ZEPPELIN ROCK: Crítica de la película "300: el origen de un imperio" (Noam Murro, 2014)

sábado, 21 de junio de 2014

Crítica de la película "300: el origen de un imperio" (Noam Murro, 2014)


por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



Nuevo péplum digital que al menos tiene un referente de calidad. precuela/secuela de la exitosa 300 (Zack Snyder, 2006), es un título mediocre como tal, aunque superior a otras de este género que parece ser ha puesto de moda.


Se nos relata aquí el conflicto entre griegos y persas, los griegos liderados por Temístocles (Sullivan Stapleton) contra los persas de Darío primero y luego su hijo Jerjes (Rodrigo Santoro) junto a la fiera Artemisia (Eva Green). Una historia que coge acontecimientos anteriores a los relatados en 300, que luego comparte espacio temporal de forma paralela para seguir con lo que aconteció después, con la unión de los griegos contra los persas. La segunda Guerra Médica, con mención a la primera y la batalla de Maratón.

Si en la primera cinta se mostraba un episodio concreto, la batalla en las Termópilas, aquí se pretende una visión más completa de la 2ª Guerra Médica.




Hay dos rasgos estilísticos destacables en la cinta, uno positivo y el otro negativo. El positivo es cómo están rodadas las escenas de acción, muy virtuosas y con planos muy sostenidos, algunos brillantes planos secuencia, que dejan ver la acción en su totalidad y en su plenitud, así como todas las coreografías, algo a lo que ayuda un montaje muy sobrio. Por el contrario el exceso de cámaras lentas acaba resultando insufrible en muchas ocasiones, por mucho que fuera seña de identidad de su predecesora aquí acaban resultando excesivas y de un esteticismo muy cargante.

Un ejemplo de la buena dirección, más allá de las cámaras lentas, y la puesta en escena lo tenemos en la batalla de Maratón siguiendo al protagonista o en el clímax siguiendo al caballo, en un virtuoso plano secuencia, aunque se notan los pixeles.




Es evidente que la estética, que recoge las virtudes de su antecesora, iba a ser una de las grandes virtudes del film, un gore estilizado, lujoso y estético, pero aquí no se juega bien con ella, se gestiona mal, resultando cargante. La película resulta en muchísimas ocasiones excesivamente esteticista.

Dicho esto el mayor problema de la cinta es que donde en 300 había épica aquí hay afectación impostada, sufrir las reiteradas y pesadas arengas repletas de tópicos, a veces parece que estamos en La delgada línea roja (Terrence Malick, 1998), son un buen ejemplo, que donde había intensidad emotiva aquí hay artificiosidad cargante y grandilocuente. La puesta en escena deja momentos bochornosos, por ejemplo al inicio de la cinta y el comportamiento de Jerjes ante la muerte de Darío… Esto viene acentuado por un guión torpe (los intentos por crear sensación de fatalidad resultan tramposos y absurdos), unos diálogos francamente lamentables en muchas ocasiones y un mal desarrollo dramático (la inquietud, el pesar y el miedo del protagonista por dejar vivo a Jerjes, que se mencionan durante toda la cinta, en ningún momento se aprecian). El maniqueísmo con que se trata todo, persas malísimos, griegos buenísimos, ayuda más bien poco a corregir defectos.




Otro ejemplo de la debilidad del guión lo tenemos en que fuera de la sucesión de escena de acción, que ocupan el grueso del metraje, sólo tenemos baches narrativos, ejemplificados en ocasionales flashbacks que reiteran cosas ya contadas o que no aportan nada. Se aprecia más interés en que no se escape ningún muerto con su socorrido salpicón de sangre que en contar bien la historia y las batallas. Con todo, las escenas de acción son la gran virtud del film a pesar de los defectos anunciados y de que tengan ciertas irregularidades de todo tipo.




Lo mejor de la película, más allá de las mencionadas escenas de acción, lo tenemos en Eva Green y su trabajo, pero sobre todo en el polvazo que se marca con su antagonista, uno de los grandes momentos del film.

El film aprueba como espectáculo visual, muy ajustadamente, pero queda realmente lejos de la película referente. Decepcionante.

©Jorge García

1 comentario:

  1. Definitivamente como todos los filmes, esta película tiene puntos buenos y malos. Me fascinó su apuesta visual, sus barrocos planos, sus estudiadas composiciones a cámara lenta y esa sorprendente falta de camisetas y ropa en general de sus musculosos protagonistas y los que entrecerrando los ojos se centran en el mensaje que ofrece, que tildan de fascista. Por lo tanto, "300" tiene un mérito innegable; es la única película que ha conseguido que la gente aplique el adjetivo fascista donde corresponde, al menos en tanto a lo que de militarista, homofóbica, racista y eugenética tiene. Por cierto Eva Green hace una escena erótica épica. ¡Buenísima!

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