclado de Alan Clark y la guitarra de Knopfler, tras el que John Illsley acomete uno de sus mejores momentos, guiando el tema hasta su éxtasis, éxtasis en el que son clave Hal Lindes y su riff y Terry Williams y su potencia controlada.



"Sultans Of Swing" es la versión definitiva del clásico de Dire Straits. Más rápida, más larga y más madura. El solo final de Knopfler alivia la tensión mediante el cambio de volumen e intensidad e incluso deja un espacio para que el público se inmiscuya. Escuchar ambas versiones, la de estudio y la del Alchemy, es cuanto menos chocante.

"Two Young Lovers" con el añadido del saxo de Mel Collins es puro rock and roll de guitarras y piano excelentes y brutal solo de Collins. Sacude tu cabeza antes de la llegada de un "Tunnel Of Love" absolutamente emocional, de nuevo con Collins introduciendo el tema antes de que el "Carousel Waltz" interpretado por Alan Clark de el pistoletazo de salida a un excelso trallazo.

Luego "Telegraph Road" y sus épicos 15 minutos que enfatizan aún más la que probablemente sea mejor composición de Mark Knopfler. Un delicioso viaje musical con steel guitar incluida tras el que "Solid Rock", casi un tema descartable del "Making Movies" aquí se convierte en un temazo de rock and roll guiado y protagonizado por un inmenso Hal Lindes antes de que "Going Home" cierre gloriosamente el doble directo. Similar a su versión de estudio pero deliciosa desde ese saxo de Mel Collins y los atmosféricos sonidos celtas.


Esto es Alchemy, sin duda uno de los mejores directos de la historia del rock. Después llegaría Brothers In Arms y todo lo que aquello significó, pero el doble directo grabado en Londres en julio de 1983 es una obra maestra, ejemplo contundente de cómo debieran ser estas grabaciones.

2 comentarios:

  1. Muy buena reflexión sobre un disco y un sonido único. Telegraph Road aquí es magistral. Gracias por el artículo. Un saludo desde Tornavacas, España. Chalecú

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  2. Comentarios de Gustavo El Malvarez:
    Es totalmente exacto y comparto lo que dices, lo tengo en CD original de cuando llego a la Argentina en el año 1984, excelente calidad, interpretación, sonido de grabación y creo aun mas Los Straits creo que estaban en su mejor momento, por su forma de tocar y la madurez de la banda en si, lamento profundamente no tenerlo en vinilo, porque seria aun mejor todavia, tambien podemos coincidir en que es uno de los mejores LIVE De La Historia del Rock, pero en mi humilde opinion hay dos que lo superan ampliamente, uno es Made in Japan de Los Purple (considerado por la prensa especializada en el mejor) y el otro Performance at The Filmore de Humble Pie, simplemente extraordinario, pero vamos con Dire Straits Todavia !!!!!!!
    !!!!!!!!!!!!!!!!

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