ZEPPELIN ROCK: DEFTONES - White Pony (2000): CRÍTICA Review (20º Aniversario)

lunes, 27 de julio de 2020

DEFTONES - White Pony (2000): CRÍTICA Review (20º Aniversario)


Por Esteban Martínez (@EMartineC)




Cuando uno echa la vista atrás para  sopesar el conjunto de la música publicada en los últimos treinta años, digamos posterior al Nevermind de Nirvana (el disco que indudablemente cambió todo), hay álbumes que aparecen como claves. White pony de Deftones es uno de ellos. Cabe recordar que los de Sacramento ya habían impactado la escena gracias a la dupla Adrenaline (que en septiembre cumple 25 años de existencia, seguro que habrá reseña de aniversario por acá) + Around the fur (1997), los cuales dejaron singles como 'Bored', 'My own summer´ o la extraordinaria 'Be quiet and drive (Far away)' en las mentes de los adolescentes de aquellos años, sin embargo, digámoslo claro: para fines de siglo Deftones no dejaba de ser "otra banda más" en la movida nu metal, una muy especial eso si, dueña de un sonido agresivo, afilado, atrevido y con claros momentos emocionales, pero una banda más al fin y al cabo. El disco que llegó para cambiar aquello, que distanció a Deftones de todos sus pares generacionales fue White pony, su tercer y consagratorio álbum. En este, todos los elementos que se habían insinuado en sus antecesores florecen y se elevan a su máxima potencia mediante un conjunto de once canciones que funcionan como un continuo perfecto dejando esa exquisita sensación de que acá "nada sobra ni falta".




De esta forma White pony, título que realiza una evidente referencia a la cocaína, sostiene lo que funcionaba en su anterior trabajo, ese tándem emocional/agresivo tan característico de canciones como 'Lhabia', 'Mascara' o 'Around the fur', pero complementa con jugadas más experimentales y centradas en atmósferas tan oscuras como íntimas, con líricas marcadas por la desfachatez + referencias sexuales por montón y una sensibilidad que desborda el sonido del disco en todo momento. Para esta tarea, la labor de Chino Moreno resulta esencial, quien en 2000 ha perdido parte de su registro más "metal" por lo que recurre a una serie de trucos y oscilaciones vocales para interpretar, los cuales acabarán por dividir aguas entre quienes no soportan su manera de cantar y quienes lo adorarán por el resto de su carrera.

El álbum abrirá con todo. Un afilado riff + redobles y entra 'Feiticeira', de sonido por momentos asfixiante, con un Moreno que juega a contramano de los arreglos, vocalizando melodías mientras suenan punzantes guitarras y marcada batería. La jugada resulta fascinante y se volverá a visitar más adelante en canciones como 'Street carp' o 'Knife prty', con una banda que maneja los contrastes de su sonido a placer. En otra arista, una más más agresiva y que conectará con sus inicios en Adrenaline, sonarán 'Elite' o 'Korea', mientras que existirán otros momentos en que el disco se sumergirá por completo en la oscuridad de su sonido, ahí el medio tiempo 'Rx Queen' destaca con luces propias y ni hablar de 'Change (in the house of flies)', una pieza increíble, un verdadero pantano sonoro que explota todo lo que Deftones ya había insinuado años atrás en 'Be quiet and drive (far away)' pero llevándolo a una nueva dimensión, con una letra que reflexiona en torno a una relación tóxica y lo que implica haber anulado a una pareja en el desarrollo de esta.




Por si todo lo anterior fuese poco, el disco cuenta con algunos pasajes donde la banda experimenta con las atmósferas, como ocurre con la exquisitamente erótica 'Digital bath', que en palabras de Chino Moreno fue el tema que convenció a la banda de estar grabando algo realmente bueno, o en la fantástica 'Passenger', dura y golpeada en su sonido, con una notable e histórica participación de Maynard James Keenan en vocales. Finalmente, el álbum cerrará sus caras A y B con parones muy singulares, primero con la desnuda balada acústica/electrónica 'Teenager' y luego con 'Pink maggit', que tras unos minutos de absoluta tranquilidad acabará entre explosiones múltiples.

Párrafo aparte merece la historia de 'Back to school', una canción que Deftones entregó a partir de una petición expresa por parte del sello discográfico, el cual al no encontrar singles inmediatos en el disco solicitó a la banda la grabación de una canción más comercial. Luego, tras el éxito obtenido, 'Back to school' fue incorporada como apertura de White pony en ciertas ediciones (sin ir muy lejos, en Spotify aparece como "tema uno") pese a no tener absolutamente nada que ver con el álbum, desenfocando incluso la promoción de este (existió gente que se alejó del disco a causa de esta canción), al punto de que Chino Moreno a día de hoy continúa refiriéndose a ella como "un error".

El resto, sin embargo, las otras once, resultan ser una experiencia fascinante de comienzo a fin. A veinte años de su publicación White pony continúa siendo referente en materia musical contemporánea, un trabajo perfecto, producido de manera impecable por Terry Date (quien antes había trabajado con Pantera y Soundgarden, además de los mismos Deftones, claro) y desde donde debió reorientar su carrera para futuro. Un neo clásico absoluto.

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