ZEPPELIN ROCK: LOS MEJORES WESTERNS DEL SIGLO XXI - Las mejores películas del Oeste (años 2000 a 2020)

domingo, 7 de febrero de 2021

LOS MEJORES WESTERNS DEL SIGLO XXI - Las mejores películas del Oeste (años 2000 a 2020)

 

Django desencadenado.

por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



Ya sabéis que el Western hacía décadas que perdió su éxito y brillo, pero con las revitalizaciones y visitas constantes, el género más completo del cine siempre ofrece títulos interesantes, incluso en lo que llevamos de siglo, donde podemos rescatar un buen número de ellos. Cada visita al género ahora es un bocado de gourmet que hay que disfrutar. Miradas que pretenden reflexiones actuales o rendir tributo a una época con buenas historias. ¿Para qué más?


Bone tomahawk.



Los mejores westerns del siglo XXI

(las mejores películas del Oeste: 2000-2020)

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APPALOOSA (2008), de Ed Harris. 

Decepcionante western en la que es, tras “Pollock” (2000), la segunda película como director del magnífico actor Ed Harris. Con un planteamiento clásico, donde un sheriff (Ed Harris) y su socio (Viggo Mortensen) deben proteger a un pueblo de un ranchero sin escrúpulos y su grupo, a penas saca partido a la esencia del género. Con una trama principal que se va difuminando, con una confrontación entre los protagonistas y el villano (Jeremy Irons), que a cada paso que avanza la película interesa menos y tiene menos intensidad, la cinta se acaba resintiendo a todos los niveles, a pesar de la buena factura técnica.

BLACKTHORN. SIN DESTINO (2011), de  Mateo Gil. 

Un buen homenaje a “Dos Hombres y un Destino” bajo la hipótesis de que uno de ellos, Cassidy, en realidad sobrevivió a aquel tiroteo. Un Western español, además.

BONE TOMAHAWK (2015), de S. Craig Zahler. 

¡El Western lo aguanta todo! Por algo es el género más completo del cine. Aquí tenemos un Western con terror y gore en una mezcla tan sui generis como triunfante, ya que gustó mucho a su público potencial. Y siempre es un placer ver a Kurt Russell al frente.

COMANCHERÍA (2016), de David MacKenzie. 

Uno de los thrillers más destacados de estos años, nominado a tres Globos de Oro. Nueva muestra del buen cine independiente americano. Un thriller de frontera, un neo western, géneros que se vuelven a fusionar para regalar otro notable título con un agudo trasfondo social e interesantes reflexiones magníficamente narradas.



DEUDA DE HONOR (2014), de Tommy Lee Jones. 

Un peculiar y personal Western, seco, extravagante, tierno, desolado… Otro viaje incierto entre misiones serenas y objetivos variables.

DJANGO DESENCADENADO (2012), de Quentin Tarantino. 

Perfecta muestra del estilo Tarantino, zambulléndose en uno de los géneros clásicos para darle su toque y visión. Obra depurada y cohesionada, aunque no perfecta, que define plenamente el espíritu del cineasta.

EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD (2007), de Andrew Dominik. 

Pausado western, bello estéticamente, cadencioso y reflexivo, con un excelente Casey Affleck y un correcto Brad Pitt. Un buen trabajo, aunque quizá a algunos se les haga cuesta arriba.

EL RENACIDO (2015), de Alejandro González Iñárritu. 

Fue la película más impactante, brillante y potente visualmente del año. Dura, salvaje, bestial y brutal, con sus dosis gore y realistas, sin remilgos ni concesiones a la comercialidad, que habla de la venganza y el espíritu de supervivencia, pero no como oda a la vida, aspecto que queda muy matizado, casi diluido como concepto en la cinta. Sus elementos oníricos encajan y funcionan regular, pero es una gran obra, con alguna escena que será recordada (ese ataque del oso) y el honor de haber podido dar el ansiado Oscar a Leonardo Di Caprio.



EL TREN DE LAS 3:10 (2007), de James Mangold. 

Otro western, remake del que en 1957 dirigiera Delmer Daves sobre el relato de Elmore Leonard. La historia es estupenda, y está bien resuelta, digna de la original.


FRONTRA (2014), de Michael Berry. 

Correcto Western sin grandes alardes donde al menos podemos disfrutar del buen hacer de Ed Harris, que repite.

HOSTILES (2017), de Scott Cooper. 

El crepúsculo de los nativos en una cinta de tono triste y reflexivo, bastante interesante, con la épica de la aventura y el viaje peligroso en esos entornos ariscos, bellos y amenazantes. No tuvo mucho altavoz, pero no es en absoluto desdeñable.

LA BALADA DE BUSTER SCRUGGS (2018), de los Hermanos Coen. 

Como toda película de episodios es irregular, con momentos muy notables y otros más insustanciales. Una reflexión frívola y divertida sobre la muerte. No es de los grandes trabajos de los hermanos.

LA PROPUESTA (2005), de John Hillcoat. 

El desierto australiano es testigo mudo de los dilemas crepusculares de los personajes a los que Hillcoat dedica su historia. Irregular, pero de gran factura.

LOS HERMANOS SISTERS (2018), de Jacques Audiard. 

Otro western que, por lo que sea, ha tenido menos altavoz que el de los Coen, aunque lo supera. Muy recomendable.



LOS ODIOSOS OCHO (2015), de Quentin Tarantino. 

Aunque tiene toques del talento de Tarantino, esta mezcla entre Reservoir Dogs y Agatha Christie tiene un aire formulario que la perjudica, esa morosidad y tensión latente en espera del estallido violento y sangriento que la gente desea con previsible éxtasis. Un defecto del que Tarantino haría bien en huir, como parece querer hacer. Es una cinta muy inteligente, además de una de las más alegóricas del director, algo que está explorando cada vez con mayor acierto.



LOS SIETE MAGNÍFICOS (2016), de Antoine Fuqua. 

Innecesario Western, aparatoso y políticamente correcto, que lejos de sus originales (Kurosawa, Sturges), cumple como entretenimiento. Gran reparto.

NOTICIAS DEL GRAN MUNDO (2020), de Paul Greegrass. 

Un sereno y reflexivo Western del habitualmente enérgico Greengrass. Otro viaje de dos personajes muy distintos por amenazantes y bellos entornos. Apreciable. Con Tom Hanks.

OPEN RANGE (2003), de Kevin Costner. 

Maravilloso western de Kevin Costner, su mejor película, sin duda, hasta la fecha. Un western como los de antes, el mejor desde “Sin perdón” (Clint Eastwood, 1992). Drama, amor, acción, suspense, una enorme historia de amistad y la mitología del western retratados a la perfección. Excepcional duelo final.



THE SALVATION (2014), de Kristian Levring. 

Interesante Western danés, donde se pueden apreciar buenas influencias en su estilo y narrativa seca y contundente. Una rareza disfrutable.

VALOR DE LEY (2010), de Joel y Ethan Coen. 

Remake de la película que en 1969 dirigiera Henry Hathaway con John Wayne como protagonista. Un buen trabajo con los hermanos adentrándose, una vez más, en uno de los géneros clásicos, y que más les gusta.

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