ZEPPELIN ROCK: LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DE LOS 80 - El mejor cine de terror de los años 80

domingo, 22 de noviembre de 2020

LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DE LOS 80 - El mejor cine de terror de los años 80

 

El resplandor.

por MrSambo (@Mrsambo92)

del blog CINEMELODIC



En la década del auge de la Ciencia Ficción y el fantástico, era obligado recoger también los grandes títulos del terror, que además podían entroncarse con los anteriores géneros. De hecho, el terror fue uno de los géneros que más éxito tuvo, que creó más iconos y que mejor se renovó, incluso aunque muchos de sus productos no fueran especialmente brillantes. Es la década donde se desarrolló el slasher que surgió en los 70 (una vez gestado por Hitchcock en los 60). Un género bastante potente en esta época, que logró un buen número de iconos y “monstruos” que se eternizaron en décadas posteriores con infinitas secuelas. Es curioso ver como la pujanza del género en los 80 se va desvaneciendo con el avanzar de los años hasta casi no dejar nada reseñable en los dos últimos. He incluido también comedias de terror y títulos juveniles para no dejar mucho atrás.


Henry, retrato de un asesino.


Las mejores películas de terror de los años 80


AL FINAL DE LA ESCALERA (1980), de Peter Medak. 

En 1980 se realizaron dos de las más brillantes cintas de terror del cine moderno, “El resplandor” de Stanley Kubrick y ésta “Al final de la escalera”, que además tienen muchos aspectos en común. En ambas la trama va de fantasmas y su desarrollo se aleja de lo convencional. “Al final de la escalera” es una de las grandes obras del género sin duda, que lo dignifica y ejemplifica además de mostrar un camino por el cual debería ir. Una película que huye del tópico y se consagra a la enseñanza de que es mejor sugerir que mostrar, preocuparse por la atmósfera y el ambiente que por los litros de hemoglobina. Scorsese la situó entre sus películas de terror predilectas.

El final de la escalera.


AULLIDOS (1981), de Joe Dante. 

Curiosa y apreciable cinta de terror con una propuesta original sobre la figura del Hombre Lobo. Y protagonizada por Dee Wallace antes de “E.T. El Extraterrestre” (1982).

BITELCHÚS (1988), de Tim Burton. 

La película que selló el estilo y la estética de Burton. Cinta de culto que mezcla comedia y terror con un formidable personaje protagonista interpretado por Michael Keaton para dar forma a un delirio encantador y macabro.

CARRETERA AL INFIERNO (1986), de Robert Harmon. 

Un pequeño clásico de culto que se maneja entre el thriller y el género de terror. Escalofriante Rutger Hauer, tiene escenas muy potentes. Una película muy entretenida, aunque sus claves hayan sido muy imitadas.

CHRISTINE (1983), de John Carpenter. 

King adaptado por Carpenter. Siendo lo que es, la dirección de Carpenter presenta dignidad a este mecanismo de terror que, seguramente, en otras manos hubiera caído en el ridículo. Digna.

CREEPSHOW (1982), de George A. Romero. 

Stephen King y George A. Romero homenajeando a los comics de terror. El frikismo tiene en esta década su auténtica explosión, incluso el germen de lo que llegaría. Cinco historias con humor negro, terror y buen entretenimiento.

EL ANSIA (1983), de Tony Scott. 

Particular acercamiento al tema vampírico de Tony Scott. En su alocado delirio, se convirtió en cinta de culto, con escenas turbadoras y morbosas. Lo mismo te encanta que te horroriza…

EL CORAZÓN DEL ÁNGEL (1987), de Alan Parker. 

Un Noir en clave fantástica y demoniaca con toques de terror, como mandaban los tiempos ochenteros (ya saben los géneros que predominaban). Potente cinta de culto donde recordaremos el buen trabajo de Rourke, al diabólico De Niro y la sensualidad de Lisa Bonet.



EL DÍA DE LOS MUERTOS (1985), de George A. Romero. 

La saga zombi de Romero con un nuevo episodio, más claustrofóbico, serio, incluso profundo en su contexto reflexivo, que pondría fin a su trilogía.

EL ENTE (1982), de Sidney J. Furie. 

