ZEPPELIN ROCK: Crítica de "Dentro de garganta profunda" (Fenton Bailey, Randy Barbato, 2005)

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Crítica de "Dentro de garganta profunda" (Fenton Bailey, Randy Barbato, 2005)


por Möbius el Crononauta


Fueron seis días de rodaje. 25.000 dólares de presupuesto. Se habla de 600 millones de dólares recaudados. Deep Throat sacó al cine porno de los sótanos y de los bajos fondos y lo puso sobre el tapete, a la vista de todos. Su protagonista, Linda Lovelace, se convirtió en la primera porn star de la historia. Aquel film barato y chapucero estaba destinado a convertirse no sólo en un icono del género, sino en una obra influyente que cambiaría el panorama cultural norteamericano para siempre.


Dentro de Garganta Profunda es un documental estrenado en el 2005 que analiza (quizás no demasiado someramente; ¿contradictorio tal vez?) el impacto que supuso el estreno en el verano de 1972 de la película Garganta Profunda. Nos acerca al concepto y rodaje de la película, cómo el enorme éxito y la posterior polémica sobre el film afectaron a su director, Gerard Damiano, y a sus protagonistas Linda Lovelace y Harry Reems.



Damiano era un peluquero (y supongo que como todos los peluqueros, era también una especie de confidente para muchas de sus clientes) que un buen día se decidió a rodar nudies y pequeños films eróticos. Con el apoyo de un par de socios que pertenecían a la Mafia (el negocio del porno underground estaba por entonces en manos de los "hombres hechos") Damiano consiguió el dinero para rodar un film en toda regla. En principio iba a llamarse "La visita al médico", aunque el proyecto cambió cuando un tipo que no parecía demasiado recomendable, Chuck Traynor, habló con Damiano y le ofreció los servicios de su esposa. Cuando el director rodó una escena con ella y vio sus aptitudes, decidió que aquella chica protagonizaría su película. Fue entonces cuando a Damiano se le ocurrió el título de Garganta Profunda.

La excusa para basar todo un film en las felaciones fue tan pobre como efectiva. El personaje de Lovelace acudiría al médico debido a su insatisfacción sexual, para descubrir que su clítoris estaba, ¡efectivamente! ¡en la garganta! Realmente genial. Por supuesto hoy en día no habría hecho falta ninguna excusa, pero en aquellos días los directores de cine porno consideraban que al fin y al cabo estaban rodando películas y que tenían que tener algún tipo de argumento, por muy absurdo que fuera.




Garganta Profunda fue un hito por varios motivos. No era la primera en mostrar sexo explícito, el porno eran tan antiguo como el propio invento del cine, y los cortos underground existían desde hace mucho tiempo. Pero ver actos sexuales en una gran pantalla era algo distinto. Sólo las películas y documentales educativas sobre temas médicos o de pareja habían mostrado escenas subidas de tono con la excusa de que era algo científico. Sin embargo, Garganta Profunda poco tenía de educativo. Además, causaba impacto porque era distinta a las demás, centrándose en unas felaciones rodadas de una forma que pocos habían visto.

Además, la película no se estrenó en algún oscuro lupanar o en algún cine tenebroso, sino en un teatro normal y corriente. De la noche a la mañana cualquiera podía comprar su entrada y ver una mamada en pantalla gigante. Además, la crítica comenzó a hablar de aquella película, y no para hundirla, sino para alabar sus cualidades en lo que comenzó a llamarse porno chic. Un artículo del New York Times animó a mucha gente a acudir al cine y ver la película. Si el Times hablaba de Garganta Profunda, ¡por algo sería!

Hay que entender el impacto que causó y las circunstancias que rodeaban a su estreno. Cuando se estrenó en Nueva York, el boca a boca comenzó a llevar cada vez más y más espectadores a aquella sala de cine. No sólo era el morbo, en aquellos tiempos mucha gente no sabía nada de orgasmos, felaciones o clítoris. Por otro lado, entre los intelectuales y famosos estaba bien visto proyectar películas porno en fiestas o reuniones, se consideraban algo así como películas artie. Era contracultural, revolucionario, novedoso.

