ZEPPELIN ROCK: PANTERA - Cowboys from Hell (1990): CRÍTICA Review

martes, 25 de octubre de 2022

PANTERA - Cowboys from Hell (1990): CRÍTICA Review

 

por JLBM


Cabe pensar que quizá mucha gente, incluidos los propios integrantes de Pantera, olvidase que la banda había tenido un pasado. Renunciar a esos antecedentes, cuando contribuyeron de manera notoria a forjar el poderoso sonido de una de las mejores formaciones del metal de los 90, se antoja absurdo, así que esto es lo que sucedió. Leed.



Es 1981 en Arlington, Texas, y los hermanos Diamond Darrell, guitarrista, y Vinnie Paul, baterista, forman una banda llamada Pantera's Metal Magic. Junto al bajista Tommy Bradford, el guitarrista Terry Glaze y el vocalista Donnie Hart, crecen como una banda de versiones hasta que Jerry Abbott, padre de Darrell y Vinnie Paul, les convence para que comiencen a componer. Al poco tiempo el guitarrista Terry Glaze reemplaza a Hart en las voces, y el bajista Rex Brown sustituye a Tommy Bradford.

Tres álbumes lanza esta formación de Pantera. Con la ayuda y producción de Jerry Abbott y bajo su propio sello, Metal Magic Records, publican Metal Magic en 1983, Projects In The Jungle en 1984 y I Am The Night en 1985, artefactos que en cierto modo fusionan sus tempranas influencias en el hard rock de bandas como Kiss o Van Halen con elementos del thrash metal ochentero que comenzaba a cuajar, mezcla que sin duda otorgó a Pantera un sonido singular.

A finales de 1986 Pantera, comandada por los hermanos Abbott, decide intentar un cambio de dirección, cambio en el que no tiene hueco el vocalista Terry Glaze, quien se marcha para formar Lord Tracy. Tras un sin fin de audiciones es Phil Anselmo, vocalista de Razor White, quien se hace con el puesto, encajando de inmediato con los Abbott y con Rex Brown.



Con la nueva alineación Pantera lanza Power Metal en 1988 y el giro desde el hard rock hacia el thrash metal comienza a hacerse notorio, llamando la atención de unos medios y público que hasta ese momento les habían ignorado por completo. Aquel repunte tuvo algunas consecuencias. Darrell fue requerido por Megadeth para la vacante de guitarrista, puesto al que renunció al no poderse hacer Vinnie Paul con el de baterista ya que Dave Mustaine ya había contratado a Nick Menza.

Es desde ese momento, al ser absolutamente conscientes de sus posibilidades, cuando los hermanos Abbott, Darrell y Vinnie Paul, deciden focalizar todos sus esfuerzos en reconducir el sonido de Pantera, una decisión de gloriosas consecuencias para el metal de la década de los 90.

Pantera firma por Atco Records y en Julio de 1990 publica Cowboys From Hell, el que aún hoy para muchos es el álbum debut de la banda. Cowboys From Hell si que es realmente el debut de Pantera con una de las grandes discográficas, además de ser el segundo con Phil Anselmo en las voces y el último en el que Darrell fue Diamond antes de ser Dimebag.



Pantera transforma por completo su sonido en Cowboys From Hell. El paso a una compañía grande y el declive del hard rock durante el cambio de década pueden ser algunos de los factores que expliquen este cambio, cambio en el que por supuesto la batuta de Diamond Darrell fue fundamental.

En cualquier caso el cambio sonoro de Pantera fue afortunadísimo, y es incluso posible que si alguno de sus álbumes ochenteros hubiese triunfado el mundo hubiese perdido a una de las más poderosas bandas de metal de la historia del rock.

Terry Date, el tipo que produjo en 1989 discos como el When Dream And Day Unite de Dream Theater, el Louder Than Love de Soundgarden o el The Years Of Decay de Overkill, es el encargado de producir Cowboys From Hell, y a pesar de ser una producción algo plana en determinadas fases es en líneas generales un excelente trabajo. Un sonido claro y limpio en el que las guitarras suenan crujientes y despejadas y el combo rítmico se muestra afilado y poderoso.



Cowboys From Hell es un glorioso álbum de thrash metal, un tremendo y poderoso asalto que lo convierte sin duda en una obra maestra de su género. Aún así se observa perfectamente de donde viene la banda en los 80, fundamentalmente por las estructuras y los arreglos de algunos de los temas, algo que probablemente tenga gran parte de culpa en la grandeza del disco.

