ZEPPELIN ROCK: Origen - Cenizas (2017): Crítica review

lunes, 17 de abril de 2017

Origen - Cenizas (2017): Crítica review




por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia





De vez en cuando da gusto descubrir un disco diferente, fresco, con ideas llevadas a cabo con buen gusto y amor por lo que se hace. El grupo malagueño Origen ha grabado bajo la producción de Jorge Escobedo nueve cortes de hard rock con un gran trabajo melódico y el protagonismo de las guitarras de Antonio Rodríguez. La particular voz de Alberto Rodríguez suena perfecta en todo momento, adaptándose a los tempos más veloces como a los más pausados. Junto a ellos, la dupla rítmica formada por el bajista Pablo Sanzo y el batería Ángel Fernández cumple con excelencia.




El single Cenizas lleva dando vueltas más de un año, con su carga melódica, esas guitarras AOR al inicio y la rabia del estribillo “nuestro orgullo empezó un combate donde no hay ganador”. Es un buen ejemplo del compendio musical de Origen: las capas de guitarras, una buena línea de bajo y la línea melódica vocal, todo mezclado con gusto. Me gusta especialmente la parte central. La canción Suena la guitarra se basa en una línea melódica que se repite a lo largo del tema con capas de bajo y guitarra bien armonizadas. La voz de Alberto da sentido a la historia del músico callejero vagando “por un frío callejón” que “alegra los corazones” cuando toca su guitarra. Un corte con un feeling especial. Otro tema especial de título Recuerdos cierra este trabajo. Ese comienzo arpegiado con la voz doblada y la nostálgica letra que, de nuevo, cobra sentido en la interpretación. La banda se incorpora al completo con energía en un estribillo de los que de buen seguro levantarán las manos en los conciertos (“piensa en mí, donde estés, yo nunca te olvidaré, buscaré otra vez el camino que lleva a tu piel”). Gusto escuchar un solo a doble guitarra tan sencillo y tan hermoso. Y en este cuarteto de imprescindibles debo incluir la inicial Sin ti, más acelerada, con un tufo hard eighties, rítmica, directa, con una batería muy presente y uno de mis solos preferidos, un corte ideal para abrir conciertos. El secreto de Luces de neón se narra en una clave similar, con cambios de ritmo acertados y una buena letra “seduzco a la niebla para besar el mar (…) me he perdido el mes de enero buscando un mes de abril (…) apagando luces de neón donde el maestro es el alcohol”.

Justo en la parte central del álbum, Versos suena más ambiciosa, con un toque prog en la construcción y arreglos de orquesta, quizá donde la “influencia” Escobedo suena más obvia, un tema complejo del que salen más que airosos con otro gran solo central (“déjame entregar los versos que sangré”). Ese rollo Escobedo suena en los arreglos de Hagan juego también, tema crítico sobre el sistema social-económico actual “hagan juego la partida está a punto de empezar (…) la banca quiere cobrar” cantado y tocado con rabia. Abordan el tema de la violencia doméstica en Cinco años con una letra dura sobre un niño de, precisamente, cinco años “esa fue la última vez que a sus padres contempló (…) la muerte una nana le cantó”, apoyada en un trabajo rítmico bárbaro, con aroma heavy y de nuevo con ese “toque” en el adorno de guitarras. Contrasta con la letra de El pacto, donde confiesan sus tratos con el Diablo que habla a través de la guitarra y el amplificador “hoy tu alma me entregarás, fama, sexo, drogas, todo tuyo será” y se convierte en una tentadora mujer, un divertido ejercicio de hard rock clásico.

Un álbum que se escucha del tirón, que pide una segunda y una tercera vuelta, con nueve canciones variadas pero coherentes y una producción limpia y equilibrada. Recomendado. Por cierto, interesante portada.


Puedes darle una vuelta en este enlace

Y el primer vídeo, por aquí:



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