Recuerdos infantiles
CUANDO sobrepasas los cuarenta y tu vida comienza a convertirse en una monótona repetición tediosa sin sobresaltos, y la experiencia acumulada te dicta que no habrá nada nuevo bajo el sol, ellos, tus hijos, van construyendo su biografía, en la que cualquier detalle pasa a formar parte de una telaraña de incógnitas e impactantes experiencias que quedan grabadas a fuego de modo indeleble en su memoria.
–¿Cuál es tu primer recuerdo, Carlitos? –le pregunté inocentemente hace poco a mi hijo de diez años.
–Apareces tú, papá –me dijo sin inmutarse, pero grave–. Yo estoy jugando con un sonajero y aún no sé hablar. Tú hablas con alguien por teléfono y le dices, lo recuerdo muy bien: “No te preocupes, cariño; el sábado por la tarde iré a verte y te llevaré pasteles. Ana marcha a casa de sus padres con los niños”.
ÁCS
Puñeteros críos... y parece que no se enteran de nada
ResponderEliminarComo para fiarse de estos diablillos, jaja.
Eliminar