ZEPPELIN ROCK: Las mejores películas de 1932 - Lo mejor del cine del año 1932

domingo, 11 de febrero de 2018

Las mejores películas de 1932 - Lo mejor del cine del año 1932

Freaks


por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



Un año espléndido y en todos los géneros. Os traigo aquí clásicos conocidos por todos, otros no tanto o que han quedado injustamente olvidados, en el género de terror, el cine de gángsters, el drama o el thriller. Es un año donde la madurez narrativa es ya un hecho, como demuestran muchos de estos títulos, aún vigentes, referenciados y reverenciados, a los que acudir en cuanto se pueda.


Vampyr


LAS MEJORES PELÍCULAS DEL AÑO 1932


BOUDU SALVADO DE LAS AGUAS, de Jean Renoir. 

Entrañable, divertida y conmovedora comedia de Jean Renoir. Un vagabundo que se tira al Sena con la intención de suicidarse al desaparecer su perro, un librero que le salva y acoge en su casa, la magia… Corran a buscarla.




EL EXPRESO DE SHANGHAI, de Josef von Stenberg. 

Dos ex amantes que se reencuentran en un tren y una especie de aventura que los reunirá… Marlene Dietrich con todo su poder sensual en un papel de aventurera que hará lo posible por rescatar al hombre que no dejó de amar. Es una magnífica película.


EL MALVADO ZAROFF, de Irving Pichel y Ernest B. Schoedsack. 

No saben ustedes la cantidad de películas que de una forma u otra se han servido de esta joya para sostener sus argumentos. La historia de un alocado millonario que vive en una isla solitaria dedicándose a cazar a pobres náufragos es tan perturbadora como sorprendente. Un thriller de terror brutal, misterioso, sugerente y francamente bien dirigido por Pichel y Schoedsack, que al año siguiente haría King Kong.


FREKS. LA PARADA DE LOS MONSTRUOS, de Tod Browning. 

Una de las cimas del cine de terror y del cine de todos los tiempos. La reflexión de Browning, su capacidad para perturbar, para ir más allá del efectismo y la superficie en historias desasosegantes, terroríficas, inquietantes y sobrecogedoras ha sido pocas veces alcanzada, y no sólo con esta cinta. La diferencia, la bondad, el orgullo… En serio, si no la han visto corran, y si lo han hecho, vuelvan.




GRAN HOTEL, de Edmund Goulding. 

Un drama coral que conquistó el Oscar a mejor película con la Garbo como gran estrella, John Barrymore y Joan Crawford. Las vicisitudes de un grupo de huéspedes en un lujoso hotel en un fresco de gran profundidad.


HE NACIDO PERO… (Y SIN EMBARGO HEMOS NACIDO), de Yasujiro Ozu. 

Adoro a Ozu y esta película es una debilidad. Una de sus primeras obras maestras, que tiene algunos movimientos de cámara, de los que prescindiría casi por completo según fue depurando su estilo, para retratar con un vigor y vitalidad inusitada la infancia. Muchos no la conocerán, algo que sólo perdonaré si le ponen remedio rápido.


LA MOMIA, de Karl Freund. 

¿Quién no conoce la historia? Tiene todo el encanto y poesía que le falta a las nuevas versiones, que son más una apuesta por la aventura, los efectos y la acción. Arqueólogos que encuentran un cadáver momificado, el del gran Boris Karloff, que era sumo sacerdote en el antiguo Egipto, su resurrección para llevarse a una joven que parece heredera de aquella que le llevó a la perdición en su día 3700 años antes… Un clásico indiscutible del fantaterror de la Universal.




LA USURPADORA, de John M. Stahl. 