En poco tiempo no sólo jóvenes repletos de hormonas o solitarios onanistas acudían a ver el film, sino gente de lo más normal: amas de casa, jubilados, oficinistas... todos querían ver la nueva sensación. Famosos como Jack Nicholson o Truman Capote también acudieron a verla, lo que animó a los reticentes a pagar su entrada y ver en acción a Linda Lovelace.




Según crecía su popularidad la película se iba distribuyendo por todos los Estados Unidos. Las autoridades no tardaron en reaccionar. El cine donde se proyectaba en Nueva York fue clausurado hasta tres veces, mientras en Washington Nixon y la derecha más reaccionaria se aprestaban a cambiar las leyes sobre obscenidad para intentar acabar con aquella incipiente industria del porno.

Cambiada la ley se permitió a las autoridades locales considerar qué era obsceno y qué no, con lo que películas como Garganta Profunda podían ser requisadas fácilmente y sus distribuidores procesados. A mediados de los 70 un jurado condenó al actor Harry Reems y a los socios de Damiano a cinco años de prisión por distribución ilegal de pornografía. El sector liberal de Hollywood se volcó con el actor y finalmente su condena fue suspendida. Sin embargo, Reems entró en una espiral de alcoholismo y drogas que acabó con su carrera y le llevó a perderlo todo. A finales de los 80 Reems se rehabilitó y abrazó el cristianismo.

Mientras Damiano continuó con su carrera como director porno, rodando varias decenas de films en los siguientes años, entre los que destaca la también influyente El diablo en la señora Jones, de 1973.

¿Y qué fue de Linda Boreman, alias Linda Lovelace? Tras convertirse en una gran estrella, la actriz posó para varias revistas para adultos, participó en algunas películas de porno blando y publicó un par de autobiografías donde entre otras cosas refería la gran experiencia que había sido rodar Garganta Profunda.



Si aquel film no agradó al gobierno, tampoco al movimiento feminista, que inició una serie de protestas contra lo que consideraban un film degradante que alimentaba la visión de la mujer como objeto sexual. Tras divorciarse de su marido y conocer a la activista Andrea Dworkin, Lovelace publicó otra autobiografía donde cambió su versión de los hechos. Relató en los platós de televisión que había sido obligada a rodar Garganta Profunda, y que su ex-marido Traynor la había hipnotizado. Desde entonces se alejó en lo que pudo de la vida pública y trató de acabar con su imagen de sex symbol y estrella porno. Sin embargo, el estigma de haber trabajado en el porno no le puso las cosas fáciles. Aun así, se dedicó a trabajar y a cuidar de su familia. En abril del 2002 Linda fallacería tras sufrir un grave accidente de coche.

El hito de Garganta Profunda entró en la iconografía popular norteamericana (y por lo tanto del resto del mundo occidental) y marcó el nacimiento de la monstruosa industria del sexo actual que maneja miles y miles de millones al año. La temática del porno entró entonces en géneros como la literatura, la música o el cine convencional. En los Estados Unidos y otros países se siguió batallando por decidir qué era moral o inmoral. En 1974, dos años después del estreno de Garganta Profunda, Larry Flynt comenzaba a publicar la revista Hustler. Incluso algunos directores de cine respetables y conocidos comenzaron su carrera rodando porno, aunque son pocos los que lo confiesan. Wes Craven es uno de ellos.

Nos guste o no el porno, Garganta Profunda, para aquellos que estamos interesados en mayor o menor medida en la cultura de ese loco país al otro lado del Atlántico, una obra que ha influido en cineastas y músicos que han significado algo en nuestras vidas, además de, claro está, haber marcado la adolescencia de millones de adolescentes por todo el orbe terráqueo. Hasta el caso Watergate tuvo a su propio "Garganta Profunda", y ahora es un término habitual para referirse a los informadores en la sombra.

Linda: How would you like it if you had balls in your ears?
Doctor Young: [pause] I guess I could hear myself coming!

Möbius el Crononauta

No hay comentarios:

Publicar un comentario