ZEPPELIN ROCK: Las mejores películas de 2018 - Lo mejor del cine de 2018

domingo, 23 de diciembre de 2018

Las mejores películas de 2018 - Lo mejor del cine de 2018


por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



Como todos los años toca repasar lo más destacado en cuanto a películas se refiere, que seguro hay muchas que se os han pasado. Muchos títulos interesantes, si bien no tantos sobresalientes, pero desde luego hay calidad para realizar una lista amplia y variada, con muchas cinematografías distintas y géneros de todo tipo. Seguro que encontráis cosas que son de vuestro gusto.

Las mejores películas de 2018
Lo mejor del cine de este año



AN ELEPHANT SITTING STILL, de Hu Bo. 

Ambiciosa producción que dura casi cuatro horas. Su autor, con sólo 29 años, acabó suicidándose antes incluso de tenerla terminada del todo por problemas con los productores. Es una cinta grandiosa y ha sido muy alabada. Monumental y desmesurada, parece contener una vida derramada por su metraje.


AQUAMAN, de James Wan. 

Aunque los coloridos vuelven a ser estridentes y horteras, chillones y psicodélicos, el trabajo de James Wan es loable, gracias a su talento visual para escenificar la acción. Un título para dar algo de oxígeno a DC tras su rutinaria entrega de mediocridades.


BOHEMIAN RHAPSODY, de Bryan Singer. 

Uno de los grandes éxitos de la temporada. Y el reto era complicado, ya que es fácil decepcionar a los fans cuando se tocan los mitos. En cambio han logrado entusiasmarlos. Más allá de las cualidades de la cinta, que es correcta, ha conseguido tocar la fibra de los nostálgicos seguidores, lo que provoca el efecto contrario, el eufórico recibimiento. No voy a hablar de sobrevaloración, aunque el término esté ahí. Una buena película que será una gran película para los más fanáticos.


BUMBLEBEE, de Travis Knight. 

La grata sorpresa del mainstream. Poco daba yo por cualquier cosa salida de esta franquicia, pero ha sido salir Michael Bay de la dirección y lograrse el mejor título de todos. Sin renunciar a la espectacularidad, han trabajado un poco el aspecto dramático, han cogido referentes inteligentemente (la ternura a lo E.T. El extraterrestre o Cortocircuito), y a triunfar…


BURNING, de Lee Chang-Dong. 

Otra cinta oriental muy alabada. Adaptación de la obra de Murakami que poco tiene de convencional. Una obra fascinante, desde lo conceptual a lo estético, con una incierta mezcolanza de géneros que la hace más especial.


CAMPEONES, de Javier Fesser. 

Bonita, efectiva, con buenas intenciones… el título español que más ha gustado este año al público… pero sumamente mediocre con película. Al menos es un simpático entretenimiento.


CARMEN Y LOLA, de Arantxa Echevarría. 

Una cinta valiente que ha gustado mucho y ha sido multipremiada. Es, además, una de las favoritas a los Goya. Este amor adolescente entre dos chicas de etnia gitana ha cautivado a la crítica.


CLÍMAX, de Gaspar Noé. 

Otra provocadora propuesta de Noé, esta bastante bien recibida, en clave de extraño thriller psicológico y lisérgico. Si quieres una experiencia intensa, esta es una de las citas obligadas.


COLD WAR, de Pawel Pawlikowski. 

Una de las grandes historias de amor estrenadas este año, con la Guerra Fría como telón de fondo y un elegante blanco y negro como colofón estético. Una auténtica joyita.


COLETTE, de Wash Westmoreland. 

Correcto drama de empoderamiento femenino siguiendo las andanzas de la escritora Sidonie-Gabrielle Colette.


CREED II: LA LEYENDA DE ROCKY, de Steven Caple Jr. 

Una secuela con atractivos alicientes y siguiendo el buen trabajo de la anterior, que revitalizó la saga.


DEADPOOL 2, de David Leitch. 

Si os gustó la primera seguro también apreciaréis la segunda. Mismos ingredientes, violencia con humor y protagonista gamberro. Otro entretenimiento más que aseado… Eso sí, no llevéis a los abuelos.


DOGMAN, de Matteo Garrone. 

Tremenda y sorprendente cinta esta de Garrone, un espléndido y potente thriller a contracorriente que no deja indiferente.


EL ÁNGEL, de Luis Ortega. 

