ZEPPELIN ROCK: SCORPIONS - Lovedrive (1979): Crítica review

sábado, 23 de marzo de 2019

SCORPIONS - Lovedrive (1979): Crítica review


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia





Con este disco, Lovedrive, el grupo alemán Scorpions iniciósu etapa de mayor gloria mediática y comercial. Un año antes, había editado el directo Tokyo Tapes, final de una primera época y la huida de Uli Jon Roth. Para la ocasión, Klaus Meine (cantante) y Rudolf Schenker (guitarrista) recurrieron al genuino Michael Schenker (de nuevo) y a Matthias Jab; el primero metió guitarras solistas y el segundo hizo el trabajo “sucio” con sus rítmicas. Michael duró un suspiro y Jab se consolidó en el grupo hasta hoy. La banda la completaba el batería Herman Rarebell y el bajista Francis Buchholz. Vamos, el clásico line up.



Grabaron en los estudios de Dieter Dierks un buen puñado de canciones que les abrieron el mercado anglosajón definitivamente, en especial los Estados Unidos. Respecto a sus álbumes anteriores se nota un esfuerzo por simplificar los temas y hacerlos más accesibles, pero sin perder un ápice de calidad y rudeza. Además, afirmó una característica Scorpions: las baladas rompecorazones y los temas rompecuernos.

Abre Loving you a sunday morning con una melodía vocal delicada que mezcla bien con un ritmo donde las guitarras de Rudolf y Jab despuntan por primera vez. Buen solo breve. Another piece of meat es el primer clásico: ritmo frenético, la voz de Meine desgarrada pero sin apenas esfuerzo, trabajo rítmico sencillo pero efectivo y un solo de Michael Schenker para enmarcar.




La primera power-ballad sigue, Always Somewhere, con buena melodía de guitarra y una letra sentida, con Klaus marcando el tempo y dejando explotar su voz cuando echa en falta a su amada. Un poco pastelona pero deliciosa. Como hicieran en tantas otras baladas, lo mejor al final. Una de las dos rarezas del álbum: Coast to coast. Rareza porque es instrumental, y eso no cuadra con los Scorpions que todos conocemos. Un clásico con una melodía portentosa y un trabajo de todos los instrumentistas fabuloso. Michael de nuevo le pega un puntito mágico al asunto.




La rudeza de la brevísima Can’t get enought levanta al más pintón del asiento. Meine grita como un bellaco y las guitarras cortan. Fabuloso rompecuellos que marca otro de los puntos altos de Lovedrive. El segundo tema raro lo tenemos cuando el reggae se cuela en Is there anybody there? mezclado con guitarras distorsionadas y un estribillo estupendo. Si Led Zeppelin pudieron porqué ellos no. Aúna paz y descaro, invita a la experimentación y a abrir la mente.

Llegamos a otro de mis favoritos, el tema que creo representa (junto con la instrumental y quizá la siguiente balada) el tipo de sonido que Scorpions buscaba. Aquí lo tenemos todo: melodía, ritmo, comercialidad, buenas guitarras, incluyendo el último solo de Michael, una letra sencilla y un estribillo coreable. Otro clásico injustamente olvidado, Lovedrive. Y cerramos con una balada anotológica. Holiday recrea los sonidos de años anteriores y los enlaza con los futuros diez años del grupo. Primera parte acústica, lenta, cómoda, una parte central más roquera y sigue fluyendo hacia el final.



Un estupendo trabajo, no dudes en repasarlo entero una y otra vez. ¿Una de las mejores portadas de sex’n’rock?



No hay comentarios:

Publicar un comentario