Una de las cintas de terror más perturbadoras de los 80, y creo que, injustamente, algo olvidada. El hecho de estar basada en hechos reales, la atmósfera enfermiza, la amenaza invisible, la situación de impotencia, acaban dotándola de un gran poder de sugestión y angustia. No deja indiferente.



EL PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS (1987), de John Carpenter. 

Carpenter, maestro del terror ochentero, con una de posesiones y demonios eficaz donde lo más destacado es su trabajo en la dirección.

EL RESPLANDOR (1980), de Stanley Kubrick. 

Kubrick, con la idea clásica de la casa encantada, le dio un vuelco al terror, dotándolo de personalidad, originalidad, dignidad, profundidad y abriendo caminos nuevos en el manido y tópico género. Kubrick es la fusión de la mente privilegiada de un ajedrecista de talento y el sentido visual de un fotógrafo excepcional. Y “El resplandor” es, en suma, una de las obras indispensable del cine de terror, de obligado visionado.

EN COMPAÑÍA DE LOBOS (1984), de Neil Jordan. 

Cinta de culto con un estupendo tono de cuento para materializar un original artefacto de terror. Un acercamiento muy interesante a la mitología de los cuentos y los lobos… Con Angela Lansbury además, entre otros.

GREMLINS (1984), de Joe Dante. 

Un pequeño clásico de culto juvenil, comedia de terror con unos monstruitos y una mitología que están ya en el imaginario colectivo. Clásico producto de esta década.

HELLRAISER (1987), de Clive Barker. 

Una de terror de culto, género muy fructífero y exitoso durante los 80. Fantasías, infiernos que conectan con la tierra, relaciones filiales perturbadoras y mucha sangre.



HENRY: RETRATO DE UN ASESINO (1986), de John McNaughton. 

Ciertamente sobrevalorada por la distinta visión que se daba del asesino en serie, es una aceptable cinta de culto de violencia explícita, dura, seca, sin concesiones, que elimina cualquier tipo de romanticismo respecto a la figura en cuestión.

JÓVENES OCULTOS (1987), de Joel Schumacher. 

Vampiros juveniles. Título de culto que actualiza el mito vampírico con un gran reparto juvenil lleno de estrellas de la época. Una buena mezcolanza para reverdecer a los chupasangre.

LA ANGUSTIA DEL MIEDO (1983), de Gerald Kargl. 

Interesante y poco conocida cinta de terror que resultará atractiva a los fans del género. Realista, asfixiante y tensa, las peripecias de un asesino en serie acosando a una familia aislada donde una chica adolescente cuida a su madre enferma y su hermano con discapacidad intelectual les dará emociones fuertes.

LA COSA (EL ENIGMA DE OTRO MUNDO) (1982), de John Carpenter. 

Uno de los más grandes clásicos del cine de terror de los 80. Remake de la cinta de 1951 y nueva adaptación de la novela de John W. Campbell. Espeluznante, verdaderamente inquietante y con unos grandes efectos especiales artesanales. La psicosis y la desconfianza en ese entorno claustrofóbico y gélido. Una obra maestra del género.



LA MOSCA (1986), de David Cronenberg. 

Remake del clásico del 58 en el que Cronenberg goza resultando repelente y desagradable con el gore y la monstruosidad. Cinta icono de la “nueva carne” patentada por el cineasta canadiense.

LA NIEBLA (1980), de John Carpenter. 

Bastante conseguida, sin ser una de las grandes obras de Carpenter, logra lo que se propone de manera minimalista, o mejor dicho, a la forma clásica, sin truculencias ni gore, siendo el suspense el mejor de sus aliados.

MUERTOS Y ENTERRADOS (1981), de Gary Sherman. 

Curiosa película de terror ochentero, muy característica de la época, pero con determinados aspectos que quizá la hicieron merecedora de correr mejor suerte. Ahora es una película de culto no muy conocida, a pesar de su interés. Muy anterior a obras como “El Sexto Sentido” (1999).

MUÑECO DIABÓLICO (1988), de Tom Holland. 

Sin ser una cinta brillante, marcó bastante en su día con una ingeniosa propuesta, la del terror doméstico desde el objeto infantil. Ha tenido innumerables secuelas y no deja de ser entrañable.