Debo reivindicar a este director, desconocido incluso para amantes del clásico. Uno de los directores que mejor se adentró en el melodrama en los inicios del cine y que tiene un buen número de joyas y cintas apreciables en su carrera. Desde su “Imitación a la vida” de 1934, anterior a la adaptación de Sirk de 1953, otro maestro del melodrama, pero posterior, a “Que el cielo la juzgue” de 1945. Aquí tenemos a una mujer liberal que repele el matrimonio hasta que conoce a un apuesto joven comprometido…


LAS CRUCES DE MADERA, de Raymond Bernard. 

Excelente película francesa ambientada en la Gran Guerra, en las trincheras, examinando la paulatina decepción del idealismo y el patrioterismo durante el horror en los soldados. En 1936, Howard Hawks rodó otra versión de esta historia basada en la novela de Roland Dogelès, que también es espléndida.


PLUMAS DE CABALLO, de Norman Z. McLeod. 

Casi como cada año aquí traigo un título de los Hermanos Marx. En esta ocasión la liarán en el mundo deportivo universitario. No es uno de sus títulos más destacados, pero contiene momentos y diálogos brillantes, como casi siempre.





REMORDIMIENTO, de Ernst Lubitsch. 

La obra maestra del genio dentro del drama. El trauma de Paul Renard explorado con profundidad exhaustiva. El perdón, el tormento, la conciencia… Lubitsch nos cuenta la historia de este hombre que mató a un soldado alemán, músico como él, y no puede convivir con el recuerdo del hecho, por lo que busca a la familia de aquel para pedirle perdón. Cine antibélico de primera categoría que se ambienta tras la Gran Guerra.


SCARFACE, EL TERROR DEL HAMPA, de Howard Hawks. 

Icono, referente y obra maestra incontestable del cine de gangstér. ¡Cuántas películas han mamado de aquí! Un año después de “Hampa Dorada” y “Enemigo público” el cine de gángster alcanza su cima y cierra una trilogía indispensable que sentó las bases del mismo. Fue censurada por violenta, ya saben… Paul Muni, que repite este año, vuelve a estar inconmensurable. En el 32 Muni alcanzó el Olimpo sin lugar a dudas. Primera obra capital de Hawks, uno de los cinco más grandes realizadores de todos los tiempos. En 1983 Brian De Palma hizo un conocido y prestigioso remake. Disfrútenla.


SOY UN FUGITIVO, de Mervyn LeRoy. 

Una obra maestra increíblemente desconocida que, literalmente, cambió las cosas. Cuando vi esta descomunal obra maestra quedé impactado, como supongo quedarían en su época, como supongo quedarán quienes la vean. El trabajo de Paul Muni está fuera de rango, como el de LeRoy. Todo el género carcelario posterior, incluso sus mejores exponentes, beben de esta obra maestra, que las supera a todas con claridad. El retrato del sistema penitenciario estadounidense es absolutamente desolador, tanto que se considera que influyó de manera determinante en el cambio de legislación, normas y funcionamiento del mismo. Valiente, profunda, entretenida, perfecta. Y que haya tantos que siguen sin conocerla…





UN LADRÓN EN LA ALCOBA, de Ernst Lubitsch. 

Como traje un drama en representación de Lubitsch, el remordimiento me lleva a enmendarme y traer también una comedia, su especialidad. Encantadora muestra de todo el talento de su director y su afamado toque. La trama se daba a ello: carteristas, ladrones y enredos amorosos. La sugerencia, la picardía, la ironía y la sutileza de un director único. ¿Qué más podemos pedir?


VAMPYR, de Carl T. Dreyer. 

Expresionismo y vampiros. Excepcional la atmósfera y universo creado por el maestro Dreyer en esta película que no es de las más respetadas de su autor, muy mal recibida de inicio (tras el fiasco estuvo 11 años sin dirigir un largo), pero que hace tiempo alcanzó la categoría que merece. Onirismo, expresionismo y un riesgo visual tremendo el de esta película. Una propuesta realmente especial.


Me frustro porque hay muchas más para incluir, pero en algún lugar tengo que poner el límite. Quizá haga segundas parte de algunos años…

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