Pantera se vuelca en Cowboys From Hell en lograr el thrash metal lo más poderoso posible, y lo logra por supuesto, en una especie de transición entre su sonido hard rock de los 80 y la brutal intensidad del Vulgar Display Of Power, su siguiente álbum ya en 1992.

Apabullantes guitarras que siembran todo el álbum de riffs llenos de músculo y poder, con cierto toque sureño en ocasiones, y estratosféricos solos que por increíble que parezca beben directamente del blues, se mezclan con galopantes baterías, demoledoras líneas de bajo e inverosímiles voces llenas de emoción en un artefacto cargado de caótica energía.

El trabajo del por aquel entonces Diamond Darrell es absolutamente estremecedor. Su rapidez, su talento, su técnica y su imaginación puestos al servicio de algunos de los mejores riffs y solos de su década. El doble bombo de Vinnie Paul y su complejo pero inmaculado sentido del ritmo otorgan un acertado sentimiento heavy al álbum, al tiempo que junto a Rex Brown compone un sector rítmico capaz de doblar al rapidísimo Darrell, algo para lo que no todo el mundo está preparado.

El trabajo de Phil Anselmo es también de primer nivel a lo largo y ancho del Cowboys From Hell. Uno de los mejores vocalistas del metal de la década que usa en este álbum por última vez sus altísimos y agudos gritos, algo que sin duda le otorga un significado especial.



El riff con el que abre Cowboys From Hell catapultó sin remisión la carrera de Pantera. Sus alucinantes riffs en cascada, el más que difícil solo de Darrell, las líneas de bajo de Brown o el memorable We're taking over this town cimentaron el clásico instantáneo que definió a Pantera y que sentó las bases para el resto del álbum.

Después la brevedad de "Primal Concrete Sledge", un cenagoso tema lleno de movidísimos riffs y excelente batería tras el que irrumpen los descomunales riffs de "Psycho Holiday", inmenso corte en el que cerca del final la guitarra cambia de velocidad en busca de un acelerada explosión. El solo de 45 segundos es absolutamente brutal, muestra de incalculable valor del talento de Darrell, soporte de unas letras alocadas de manera intencionada.

La intro demoledora de "Heresy", sus riffs adictivos  y su, de nuevo, gran solo, recuerdan a los tempranos Metallica, solo por el sonido, porque las letras son hasta cierto punto cachondas, dando paso a "Cemetery Gates", uno de los mejores momentos de todo el álbum. Balada megaépica en formato thrash metal de lento y melódico inicio que se torna en metal poderoso lleno de un memorable trabajo de guitarra y unas excelentes líneas de bajo. Acertado también el papel de Anselmo, cantando en un tono más melódico y otorgando veracidad a los pensamientos suicidas del tema.

"Domination" es seguramente el tema más duro del Cowboys From Hell. Una vez más la guitarra y la batería se muestran imponentes. Desde el rápido inicio la interacción entre Darrell y Vinnie Paul es perfecta. El gran solo cerca del final precede a unos lentos riffs de entre los que sobresale una genial línea de bajo de Brown.

Riffs de metralleta y demoledora batería para "Shattered", un tema vibrante sobre la destrucción del mundo tras un ataque nuclear en el que Anselmo parece Rob Halford hinchado de anabolizantes. Da paso a la excepcional intro de "Clash With Reality", seguida de nuevo de excepcionales riffs, trabajo de batería, líneas de bajo y un Anselmo en estado de gracia.

"Medicine Man" es hasta cierto punto melódica y obsesiva, oscura y hasta cierto punto sarcástica, lenta hasta su explosión marca de la casa, en cierto modo como "Message In Blood", tema también oscuro con unas guitarras y una batería casi geniales en el que destacan los tremendos riffs con genial cambio hacia la mitad del tema.

El comienzo lento de guitarra acústica de "The Sleep" desemboca en un ritmo galopante con dos solos inmensos. En parte diferente al resto del álbum, tal vez en cierta línea medio tiempo, dando paso a "The Art Of Shredding", el perfecto final para un álbum como Cowboys From Hell. El título del corte define por si mismo la música de Pantera. Efectivamente, una trituradora que comienza con una brillante línea de bajo de Rex Brown hasta que explota en duro y puro thrash.


Hoy Cowboys From Hell es un auténtico clásico del metal. Sin entrar a valorar cual es el mejor trabajo de Pantera, algo que va en los gustos, lo verdaderamente cierto es que éste fue el inicio de la gloriosa transformación, y plasmó un sonido y una actitud que dejaron huella.

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