Posiblemente, el hecho de conocer a Jeff Lynne fuese una de las mejores cosas que le pasaron a Tom Petty. El que fuese miembro fundador de Elcetric Light Orchestra y años más tarde de los Traveling Wilburys, se unía a Petty en Full Moon Fever, el álbum que en 1989 le despertaba del letargo en el que se había sumido durante gran parte de la década. Lynne contribuyó de manera decisiva a poner de nuevo en órbita a Tom Petty, con Full Moon Fever y por supuesto con Into The Great Wide Open, el artefacto con el que, de nuevo con los Heartbreakers, Petty volvía a hacer magia.
La labor de Jeff Lynne en la producción, con el apoyo de Petty y de Mike Campbell, es extraordinaria. Por supuesto Lynne es el productor principal del álbum, y logra dotarlo de un sonido cercano al que obtuvo en el Secret Messages de 1981 de la Electric Light Orchestra, alguno con George Harrison y el primero de los Traveling Wilburys. Junto a Petty y Campbell dota a Into The Great Wide Open de un sonido de guitarras realmente atractivo, merced a un uso moderado de la teclas. Un sonido brillante, nítido y potente que combinado con doce temas redondos da como resultado uno de los mejores trabajos de la carrera de Petty.
Full Moon Fever fue un álbum inmenso, maravilloso, pero tal vez careció de cierta consistencia, algo que no sucede en Into The Great Wide Open, un trabajo en el que no hay diferencia entre lo muy bueno y lo menos bueno, porque todos los cortes del álbum rayan a gran altura. Un fantástico viaje auditivo por el alucinante pasaje sonoro que proponen Petty, Lynne y Campbell, un trabajo escrito e interpretado con alma, corazón y honestidad.
Un maravilloso álbum de rock en el que predominan las melodías adictivas. Un trabajo brillante, no tan pegadizo como Full Moon Fever, pero lleno de humor, de estilo y muchísimo ritmo. Temas reflexivos que cubren prácticamente cualquier estado de ánimo convirtiendo Into The Great Wide Open en un álbum absolutamente emocionante, producto de la asombrosa química que hay entre Lynne y Petty, incapaces de fabricar algo mediocre cuando se juntan.
Lynne es además de productor un miembro más de los Heartbreakers, y en el disco se encuentran muchos de los adictivos ganchos que se pueden esperar de un tipo como él. El cinismo bonachón del mejor Petty también está presente y el trabajo de guitarra del impresionante Mike Campbell es una vez más asombroso, un tipo al que parece que no le cuesta nada dejar al oyente con la mandíbula desencajada. La batería y la percusión de Stan Lynch son extraordinariamente versátiles, aunando esfuerzos con el inmenso Howie Epstein al bajo. Benmont Tench continúa añadiendo texturas y matices al sonido de la banda, en un labor secundaria no lo suficientemente reconocida.
"Learning To Fly" abre magistralmente el álbum con un sonido y un estilo similares al "I Won't Back Down" del "Full Moon Fever". Como siempre Jeff Lynne se asegura de que el tema sea tan bueno como finalmente fue, construyendo algo simple pero muy eficaz, igual que "Kings Highway" es un trallazo optimista de sonido francamente agradable.
La legendaria "Into The Great Wide Open", con su apoteósico estribillo se convertiría en éxito inmediato. Las guitarras aquí son extraordinarias. Después "Two Gunslingers" es otro optimista tema de Petty, líricamente interesante y divertido, con maravillosas guitarras acústicas.
"The Dark Of The Sun" es otra de las fantásticas composiciones de Petty y Lynne. Espléndidamente melódica y de estribillo genial, uno de los mejores temas del álbum, absolutamente evocadora.
"All Or Nothin'" es otro trallazo completamente adictivo mientras que "All The Wrong Reasons", también de Petty y Lynne, presenta una dulce e incluso divertida armonía.
"Too Good To Be True" es una de las joyas del álbum, un tema deliciosamente ensoñador en el que las armonías y las guitarras resultan maravillosas.
"Out In The Cold" es el mejor trallazo del disco. Optimista e indagadora en los tiempos iniciales de Petty y en los de Electric Light Orchestra de Jeff Lynne. De sonido limpísimo y grandes voces de Petty y con uno de los estratégicos solos de todo el álbum.
"You And I Will Met Again" tiene algo especial, y aunque la compone Petty en solitario soporta perfectamente las comparaciones con las escritas junto a Lynne al tiempo que "Makin' Some Noise" presenta algunos de los mejores riffs del álbum, cosecha de un Campbell que participa en la composición del tema. "Built To Last" es una joya perfecta para terminar el álbum.
Después de Into The Great Wide Open no volverían a trabajar juntos Jeff Lynne y Tom Petty, pero algo de su esencia debió quedar, porque desde ese momento Petty ha presentado álbumes irresistibles. Ojalá algún día vuelvan a hacerlo. Into The Great Wide Open quedó un punto escondido bajo el influjo del tremebundo Full Moon Fever, y al igual que su predecesor debe ser considerado una obra maestra, un trabajo incluso aún más redondo.
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