CRÍTICA de la película LONDON BOULEVARD (William Monahan, 2010): Review

 

by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)

del blog ¿Y tú quién te crees que eres, Piltrafilla?

Os voy a hablar hoy de la película británica London Boulevard, una cinta de 2010 protagonizada por Colin Farrell y Keira Knightley en un papel que me ha sorprendido en positivo. La película nos cuenta de una manera admirable la historia de Mitchel, un delincuente que sale de prisión y quiere abandonar el mundo de los bajos fondos de Londres. La misma noche en la que sus antiguos compañeros del hampa le ofrecen una fiesta, una periodista a la que ha ayudado poco antes le encuentra un trabajo que consiste en hacer de guardaespaldas de Charlotte, una actriz desequilibrada por el acoso de los periodistas que está recluida en su mansión. Pero, evidentemente, la reputación que precede a Mitchel le va a pasar factura y mientras su relación con la actriz se hace cada vez más estrecha, tendrá que vigilar su espalda para protegerse del pasado. El asesinato de un indigente al que estaba unido y la aparición de un tal Gant complicará aún más las cosas. 

Amiguitos, tengo que recomendaros encarecidamente esta dramática London Boulevard –que además he disfrutado en versión original subtitulada-, una historia con un guion sólido lo suficientemente trabajado para mantenernos atentos e interesados en lo que ocurre, unos diálogos muy buenos, buena música, buenas interpretaciones, violencia, pinceladas de humor negro, ironía... en fin, piltrafillas, otro de esos ejemplos que ponen de manifiesto la ineptitud de los distribuidores que priman bazofias de consumo rápido destinadas a un público adolescente cada vez más lerdo y desestiman buenas obras de cine que darían algo de entidad a esas salas que tanto lloriquean por su futuro. Ha sido una buena película que he visto cómodamente en el sofá de mi casa, al amparo del aire acondicionado y con unas palomitas de microondas y que he conseguido pulsando en un enlace que me he encontrado por internet, un servicio por el que estoy pagando una pasta, dicho sea de paso... ¿quién coño va a convencerme de que es mucho mejor ir a una sala comercial? Hacedme caso, no os la perdáis.