ZEPPELIN ROCK: Clara Bow: la actriz de los mil hombres

martes, 1 de diciembre de 2015

Clara Bow: la actriz de los mil hombres


por Möbius el Crononauta



Vamos hoy con una semblanza en blanco y negro. "La más ardiente hija del jazz". Así la apodaban allá por 1926. Clara Bow, la pelirroja más explosiva de su tiempo, hizo del cine una herramienta, como tanto otros, para no privarse de nada. En el viejo Hollywood las grandes estrellas seguían a rajatabla aquel dicho de party time all the time.


Su carrera cinematográfica comenzó tras ganar un concurso para una revista de la Motion Picture. El premio incluía unas pocas escenas en una película, pero finalmente su debut cinematográfico acabó siendo cortado.

A pesar de que su madre desaprobaba que se aventurara en el cine, considerando que era poco más que dedicarse a la prostitución, la actriz de Brooklyn se esforzó por medrar en Tinseltown. Su gran momento llegó con The Plastic Age, un gran éxito que hizo que su nombre comenzara a sonar por todas partes. Por entonces comenzó a salir con el actor Gilbert Roland.




En 1926 Victor Fleming la elige para protagonizar su película Flor de capricho. La carrera de Bow sigue en ascenso, y mientras la pelirroja aprovecha para comenzar a verse con el director fuera de los platós. ¡Dos es siempre mejor que uno!

El Ello, ese elemento inexplicable que atrae a las personas, juega con su libido y hace que el mundo siga girando... La escritora Elinor Glyn fue la primera en llamar a la actriz la chica "It" (la chica "Ello"). Clara Bow, definitivamente, "lo tenía". No extrañó a nadie que con el film de 1927 It la pelirroja Bow alcanzara definitivamente el puesto más alto entre las estrellas de Hollywood. La actriz se había ganado, por fin, la inmortalidad de celuloide.




La bella Clara tuvo una larga colección de amantes. La mujer de un médico la llevó a uno de sus primeros titulares escandalosos tras acusarla de ser la causa de su divorcio. El gran escándalo llegó en 1930, cuando una secretaria a la que había despedido comenzó a hablar, y Hollywood conoció la agitada vida que la pelirroja había tenido en los últimos cuatro años.

Actores, doctores, un equipo de fútbol entero durante un fin de semana (donde al parecer jugaba un jovencísimo John Wayne), la resistencia de la cama de la actriz fue puesta a prueba casi a diario. La actriz respondió a los ataques y tras una larga batalla legal su ex-secretaria acabó en la cárcel, pero el daño estaba ya hecho: la carrera de la actriz comenzó a descender vertiginosamente.




Sufrió varias depresiones e ingresó en una clínica. Al salir se enteró de que la Paramount no había renovado su contrato. Con la llegada del sonoro su carrera se acabó definitivamente. Su marcado acento de Brooklyn no superó la prueba de las nuevas válvulas del estudio. Todas quedaron fundidas.


Möbius el Crononauta

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