ZEPPELIN ROCK: Datura4 - Demon Blues (2015): Crítica del disco review

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Datura4 - Demon Blues (2015): Crítica del disco review



por Addison de Witt (@Addisondewitt70)




El australiano Dom Mariani es un compositor, cantante, guitarrista y productor que viene regalando buena música al personal desde los primeros ochenta en todos y cada uno de sus diferentes proyectos. Otro más de los invisibles para la factoría de la comercialidad, de los olvidados de los medios, de los excluidos de las estanterías de las tiendas de discos más rimbombantes.




Tan invisible, olvidado y excluido se encuentra este caballero que un servidor no se había enterado de que tenía nuevo grupo y disco en circulación. El grupo ha sido bautizado como Datura4 y su debut es este Demon Blues que he descubierto gracias a la información facilitada por algún ilustre colega en sus espacios, alguno de ellos auténticas biblias para el que suscribe...así esta el tema.

El caso es que termino haciéndome con el artefacto y descubro -no sin antes concederle unas cuantas escuchas de reconocimiento- un disco tremendamente sugerente, que vive sónicamente en los setenta gracias a su combinación de blues, hard de baja intensidad distorsionadora y retazos psicodélicos.




El disco encierra temas como "Hoonswine", una especie de eslabón perdido en la cadena cronológica musical, un blues de sabroso soporte sónico en el que brilla melodía, ritmo clásico con excelente prestación del bajo, voz y guitarras de las que sangran, un tema de esos que parece que estaban reservados para los nacidos en décadas pasadas y que alcanzaron su plenitud vital en los míticos años 70.

Otros temas nos ofrecen un rock más ortodoxo dentro de las coordenadas ya apuntadas, de frondosas sonoridades rítmicas y saludable melodía salpimentadas de guitarras incisivas y ardientes como: "Out with the tide", "You ain`t no friend of mine" de terco riff, "Jouney home" con esencias lisérgicas y densidad sónica, "Pissing up the wall" de excelente actuación guitarrera que se adhiere al cerebro o "Love to burn".

El blues tiene cabida en todos los cortes, pero se destapa sin complejos en: "Demon Blues" arañando a golpe de guitarrazos y rugidos, y con más carga rockera en "Kiljoy", mientras que los sonidos más psicodélicos se concentran de manera definitiva en la que finiquita el álbum: "If seven was eleven".

No se aparta tampoco la materia lisérgica de la más popera: "Another planet" con acercamientos a Beach Boys, en cambio "Gravedligger man" es un plácido tema de tendencia sureña, que mira de reojo a la costa oeste, estupenda también.

Excelente disco, sonidos que viajan en el tiempo, que suenan casi a ultratumba pero que con la debida paciencia, pueden conquistar no pocos corazones. Un nuevo acierto de Dom Mariani que pasará desapercibido para muchos, una pena, como tantas otras...



Addison de Witt

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