Thriller argentino basado en hechos reales, vigoroso retrato de Carlitos Robledo Puch, ladrón y asesino que llamó la atención por su belleza convirtiéndose en toda una celebridad.


EL REINO, de Rodrigo Sorogoyen. 

Uno de los grandes títulos de nuestro cine este año. La principal favorita a los Goya. Tenso thriller político de gran pulso y atmósfera de un director muy interesante.


FIRST MAN (EL PRIMER HOMBRE), de Damien Chazelle. 

Vuelve ese talento extraordinario que es Chazelle, y lo hace con otra película excelente, que ha visto mitigados y atenuados los encendidos elogios al tratarse de una cinta de historia conocida y basada en hechos reales. Fuera de esto, el director logra otro brillante mecanismo narrativo y emotivo.


GIRL, de Lukas Dhont. 

La belleza y la dureza, la pasión y la frustración plasmadas en unidades visuales, planos y movimientos de cámara que captan la esencia artística en esta cinta ambientada en el mundo del ballet.


GORRIÓN ROJO, de Francis Lawrence. 

Un gran título que reverdece los esplendores del cine de Guerra Fría ochentero. Un thriller sosegado y depurado muy atractivo.


HA NACIDO UNA ESTRELLA, de Bradley Cooper. 

Una de las películas que más elogios ha acaparado. Y es que esta historia que no para de readaptarse es un triunfo siempre. Cooper hace un buen trabajo tanto delante como detrás de la cámara, como Lady Gaga, acertada en su rol de estrella en ciernes. Una buena película, que no es poco.


HEREDITARY, de Ari Aster. 

El título de terror del año. Una cinta que huye del tópico como de la peste, que pretende una lectura más profunda, buscando parecerse más a obras como “La semilla del diablo” (Roman Polanski, 1968) que a otros productos más convencionales. Inquietante y de gran atmósfera.


INFILTRADO EN EL KKKLAN, de Spike Lee. 

Otro de los títulos que han tenido altavoz, también basado en hechos reales. Lee le imprime un tono de comedia a esta historia que indaga en el racismo setentero y la historia de Ron Stallworth, el primer agente negro de Colorado Springs.


ISLA DE PERROS, de Wes Anderson. 

Sin duda una de las grandes películas de este año. Con el característico estilo de Anderson, merecería mucha más repercusión y reivindicación, pero al ser animada, como “Fantástico Sr. Fox” (2009), se la hace de menos. Excelente.


LA BALADA DE BUSTER SCRUGGS, de los Hermanos Coen. 

Como toda película de episodios es irregular, con momentos muy notables y otros más insustanciales. Una reflexión frívola y divertida sobre la muerte. No es de los grandes trabajos de los hermanos.


LA FAVORITA, de Yorgos Lanthimos. 

Ha gustado mucho este drama de época con toques de comedia y un reparto excepcional. Es distinta y particular, aspectos donde ha llamado la atención.


LA NOCHE DE DOCE AÑOS, de Álvaro Brechner. 

Un drama más basado en hechos reales. Un duro relato sobre la dictadura uruguaya y sus crueles torturas durante 12 años a tres hombres con la intención de volverlos locos. Necesaria.


LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA, de Lars Kraume. 

Alemania sigue dando muestras ejemplares de un tratamiento sin complejos de su pasado histórico, algo de lo que nuestra sectaria visión debería aprender para llevarlo a cabo aquí. Buena película.


LAZZARO FELIZ, de Alice Rohrwacher. 

Una visión poética y lírica la de Rohrwacher para seducir al espectador. Pausada y con reminiscencias a clásicos italianos para los cinéfilos más exigentes. Ganadora al mejor guión en Cannes.


LOS INCREÍBLES 2, de Brad Bird. 

Tras 14 años de espera la cosa ha salido regular. Una ligera decepción. Una buen título, inteligente, con su trasfondo, pero lejos de la lucidez extrema que fue la primera, superior a esta en todos los sentidos, en la que el subtexto y las lecturas tenían pleno sentido y estaban perfectamente entrelazadas con personajes e historia.


MALOS TIEMPOS EN EL ROYALE, de Drew Goddard. 

Cinta que aspira a convertirse en título de culto. Un thriller personal, divertido, irónico, con muchos aspectos interesantes.


MISIÓN IMPOSIBLE: FALLAOUT, de Christopher McQuarrie. 

