ZEPPELIN ROCK: BAND OF HORSES - Things are Great (2022): CRÍTICA Review

lunes, 27 de junio de 2022

BAND OF HORSES - Things are Great (2022): CRÍTICA Review

 

Por Esteban Martínez (@EMartineC)




Band of horses es una banda a la que desde hace años le tenía ganas, pero  por uno u otro motivo acababan quedando relegados frente a otras opciones. Es posible que las razones guarden relación con lo "quitada de bulla" (así decimos en Chile) que suena su música o el bajo perfil que han mostrado. El caso es que tanto en 2010, 2012 como en 2016, pasé de sus álbumes, por lo que con su sexto disco no podía fallar y aquí estamos, ante un álbum que llega tras seis años de silencio, con integrantes que han cambiado (bajo y guitarra) y un Ben Bridwell (amo y señor de la banda) que, tras su divorcio, ha querido desahogar su momento mediante un trabajo que exuda libertad, musical y lírica.



Por encima de todo, Things are Great es un disco que funciona, que aborda el sonido tradicional de la banda, ese folk electroacústico clásico del sur de Estados Unidos, aparentemente liviano pero profundo en términos de arreglos y también mensajes, con un Bridwell que esta vez no ha querido edulcorar la poesía y ha escrito con las vísceras. Esto se aprecia desde un comienzo, cuando 'Warning signs' se abre paso mediante una melodía tan sencilla como gloriosa (candidata a canción del año desde ya), con un quiebro a medio tema que aporta intensidad para cerrar en medio de explosiones y un potente: "Sí, el problema es mío. / No quiero ayuda. / No quiero asesoramiento. / No quiero terapias. / No quiero nada...". ¿Qué decir? Enorme. Esta sensación de hastío volverá a repetirse con mucha crudeza más adelante. Ocurre en 'Tragedy of commons' ("Siempre estás ido. Nunca estás aquí / Bebé, soy un perro agotado. / ¿Puedo cancelarlo todo?"); o en la despiadada 'In the hard times', uno de los temas más explícitos en torno a la ruptura de la relación ("Piensas que no abandonaré la violencia y tus escenas públicas. / No es nada nuevo..."). Lo curioso es que toda esta amargura se enmarca en un sonido dulce y ameno, de medios tiempos, que recuerda por momentos a Death cab for cutie, aunque ya se quisieran los de Ben Gibbard haber creado canciones como estas durante esta pasada década.

Mucho más luminosas y poperas sonarán cosas como 'Crutch', 'Lights' o 'Ice night we're having', tres donde el sonido acústico se volverá más alegre, pero ciertamente estas serán excepciones en un álbum que se moverá entre atmósferas más bajas, aunque siempre incorporando algún elemento explosivo o eléctrico en las estructuras ('Aftermath' o 'You are nice to me'). 

Things are Great ha sido un buen regreso de Band of horses, uno que ha estado a la altura. Un disco que, evidentemente, ha funcionado como un desahogo para el autor, uno que seguro conectará con quienes estén dispuestos a entregar tiempo a la experiencia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario