ZEPPELIN ROCK: Deep Purple - Burn (1974): Crítica del disco (review)

sábado, 24 de febrero de 2018

Deep Purple - Burn (1974): Crítica del disco (review)



por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia




En la cima, en lo más alto del mainstream rockero estaban entonces los Deep Purple cuando perdieron (más bien echaron) a Ian Gillan (cantante) y a Roger Glover (bajista). ¿Cómo continuar después de trallazos como In rock, Machine Head o Made in Japan? Ian Paice (superbatera), Jon Lord (teclista) y Ritchie Blackmore (quién no conoce al hombre de negro de la guitarra, por favor) reclutaron a dos jovencísimos cantantes, a falta de uno, llamados David Coverdale (el genio que formaría Whitesnake) y Glenn Hughes (a la sazón bajista).




Este quinteto se metió a ensayar y grabar a finales del 73 un álbum nuevo que estuviera a la altura del mito que ya conformaban y les permitiera seguir avanzando y llenando estadios. La mezcla del estilo hard de Deep Purple con las nuevas voces, la más blues de Coverdale y la más soul de Hughes, no fue fácil, y, aunque pasaron por momentos duros, en noviembre acabaron las ocho canciones que finalmente se editaron en febrero de 1974.

Comenzamos con el pelotazo de Burn. Tema rapidísimo con un riff de guitarra épico y machacón. Los cantantes intercambian voces, la batería machaca adornos bestiales y la banda al completo es un pelotazo. La versión en directo, demoledora. Fabuloso trabajo de guitarra de Blackmore, de mis favoritos.




Sigue Might just take your life de manera más relajada y un toque funk en el ritmo. Salió como primer single y destaca el trabajo vocal, en especial el estribillo, y el gran Jon Lord, manteniendo el tipo de la canción y marcándose un solo preciosista. Letra autobiográfica sobre la experiencia de David y Glenn en la banda.

El toque funk se mezcla de maravillas en una de las favoritas Lay down, stay down, de vuelta a la velocidad del primer tema. Brutal parte central con el piano, la base rítmica y las dos voces intercambiándose roles. Esta canción le pega más al tono de Glenn, pero David no se queda atrás. Se convirtió en una de las favoritas de la posterior gira.




Palabras mayores para Sail away, donde encontramos al David Coverdale que formaría los primeros Whitesnake sobre una guitarra hipnotizante. Muy en la línea de los temas Purple de etapas anteriores, recoge ese toque blues y hard rock para crear un tema con el que no puedes dejar de agitar la cabeza. Un solo con guitarra sintetizada y el solo final, con slide, soberbio. Tremenda letra (sail away tomorrow…).

You fool no one se basa en un patrón rítmico de batería y bajo fabuloso y complejo, veloz (en la línea Woman from Tokyo), con una portentosa melodía vocal cantada a pachas por los dos voceras (con Hughes destacando en la parte del estribillo). De nuevo estupendo Blackmore.




La canción más floja del álbum quizá sea este What´s goin´on here. Aunque pueden entreverse todas las virtudes del resto de canciones, falta un poco de punch para rematarla, se queda algo floja entre tanta enormidad. Lord destaca por su trabajo al piano y el trasteo de Ritchie aporta un toque diferencial. Buena voz de Glenn, muy a su estilo.

Por fin llegamos a otro pelotazo atemporal. Señoras y señores, Mistreated. Esta canción ha sido recuperada por todas las variantes posibles post-Mark III (Coverdale con Whitesnake, Hughes en sus diferentes re-encarnaciones, incluso el mismo Ronnie James Dio). Tempo lento y machacón sobre la que brillan la voz de Coverdale y el fabuloso trabajo de Blackmore. Toda la banda borda su papel. Una canción mítica. La versión en directo se alargaba lo que hiciera falta.




El disco se cierra con el instrumental “A” 200 donde se luce especialmente Jon Lord con sus teclados y sintetizadores.

La posterior por Estados Unidos en limusina y avión privado les mantuvo en la cumbre un año más y los conciertos se centraban en las mejores canciones de Burn. Un álbum para escuchar con placer roquero…

2 comentarios:

  1. Un discazo que, como ocurre con Heaven And Hell de Sabbath, nunca se considerará como "lo mejor" de cada grupo. Bendito problema el tener tanto discazo suelto. Por cierto, totalmente de acuerdo con eso de que what's going on here es la menos buena del LP, y felicidades por la crónica

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  2. Gracias, un gustazo recibir halagos. Blackmore y Dio (juntos y por separado) tienen discazo tras discazo. Heaven and hell es de lo mejorcito que nunca parió Black Sabbath igual que este es de lo mejorcito que nunca parió Blackmore. Saludos.

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