NOCHE DE MIEDO (1985), de Tom Holland. 

Uno de los grandes acercamientos al mito vampírico desde un punto de vista juvenil, adolescente. Cinta atrevida y trasgresora, utiliza muy bien las metáforas y el simbolismo clásico del vampiro para adaptarlos al mundo moderno y las tribulaciones de esas edades.

PESADILLA EN ELM STREET (1984), de Wes Craven. 

Un clásico del cine de terror y el slasher de los 80. Con un toque metafísico en su concepción, muy de Craven, la película convirtió al bueno de Freddy Kruegger en un icono. Tiene interminables secuelas. Aquí debutó Johnny Depp.

PHENOMENA (1985), de Dario Argento. 

Cinta de culto de Argento, uno de sus clásicos films de terror donde el “giallo”, lo sobrenatural, la hemoglobina y la atmósfera enfermiza se dan cita para satisfacer a los fans del género.

POLTERGEIST: FENÓMENOS EXTRAÑOS (1982), de Tobe Hooper. 

Con Spielberg detrás, tenemos aquí otro pequeño clásico de culto dentro del género de terror. Una cinta eficaz que popularizó hasta el término de su título y dejó para la antología algunos momentos y frases. No me apasiona especialmente. ¡Ya están aquiiií!



POSESIÓN INFERNAL (1981), de Sam Raimi. 

Primera de la trilogía infernal y diabólica de Raimi. Es un mecanismo de terror y gore puro, episódico y sin sentido, pero fascinante y enérgico. Da inicio a una de las trilogías más peculiares y eclécticas del género.

SCANNERS (1981), de David Cronenberg. 

En su particular estilo excesivo, sobre todo en los inicios, Cronenberg regala un título original y desfasado que satisfará a los amantes del gore.

TÉNEBRE (1982), de Dario Argento. 

Más terror, esta vez en versión giallo. Uno de los grandes clásicos del director italiano con una trama atractiva, la serie de asesinato calcando los relatados por el escritor protagonista en su nuevo libro mientras visita Roma para promocionarlo.

TERRORÍFICAMENTE MUERTOS (1987), de Sam Raimi. 

Una de las secuelas más destacables y sui generis de la historia del cine. Una segunda parte que convierte el mecanismo de puro terror surrealista de la anterior en una parodia del mismo sin perder un ápice de fuerza. Terror con cambio de tono. Magnífica, pero sólo recomendable si te gusta el rollo.

THRILLER (1983), de John Landis. 

El mítico videoclip que revolucionó el género, que cambió el concepto y la idea del videoclip y catapultó a la obra de Michael Jackson a cimas nunca antes transitadas. Es el disco más vendido de la historia.

UN HOMBRE LOBO AMERICANO EN LONDRES (1981), de John Landis. 

Original comedia de terror dirigida por John Landis que se terminó convirtiendo en un pequeño clásico de culto. Una combinación, el terror y la comedia juvenil, que sorprendió y gustó mucho.



UNA PANDILLA ALUCINANTE (1987), de Fred Dekker. 

No es, en absoluto, una buena película, pero esta comedia juvenil de terror (cómo gustaban estas mezclas en los 80, con mención destacada a este año) tiene al menos el don de un planteamiento original para los jovenzuelos, si bien sus logros no son muchos.

VAMPIROS EN LA HABANA (1985), de Juan Padrón. 

Mítica cinta de culto de animación y vampiros. Vampiros casi mafiosos. Dibujos para adultos, frescos y sin complejos. Ideal para los que busquen cosas curiosas.

VIDEODROME (1983), de David Cronenberg. 

Una de las películas más perturbadoras de Cronenberg, que repite aparición este año. Cinta de culto que no deja indiferente, de lúcidas y originales concepciones filosóficas y toques gore, en consonancia con el estilo del director. El concepto de “nueva carne” comienza a gestarse.



VIERNES 13 (1980), de Sean S. Cunningham. 

Un clásico del slasher que no podíamos omitir en esta lista. Independientemente de sus tópicos y calidad cinematográfica, su impacto fue indiscutible, fe de ello dan las innumerables secuelas que ha tenido y, quizá, seguirá teniendo.



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