La mejor cinta de acción del año y, posiblemente, la mejor entrega de la saga. Un frenesí adrenalítico donde todo funciona. El héroe, la historia, los villanos y unas escenas de acción que dejan al borde de la silla al espectador. Un auténtico triunfo.


NO TE PREOCUPES, NO LLEGARÁ LEJOS, de Gus Van Sant. 

Correcto drama, de nuevo en un retrato biográfico basado en hechos reales, donde destaca el trabajo de Joaquin Phoenix.


NOSOTROS Y ELLOS, de Rene Liu. 

Si te gusta el romanticismo y el cine oriental este es tu título. Distribuida por Neftflix, una gran historia de amor desarrollada durante varios años.


PÁJAROS DE VERANO, de Ciro Guerra y Cristina Gallego. 

Sobre el origen del narcotráfico colombiano, en un relato fidedigno desde una cinematografía poco conocida aquí, la colombiana. Muy interesante.


QUIÉN TE CANTARÁ, de Carlos Vermut. 

Tras esa genialidad que fue “Magical Girl” (2014), nos llega el nuevo trabajo de Carlos Vermut, donde vuelve a dar muestras de su estilo personal y particular universo.


RALPH ROMPE INTERNET, de Rich Moore y Phil Johnston. 

La secuela de Ralph ha sido un triunfo. La modernización y adaptación de la propuesta ha funcionado a la perfección y gustado mucho al público. Tiene gags excelsos.


READY PLAYER ONE, de Steven Spielberg. 

El maestro Spielberg ha entregado otra obra maestra de una sutil profundidad conceptual y ejemplar desarrollo temático y de personajes, que se eleva por encima del libro que le sirve de base, aunque los fans de este no estén del todo de acuerdo. Una joya.


ROMA, de Alfonso Cuarón.

Una de las grandes destacadas del año. Cuarón optando a todo, una vez más. Lo de los cineastas mexicanos en los últimos años es para estudiarlo con detenimiento. La variedad y el talento de sus propuestas. Visualmente impecable, estéticamente bellísima con ese blanco y negro y conceptualmente honda desde su sencillez.


SEARCHING, de Aneesh Chaganty. 

Un gran thriller de ingeniosa narrativa usando los dispositivos modernos y las nuevas tecnologías para contar la búsqueda de un padre a su hija. Merece mejor suerte.


SICARIO: EL DÍA DEL SOLDADO, de Stefano Sollima. 

Secuela de la cinta de Villeneuve que no desmerece al original. Sollima ha hecho un buen trabajo.


SUSPIRIA, de Luga Guadagnino. 

Cambio radical de registro este de Guadagnino tras deslumbrar el año pasado con “Call me by your name”. Ahora del romanticismo se pasa al terror con este remake del clásico del giallo de 1977 realizado por Dario Argento.


THE SISTERS BROTHERS, de Jacques Audiard. 

Otro western que por lo que sea ha tenido menos altavoz que el de los Coen, aunque seguramente lo supera. Muy recomendable.


TODOS LO SABEN, Asghar Farhadi. 

Otro de los grandes títulos de nuestro cine, este de un director iraní. Un thriller donde resulta atractivo ver la visión de nuestra España profunda desde el prisma de un cineasta como Farhadi. Además cuenta con un excelente reparto.


TU HIJO, de Miguel Ángel Vivas. 

Otra española, con José Coronado buscando venganza en otro thriller entretenido y eficaz.


UN ASUNTO DE FAMILIA, de Hirokazu Koreeda. 

Ganadora de la Palma de Oro en Cannes, el nuevo trabajo de Koreeda está entre las mejores cintas del año. Pausada, es aconsejable tener paciencia para terminar saboreando esta pequeña joya. Recomendable.


UN LUGAR TRANQUILO, de John Krasinski. 

Una de las grandes sorpresas del año. Una película corta, con una premisa que tampoco cabía alargar más, pero a la que se saca un excelente partido como obra pura de género que da mucho más de lo que se esperaba. Muy recomendada.


VENGADORES: INFINITY WAR, de los Hermanos Russo. 

Ha sido el gran pelotazo del año. Ver cómo destacan mediocridades como Black Panther y dejan esta en el olvido causa sonrojo, si de lo que se trataba era de dar foco a una cinta de superhéroes. No mejora la trilogía de Capitán América, a pesar de todo, pero su aliento épico, su espectacularidad e impacto están fuera de toda duda. El gran espectáculo de este año.


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