ZEPPELIN ROCK: ANAAL NATHERAKH - Endarkenment (2020): CRÍTICA Review

lunes, 8 de febrero de 2021

ANAAL NATHERAKH - Endarkenment (2020): CRÍTICA Review

 


Por Esteban Martínez (@EMartineC)




Conforme van transcurriendo los años, no puedo sino confirmar la idea de que si existe un género que durante estas últimas dos décadas no solo se ha mantenido en pie, sino que, además, ha parido obras cada vez más creativas, exigentes y fantásticas, es el metal. Quienes revisan este blog sabrán que acá yo no me impongo límites y más bien paseo por un amplio abanico de sonidos, pero siempre, año tras año, es en el metal donde encuentro mayores muestras de crecimiento continuo. Todo esto a propósito del más reciente trabajo de Anaal Nathrakh, una banda de productividad no menor (con este son once álbumes en dos décadas) pero donde siempre la brutalidad ha estado garantizada. Su álbum debut, The codex necro (2001), es una verdadera bestialidad y desde ahí el dúo (en estudio, ya que en vivo cuentan con músicos de apoyo) poco a poco ha ido incorporando matices a su sonido, conectando su característico black con elementos cercanos al grindcore, baterías cada vez más evidentemente programadas e incluso guiños al industrial que hicieron que su anterior entrega, A new kind of horror (2018), les hiciese parecer por momentos una especie de Fear factory más extremo. 



Otro elemento que poco a poco ha ido aportando cambios al sonido de la banda es el trabajo vocal que Dave Hunt (a.k.a V.I.T.R.I.O.L) viene realizando. Era físicamente imposible que el vocalista pudiese sostener durante tantos años la performance demencial que ostentaba diez años atrás, de ahí que durante esta década lo hayamos oído incorporando elementos a sus interpretaciones. En ese camino, la pasada por Passion (2011), Vanitas (2012) y Desideratum (2014) definitivamente marcó un antes/después para la dupla Irrumator/V.I.T.R.I.O.L, permitiéndoles madurar su propuesta y complementarla tanto en términos musicales como interpretativos para lograr llegar a algo como lo que oímos en este Endarkenment.  



Algo de lo que hablo se puede apreciar de inmediato en la partida de este álbum, 'Endarkenment' (la canción) es tremendamente veloz (la batería programada se nota demasiado eso si) pero se sostiene en base a un coro marcadamente melódico, con Hunt incorporando chillidos varios pero cantando limpio en casi toda la canción. ¿Aviso respecto a lo que vendrá a futuro? Puede ser, que no sería el primero ni el último que deberá modificar sus registros para poder seguir adelante. En 'The age of starlight ends' sucede algo similar, acelerador a fondo en las estrofas + coros melódicos y limpios, mientras que en 'Thus, always, to tyrants' lo oiremos al límite del desgarro. Como sea, el álbum durante sus primeros diez minutos no regala segundo de calma y será recién en 'Libidinous (a pig with cocks in its eyes)' cuando la dupla ralentizará un tanto los tiempos con un Dave Hunt emulando de manera particular (y espectacular) a King Diamond previo a los coros mediante unos agudos fenomenales (aunque dudo en vivo pueda hacerlos y menos pasar desde ahí al coro limpio). El ejercicio, sin embargo, resulta digno de elogio pues la contundencia que logran es tremenda. 

Existirán otros momentos en el álbum en donde la banda se esfuerza en sostener los niveles caóticos de antaño, como ocurre en 'Beyond words' o 'Sindularity' (donde vuelven a sonar los agudos) mientras que la fórmula característica del disco (el balance gruñidos/coros limpios) volverá a aparecer en la pasada por 'Feeding the death machine' + 'Create art, though the world may perish'. Finalmente el disco cerrará  perdiendo algo de sorpresa con 'Punish them', que suena muy de manual y parece ser relleno simplemente, y 'Requiem' que iba por las mismas pero a sus tres minutos introduce un quiebre instrumental que se agradece.  

Anaal nathrakh han vuelto a cumplir de sobra mediante un álbum que continúa mostrándolos ansiosos por expandir sus límites y que también los re inventa en función de su presente. Se concentran en continuar sonando extremos, lo cual es bastante decir tras dos décadas de existencia, pero han sabido adaptarse a sus condiciones actuales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario