ZEPPELIN ROCK: ABBATH - Dread Reaver (2022): CRÍTICA Review

lunes, 11 de abril de 2022

ABBATH - Dread Reaver (2022): CRÍTICA Review

 


Por Esteban Martínez (@EMartineC)




A pesar de lo errático de su actitud, que lo llevó a verse inmerso en un papelón terrible en Argentina unos años atrás en plena promoción de Outstrider (2019) o haber despedido de su banda a Mia Wallace para luego (ya siendo parte de Nervosa) reincorporarla, resulta imposible no tenerle aprecio a Olve Eikemo y su particular carisma. Su salud mental no viene siendo estable, sin embargo, y particularmente el abuso en el consumo de alcohol ha acabado por complicarle la existencia. Pero insisto, al final del día acabamos disculpando sus desvaríos pues entendemos que su legado guarda también relación con su historia y personalidad. Solo le deseamos lo mejor, que se trate y mejore. El caso es que en ese camino lo tenemos de regreso con el tercer álbum de su proyecto en solitario, un disco en donde el vocalista evidentemente ha querido sonar más agresivo que lo habitual y recuperar cierta crudeza black en el sonido, para lo cual decidió meterse en las perillas y participar de la producción de Dread reaver, el problema es que ... pastelero a tus pasteles, lejos de conseguir su objetivo, el noruego ha acabado por dispararse en los pies con el sonido del álbum. Dicho en simple: Dread reaver, más allá de si contiene buenas o malas canciones, suena espantoso y saturado todo el tiempo. Una verdadera masa de ruido que espanta más que acerca.



Basta escuchar cosas como 'Acid haze' o 'Scarred core' para corroborar lo que digo, los temas son agresivos pero cuesta distinguir cada instrumento y el énfasis está puesto en las guitarras + voz, lo cual complica la experiencia. Más adelante el asunto se moverá por donde mismo, una masa black oiremos en 'Myrmidon' o 'The deep unbound' y será precisamente en aquellos temas donde la cabalgata baja un tanto la intensidad, como en 'Dream cull' o 'Septentrion' donde el álbum se volverá algo más disfrutable. En la recta final tampoco se entiende demasiado la incorporación de un refrito como 'Trapped under ice' de Metallica, básicamente porque la versión aporta cero a la original, y el asunto acabará cerrando con 'The book of breath' y 'Dread reaver', que se suman a la lista de canciones innecesariamente ruidosas.



Nadie le quitará el sitial de leyenda al gran Abbath pero por lo mismo no pasa nada si admitimos que acá ha fallado medio a medio. Canción a canción el disco tiene sus cosa.s pero la mezcla arruina por completo la experiencia. Ojalá algún día este conjunto pueda remasterizarlo para que podamos oírlo como corresponde...

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